Love is not over《YoonMin》

Conocerte

🌼🌼🌼

Estaba caminando por los pasillos de la Universidad.
Desde que llegue mi estomago ha estado acalambrado y he estado sudando mucho.

Hoseok jaló mi brazo y los dos quedamos dentro de la enfermería.

- ¿Que hacemos aquí, idiota? - le dije al ver que la enfermera nos miraba curiosa.

- No seguiré aguantándome tus gruñidos y quejidos todo el día. -le dio una palmada a mi estómago y gruñí. -Enfermera!!!

Rodé los ojos y miré hacia un lado.

- ¿Necesitan algo? -la mujer de bata blanca se acercó a nosotros.

-Si, mi amigo esta más gruñón de lo normal. - él se carcajeo solo.

La enfermera sonrió y me guio a una camilla.

- ¿Tu nombre? - dijo tomando la libreta de reporte.

-Yoongi, Min Yoongi. -respondí apoyándome sobre la camilla.

Hoseok, como es de costumbre se distrajo y empezó a jugar con unas cosas dentro de un cuenco de metal.
La mujer tomo una linterna y alumbro mis ojos, parpadeé varias veces cuando lo alejo de mi cara.

Un par de minutos después la voz repentina de Hoseok retumbo en nuestros tímpanos.

-ME TENGO QUE IR!! -grito Hoseok alarmándonos a todos sin dar explicación alguna. -Nos vemos!!

La enfermera refunfuño por el bullicio provocado por mi querido y extraño mejor amigo, tomo algo y lo amarró en mi brazo para tomar mi presión. 

- ¿Cuándo tuviste tu último celo? -dijo retirando el objeto de mi brazo.

- El mes pasado. -dije sin importancia.

Mi etapa de celo no era muy fuerte, por eso no necesitaba de un o una omega para satisfacerme, solo dormía todo el día.

-Por lo que veo...-acomodo sus lentes. -Tu celo se adelantó mucho más de lo esperado, te recomiendo ir a casa.

- ¿Se adelanto? ¿Por qué? -dije extrañado.

- ¿Ya ha marcado a un omega? -preguntó.

Sentí el calor explotar en mi cara.

Nunca hablé de esos temas, ni con mis padres, todo lo aprendí en la escuela.

¿Alfas y Omegas? Nada de eso me importaba.

-No. -dije aclararando mi garganta.

-Entonces solo es algún desorden hormonal, eres joven, pero te recomiendo tener más citas...- la enfermera me guiño un ojo.

Yo la mire entre cerrando los ojos.

- Lo tomare en cuenta. -dije cuando alcé mi mochila. -Gracias.

Escuché un débil de nada por su parte y me puse en marcha.

Respiré hondo y caminé en dirección a mi casillero para buscar mis libros.
Después de caminar por algunos pasillos llegue a mi destino.

Saqué mi libro y cerré la puerta de metal, me disponía a guardarlo en mi mochila pero un fuerte aroma a Glicinas [1] y Vainilla golpearon mis fosas nasales, mi lobo me rasguñaba el pecho alborotado y mi entre pierna empezó doler.

Dulce...

Solté un gruñido y mi libro cayó al suelo.

Miré a mi alrededor y me di cuenta de que no era el único hipnotizado por tal majestuoso aroma.