Cambios bruscos (cap.2)

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Tocaron la puerta y mi hermana fue quien abrió.
- ¡Enana, Jeremy está aquí! Gritó desde abajo
- ¡Ya voy! contesté con otro grito. Me puse mis calzados rápidamente y me dí una última mirada.
- Bien, es todo, me dije a mi misma, mi estado de animo influía bastante en mi autoestima , aunque en realidad, había días en que nada de mi me gustaba, era de tez blanca, Sara siempre decía que amaba mi piel, estatura mediana, no tenía curvas muy pronunciadas, más bien un poco de cada cosa por decirlo de una manera, mi rostro era algo aniñada pero Jeremy decía que me daba un toque especial, que junto con mi simpática personalidad me diferenciaban de las demas chicas.

Yo siempre estaba bromeando y aveces era algo lenta para entender las bromas que me hacían, pero irónicamente si me iba super bien en los estudios.
En fin, un grupo de contrastes raros me definían.

Bajé corriendo las escaleras y mi sonrisa se formó de oreja a oreja al ver a mi novio esperándome con una sonrisa llena de amor, me acerqué rápidamente como niña de 5 años, toda emocionada, salté a su agarre, él era mucho mas alto por lo que me enganché a su cintura con ambas piernas y quedé en sus brazos, acuné mi rostro en el hueco de su cuello y cerré los ojos disfrutando el momento, siempre lo saludaba así y eso le causaba mucha gracia.

-Te extrañaba, me dijo bajandome.
- Y yo a ti, contesté con una enorme sonrisa.
- ¿Cómo me veo? Interrumpió Sara, caminando un poco y haciendo varias poses, me dejé caer en el sofá y la miré divertida, no me acostumbraba a verla tan elegante, estaba hermosa pero por alguna razón a mi siempre me causaba mucha gracia verla.

Llevaba un vestido negro, entallado, hasta la rodilla, realzaba bastante su figura, pero yo me preguntaba ¿Cómo hará para respirar?

Su cabello suelto caía por la espalda abierta y los zapatos altos la hacían ver tan... rara ante mis ojos, por esas cosas casi nunca la acompañaba a sus cenas o eventos, pero a Sara le fascinaba y se le notaba en su deslumbrante sonrisa.

- Te vez hermosa, me limité a decir.
- Es una lástima que no vengas, Dylan me pidió tanto que estés, no insistí porque bueno, ha sido un día pesado para ambas.
- Discúlpame con Dylan, aunque seguro no le importará mi ausencia, dije desviando la mirada hacia la ventana, un coche estacionó en frente.

- Me voy chicos, Sara se despidió con su imborrable sonrisa.
- Diviértete, me despedí aliviada por no verme obligada a acompañarla.

Me quedé mirando la puerta por unos instantes, hasta que sentí la mano de Jeremy tomar la mía, parpadee un par de veces antes de voltear a ver que tenía su mirada fija en mí.
- Pensaba en cuanto había cambiado mi vida, solté de la nada. Desde que empezaron los problemas económicos, mi papá casi nunca estaba y mamá siempre andaba de malas, me di cuenta que poco a poco se desligaban de Sara y de mi.

Nosotras hacíamos lo que queríamos, Sara era quien de vez en cuando me ponía límites, pero últimamente ella también andaba metida en su mundo, también la estoy perdiendo.
- Ey ¿Acaso yo no cuento? Preguntó Jeremy fingiendo estar ofendido. Reí tontamente.
- Un poquito, contesté arrugado la nariz.
-Eres malvada, por eso te quedas sola, contra atacó. Ambos reimos.

Su don era hacerme reír cuando mi dramática mente me pintaba un panorama de desgracias sobre evaluadas, yo siempre exageraba todo sin darme cuenta.
- ¿Me dirás por qué me abandonaste ésta tarde? me giré para mirarlo a los ojos, yo le confiaba todo, asi que no dudé.

-Mis padres se separarán, dije con pesar.
- ¿Pero cómo?
- De hecho, ya están separados, papá se fue con otra y mi madre decidió ir a vivir con mi tía, esa que te conté que se la pasa en fiestas y bebiendo, dije frunciendo el ceño.

Odiaba la decisión que tomó mi madre, pero al parecer es una especie de desquite o algo así, que se yo.

- Te quedas con Sara.
- Sí, seremos ella y yo ahora, no sabes lo feo que se siente, papá nisiquiera contesta mis llamadas y mamá dice que Sara cuidará de mi. ¡Esto es tan frustrante! Dije hundiendo mi hombro en señal de derrota.

- Tranquila amor, sé que es dificil pero no estés mal, me tienes a mí, jamás te dejaré y no se cómo, pero prometo llenar todos los espacios vacíos en tu complicada vida, eres mi princesa y haré lo que sea por hacerte sentir mejor.

Sentí que algo me aprimía fuerte el pecho, necesitaba tanto oír esas palabras, yo no soy de demostrar mucho mis emociones pero en verdad estaba hecha un caos, me sentía tan insignificante, tan abandonada por mis padres, estaba asustada y oír a Jeremy decirme todo aquello sólo me impulsó a darle un abrazo tan fuerte que sentía que se me iba la vida en ello.
- Tranquila, me susurraba al oído mientras me sostenía fuerte contra su pecho.

Estuvimos hablando hasta tarde, pero él debía irse ya que trabajaría al día siguiente.
Me despedí agradecida por haber sido paciente y cariñoso conmigo en momentos tan complicados.

Decidí que iba dormirme, era tarde y Sara seguro no volvería ésta noche, me cambié de ropa después de una reconfortante ducha, me recosté y me puse a leer un poco para mantener mi dramática mente ocupada.

***

- ¡Jen, despierta, no seas floja!
Sentí que me sacudían, no sé en que momento me había quedado dormida.
-Preparé el desayuno pero ni creas que te la traeré a la cama eh, insistía Sara.

Abrí los ojos como pude y me los frote con las manos, me senté en la cama y observé a mi irritante hermana.
-Que mierda sucede Sara, dije usando mi no tan delicado vocabulario.
-Ninguna mierda Jennifer Morgan me regaño molesta, pero enseguida su rostro se volvió a llenar de una sonrisa que hasta se veía algo ridícula.
- Tengo noticias, te espero para que desayunemos, me dijo y salió de la habitación.
-Genial... me queje con desgano.

Entré bajo la ducha y me permití disfrutarlo sin apuros, al parecer serian buenas noticias pero con Sara nunca se sabe.
- Jen, necesito que salgas pronto o me iré sin contarte nada, amenazó mi hermana desde afuera del baño.
-¡Eres tan irritante! Contesté. Odiaba que me apuraran.

10 minutos después ya estaba en la cocina con Sara, me senté a su lado en la mesa donde ya estaba una taza de café esperándome.
- ¡Te tardaste mil años! Ya temía que te hubieses ahogado, reclamó mi hermana con obvia impaciencia.
-Pero ya estoy aquí, mejor dime de una vez que es eso tan grandioso que quieres contarme.
- Debiste ir conmigo anoche, no sabes Jen ¡Fue tan hermoso!
-¿Hermoso? ¿La bienvenida a tu cuñado? Pregunté confundida, aquello no debía de emocionarla tanto.
-No, eso no ¿Recuerdas que Dylan quería que estés en la cena?
¡Ay hermanita estoy tan feliz! Dijo cubriéndo su rostro con ambas manos.
-Sara no estoy entendiendo nada.
Ella me confundía mucho y estaba perdiendo la paciencia.
- Esque Dylan estaba esperando que su hermano regresara de su viaje y quería que tú también estés presente para pedirme... Jen, hermanita ¡Me voy a casar!
Se levantó y empezó a dar saltitos de emoción, mostrándome el anillo en su dedo.

Abrí los ojos tan grande como pude. Nunca la había visto tan feliz y yo no sabía como reaccionar, mi hermana se casa, se irá y yo... Ella saltó a mis brazos interrumpiendo ese pensamiento, me apretó fuerte y me di cuenta que no podía arruinarle su felicidad con mis miedos, le correspondi el abrazo y puse mi mejor cara, una gran sonrisa que no se ni como logré dibujar en mi rostro.

- Felicidades Sara, sé cuánto amas a Dylan y él a ti, sé que seran muy felices dije sinceramente.
-Gracias Jen, ¡Sí que lo seremos! Estoy tan feliz, dijo desviando su vista a un reloj que colgaba por la pared, te daré más detalles por la tarde, debo irme, te amo pequeña, nos vemos, dijo tomando su bolso y desapareciendo rápidamente por la puerta.

Y yo me quede ahí, sentada mirando fijamente la taza de café que nisiquiera había tocado aún.

-Se va, me susurre a mí misma, Sara también se irá.

Debía poner mi mejor cara, era obvio que todos seguirían con sus vidas, sería estúpido pensar que se detendrían por mi.

Hola, al parecer las cosas no van bien para Jennifer, primero sus padres y ahora su hermana ¿Qué piensan?
¡Menos mal aún tiene a Jeremy!

No olviden dejar sus votos ♡

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