-No puede ser, pensé, que horror.
¿Por qué nadie me había dicho nada? Eh sido una tonta, eh creído y me eh refugiado en la persona que en estos momentos me ah dañado más que todos.Le entregué mi corazón a quien lo ah hecho añicos y no hay vuelta atrás. Desearía tanto que nada de esto fuera real.
Después de escuchar aquella conversación mil cosas pasaron por mi cabeza, tantos secretos, tantas mentiras, me había envuelto en todo el misterio que rodeaba a Haron, no podía creer que esa chica de la foto se llamará igual que yo, parecerá poca cosa pero no lo es.
Cuando Haron me hablaba y yo no entendía nada, era justamente por eso, cuando me preguntó si creía en el destino, cuando me besaba con desesperación, cuando me miraba con tanto amor, nada de todo eso era para mí.
Él sufría por la pérdida de su ex novia, y llegué yo justo cuando él necesitaba a una Jennifer con quien desahogarse.
¿Cómo pude prestarme?
Siempre supe que había algo raro, yo lo sabía, pero nunca imaginé algo así.
Después de todo, el cariño y la adoración que tenía hacia mí era totalmente irreal, fui tan tonta al creerme esa historia, debía encararlo, debía gritarle que era un idiota.
Me armé de valor y a pesar de que aún tenía un lío en la cabeza, me paré frente a la puerta del despacho y lo vi, mi corazón estaba confundido, no sabía como odiarlo.
-Cuando mencioné a su amada Jennifer, supo que lo había escuchado todo, no había vuelta atrás.
La sorpresa en su rostro era notoria, él no hubiese querido que me enteré de algo así, más bien no quería que me entere de nada, la mujer de su vida se llamaba igual a mi, de pronto todo tuvo sentido y me sentí morir.
-Dime Haron, ¿Es por eso que te has acercado a mí?
Solo recibí una mirada confusa de su parte, parecía dudar pero solo duró unos instantes así, pronto lo vi más determinado.
-Debes dejar de preguntarme por ella, dijo pausado pero decidido a convencerme.
-No Haron, tú debes dejar de pensar en ella ¡Está muerta! Me altere y sus ojos se abrieron más al oírme.
-Ya lo sé, susurró, no me entenderías.
-Tú eres quien no me entiende a mi, las personas mueren Haron ¿Porqué diablos no la dejas ir? ¿Crees que estuvo bien que jugaras a que yo era ella?.
Me estaba alterando demasiado.
-Necesito estar solo, dijo cabizbajo.
-Si, es verdad, porque alguien como tú no podría estar con nadie. ¿Dijiste que me querías no? ¿Acaso me quieres Haron? ¿Sabes lo que es eso? Me acerqué a él y le insistí a pesar de haberme pedido que lo deje, con la voz ronca dije todo lo que pensaba sin medir las concecuencias.-Esto no es fácil para mi y así alterada no puedo explicarte nada.
-Ya no es tiempo de explicaciones Haron.
-Morgan yo...
-¡Jennifer! Deja de llamarme por mi apellido, yo soy Jennifer y estoy aquí frente a ti, yo si soy real, date cuenta, esa mujer que tanto amabas ya no está, ya no va volver, debes dejarla ir Haron, entiende.Haron me dio la espalda, mis palabras lo herían, lo sabía, sabía que habia sido cruel, pero me encontraba demasiado molesta y dolida como para detenerme a analizarlo, nisiquiera me miraba y no resistía que no dijera nada, que no reaccionara.
-No me dejes hablando sola Haron, no eras así cuando jugabas conmigo.
-Nunca jugué contigo, habló desde su lugar, sin mirarme, sin siquiera moverse.
-¿No? Entonces que hacías, me acariciabas pensando en tu ex novia fallecida ¡Das asco!Aquello último lo hizo reaccionar, se giró a verme y juro que en sus ojos vi tanta rabia como no había visto antes.
-Me equivoqué contigo, dijo fulminandome con la mirada, fue como una patada, me dolió, me tomó desprevenida, una sola frase suya me hería demasiado a pesar de que estuviera decepcionada, quería que reaccione pero no así.Pensé rápido, lo vi mal, con el rostro descompuesto en una expresión que de solo verlo daba miedo.
Solté un suspiro profundo y bajé la vista.
-Creí en ti, susurré conteniendo las lágrimas.
-¿Acaso te di a entender que eras especial para mí? Preguntó tan cruel que sentí sus palabras clavarse en mi pecho y desangrarlo, mi orgullo ya no existía, mi dignidad, oh Dios.. ya había perdido todo.
-No seas ingenua, dijo al fin.
Yo no contesté, nisiquiera levanté la vista, me sentía tan humillada, me quedé ahí parada con la tela de mi falda arrugada en mis puños cerrados con fuerza e impotencia.
-Vete de aquí, alcancé a decir en un intento fallido de parecer fuerte, hubo unos segundos de silencio antes de oír como se largaba sin decir nada.
Después de escuchar que la puerta del despacho se cerraba detrás de mi, levanté la vista, con los ojos llenos de lágrimas y una frustración terrible.
Miré a mi alrededor, observé el escritorio, las fotos en ella, las paredes, todo se volvió extraño, ajeno. Ese no era mi hogar.. nunca lo sería.Y llegó el temido Prólogo 💔☹
No hay vuelta atrás.
Dejen sus votos ☆☆☆
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Nunca más.
Romance¿Qué pasa cuando pierdes al amor de tu vida y conoces a alguien que te la recuerda tanto que duele? Él carga con la culpa del suicidio de la mujer que ama y llega ella, quien teniendo tantos conflictos familiares decide refugiarse en sus brazos. Jen...