Cap.32

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Jennifer

Iba ya por medio camino cuando el chofer recibe una llamada, al parecer recibía unas instrucciones porque se limitó a contestar "Entendido señor" no le di gran importancia hasta que noté que nos desviabamos del camino a mi casa.

- ¿Disculpe? Dije llamando la atención del hombre. ¿A donde vamos?
- Tranquila señorita, sólo es un pequeño desvío.

Entrecerre los ojos algo desconfiada pero me vi de manos atadas, de igual manera el hombre parecía alguien responsable y serio, no se parecía nada a los taxistas con los que una sube y ya piensa en la posibilidad de ser secuestrada, asaltada o violada.

Saqué un pequeño espejo de mi bolso de mano y miré mi rostro, estaba un desastre, por estar llorando y restregando mis ojos con las manos me había arruinado el maquillaje.

Limpie un poco con los dedos, de igual manera ya no importaba, me observé un rato más, me he decepcionado tanto últimamente que cada vez dolia menos, últimamente lloraba de rabia e impotencia, no poder tomar una decisión de una vez por todas me sacaba de quicio.

Guarde nuevamente el espejito y miré el camino, pude reconocer el lugar, a unas cuadras más se encontraba la playa donde Haron me había traído meses atrás. Era muy diferente por la noche pero recordaba perfectamente todo.
-¿Qué hacemos aquí?

***
Haron.


Porque carajos todo siempre debe ser así con ésta mujer, dije dando un suspiro largo y pesado, no era bueno para ésto, siempre me iba y ya, problema resuelto, pero con ella no funciona, no importa que tanto me aleje, no sale de mi cabeza y siento que ésta vez sí debo hacer algo más.

Morgan había sido clara conmigo, la última vez que hablamos, en aquella playa, ya no quería verme, le hacía mal, me pidió que no vuelva a buscarla, se supone que eso hice y al final resulta que no era eso lo que quería.

¿Acaso se cree la única que sufre? Nada de eso, yo había quedado muy mal, Anne no se despegaba de mi y también sufría, quise hacer algo bien, ella no era mala, quise darle esa oportunidad porque yo vivía en carne propia lo que era no poder tener aquello que tanto se quiere, quise al menos hacer feliz a una persona.

Todos estos meses que pasaron lleve una vida ocupada, trabajaba más de la cuenta; iba a fiestas con Anne y también sin ella, lo único que Sara me contó de Morgan era que estaba trabajando, nisiquiera me contó donde. No insistí, respete y entendí que la estaba protegiendo de mi, del monstruo que al parecer todos consideraban que era.

Juro que lo último que esperaba ésta noche, era verla, se supone que no iba a venir, se supone que su orgullo no le permitía. ¿Me mintieron? Por supuesto que me mintieron, al igual que todo el mundo, Dylan también me quería lejos de ella.

Cuando la vi ahí parada a escasos metros, simplemente entre en shock, su mirada no era la que esperaba, sus ojitos, su mejilla sonrojada resaltaba aún debajo de su maquillaje, todo fue muy rápido, Anne presenció todo el cruce de miradas y sacó las uñas, tampoco la culpo, era lógico.

Que maldito momento jodido fue ese, Anne encima mío, marcando su territorio con firmeza, con ese beso que me sentí obligado a corresponder porque tampoco quería hacerle pasar un mal momento frente a todos.

Por el compromiso que tenía con ella, tuve que respetarla en aquel momento, darle su lugar, pero en ese mismo instante tomé una decisión.

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