" Todas esas heridas...me dejarías curarlas?
" Todo ese peso del pasado... lo cargaríamos juntos? "
🌼🌼🌼
" Aun piensas que no te amo...? "
" Esty sucio, mereces algo mejor... "
• Jimin: Omega
• Yoongi: Alfa
YoonMin ❤ O...
Su cálido cuerpo reposaba sobre el frío cuerpo del alfa, sus piernas entrelazadas y los brazos a su alrededor lo envolvían le dándole un sentimiento de regocijo.
Luego de que Yoongi lo atacó con un mar de besos, decidieron comer la pizza y mirar una película abrazados. Justo como estaban ahora.
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Al recordar los finos labios del alfa sobre los suyos, Jimin se sonrojo e inconscientemente escondió su rostro en el cuello del otro. Cuando Yoongi se percató de esa acción lo apretó más entre sus brazos.
- Hyung... -Jimin lo llamo desde su escondite. Yoongi estaba distraído oliendo el aroma que desprendía su cabello y en los besos que dejaba sobre su frente.
- Hyung... -lo volvió a llamar.
- Mmmh... -le respondió muy concentrado en su labor.
- No puedo respirar. -murmuro Jimin palmeando el brazo ajeno.
Sorprendido, Yoongi aflojó sus abrazos.
Jimin alejo su rostro sonrojado por la falta de aire y la vergüenza. Aunque estuviera avergonzado hasta los huesos, no alejo la mirada de la de Yoongi, el cual lo miraba con una intensidad sorprendente, sentía que podía ver lo más profundo de su ser, Jimin no podía ocultarle nada.
- ¡Eres tan lindo! -Yoongi no pudo contenerse al ver el sonrojado rostro de omega frente a él, sentía que su corazón explotaría.
- Hyung!! -grito Jimin aumentando el calor en su rostro.
Yoongi río al compararlo mentalmente con una linda cereza.
- Esta bien, está bien. -dijo mientras le peinaba el cabello hacia atrás.
Jimin volvió a acurrucarse dejándose envolver por el gustoso aroma del alfa que lo sostenía como si temiera que huyera.
Entre besos y mimos, Jimin cayó dormido.
Con movimientos lentos Yoongi alcanzó el control remoto y apagó el televisor, el silencio de la noche le permitió concentrarse en el hermoso rostro frente a él, con sus dedos repasó las finas facciones del omega dejando toda su atención en los rosados labios.
Con un gruñido adorable Jimin alejo la sábana que lo cubría dejando al aire su cuerpo vestido con la ropa del alfa.
En su interior el alfa agradeció que su ropa le quedará holgada, con la tentación a flor de piel pudo admirar cada parte del pálido abdomen del omega. Dejándose llevar, dibujo pequeños círculos sobre la piel expuesta, sus ojos viajaron hasta el rostro dormido de Jimin esperando una reacción; al no ver ninguna prosiguió.
