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Tu eres mía y yo tuyo

-¡¡Tony!!-se despertó exaltada lo busco a su lado y se sintió aliviada al verlo dormir, se acomodo bajo su brazo y abrazo el cuerpo de Tony, este último se movió y la abrazó con fuerza, a veces tenia miedo de perderlo, de que él no regresara de sus misiones, se decía así misma que era como estar casada con un policía o militar y que había personas que lo necesitaban, claro que los policías no pelean contra aliens o dioses o androides

-Has tenido un mal sueño?- llego la voz de Tony en un susurro

-Esta bien, solo hay que volver a dormir

-¿Segura que no quieres hablar de ello? -Tony le dijo a pepper, ella se quedo callada unos segundos y después hablo

-No regresabas Tony, no lo hacias- su voz se rompió y lágrimas corrieron por sus mejillas humedeciendo la camisa de Tony -por favor dime que siempre vas a volver se que... solo dilo ¿si? ...necesito escucharlo -le dolía escucharla llorar y saber que era su culpa pero esta es la vida que había elegido para cambiar al mundo, para tener un mejor legado

-Te prometo que lo are, pepper, siempre volveré a ti no importa que, siempre lo haré por que soy tuyo y te pertenezco al igual que eres mía y nunca te dejare -beso su frente y sobo su espalda por un intento de consolarla y calmar sus sollozos

-Te amo Tony, gracias -lo beso en los labios y él le correspondió, después de un tiempo los dos se volvieron a dormir con lágrimas secas en sus mejillas.