(Publiqué dos capítulos, lean primero el 30 👆 disfruten 😍)
-Po.. podría por favor darme un momento. Dije ¿tartamudeando?
Sí, estaba tartamudeando y no sólo eso, mis piernas no respondian, deben ser estos estúpidos tacones, pensé internamente.
-Por supuesto, tómese el tiempo que necesite señorita Morgan, dijo el hombre tras el volante, un gentil chofer que me envío mi hermana para escoltarme a la fiesta.Durante todo el camino me mordi las uñas y estoy segura que me arruine el esmalte, me dolía la espalda, me encontraba muy tensa y cuando llegamos los nervios se amontonaron en mi vientre.
Toda mi autoestima la había dejado en mis pantalones en casa al parecer porque apenas me vestí está noche todo se desmoronó, creo que algo tiene éste maldito vestido que me supera.
No me animaba a bajar, el ambiente era avasallante, un gran arco de rosas blancas adornaban la entrada seguido de miles de velas a lo largo del caminero, Debía pasar por allí bajo la atenta mirada de los cientos de invitados que ya se encontraban alrededor de la alberca, conversando animosos.
Había llegado hora y media tarde así que ya todos los invitados estaban presentes, estoy segura que Sara ya me habrá estado buscando.
Dando un suspiro hondo, me acomode el escote asegurandome que todo estuviera en su lugar y abrí la puerta del auto, bajé un pie sintiendo el aire fresco de la noche que me erizo totalmente la piel, sin darme tiempo de pensar bajé de una vez por todas, tampoco me permití volver a mirar a nadie, caminé lo más delicadamente y con la vista puesta en el caminero.
El recorrido fue eterno, incluso creí perder el ritmo de mi andar, me sentía descoordinada, algo jorobada, pero seguí caminando hasta adentrarme por completo en la multitud, sintiéndome menos expuesta levanté la vista y me animé a mirar el rostro de algunas personas que se encontraban cerca, no reconocí a nadie, Dylan y Sara ya no estaban recibiendo invitados, me costaría más encontrarlos.
Caminé entre la gente dirigiéndome hacia el salón principal, de seguro estarían allí, iba verificando rostro por rostro cuando Luci, una de las chicas que trabaja para los Collins me levantó la mano a lo lejos, indicandome que la espere.
Sonreí al verla acercarse toda ajetreada.
-Señorita Jennifer, la he estado buscando hace ya un buen rato, su hermana está como loca sin saber de usted, dijo hablando rápido y con el semblante preocupado.
-Ya se, lo siento mucho dije apenada, se me hizo tarde, de hecho acabo de llegar.
-Que bueno que ya está aquí, por favor acompañeme, me pidió la muchacha amablemente y le hice caso.Caminamos entre las personas que conversaban con copas en las manos, hasta llegar al salón principal, apenas entre mi hermana me vio y juro que casi me mata con la mirada, sonreí a modo de disculpa, me acerqué a ella y me inspeccionó de pies a cabeza.
-Dios, Jen, estás tan hermosa dijo con los ojos llenos de un brillo especial.
-Gracias Sara, también estas muy bella y te veo muy contenta, estás radiante dije tomando una de sus manos.
- Lo estoy, en verdad lo estoy dijo para luego mirar hacia un costado, ven, vamos a que saludes a los demás.El salón era amplio, la mayor parte con vidrios de cristal relucientes, los decorativos blanco en gran parte con delicados toques dorados, casi me veía reflejada en el piso, y las rosas blancas por doquier hacían que no pudiera dejar de mirar por todos lados, era un espectáculo para los ojos.
Caminamos entre las mesas hasta que logre visualizar la nuestra, pude ver a Dylan conversando con mi madre que al parecer estaba sola.
Saludé educadamente mientras mis ojos seguían recorriendo el lugar, inconscientemente lo estaba buscando a él, no veía a Haron por ninguna parte.
- ¿Jennifer? Mi hermana llamó mi atención
La mire algo confundida.
-¿Si? Pregunté notando que Dylan me sonreía.
- Dylan te está hablando cariño dijo mi hermana forzando su sonrisa.
-Disculpa, esque estoy encantada con toda la decoración menti, está todo tan bonito esta noche ¿Cómo estás cuñado? Dije lo más gentil que se pueda.
-Que bueno que te guste, nos esforzamos mucho para que así sea dijo mirando a mi hermana quien ya se encontraba más Tranquila.
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Nunca más.
Romance¿Qué pasa cuando pierdes al amor de tu vida y conoces a alguien que te la recuerda tanto que duele? Él carga con la culpa del suicidio de la mujer que ama y llega ella, quien teniendo tantos conflictos familiares decide refugiarse en sus brazos. Jen...