Extra

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Allen miraba la puerta del orfanato, o más bien lo que había más haya de esta.

Tenía un cuento entre las manos, "la niña de las cerillas", lo había leído durante todo el día junto con los otros niños del orfanato, y pregunto que si podía llevárselo con el a la cama, y cuando dieron las doce se sentó e. La entrada del orfanato viendo fijamente la puerta.

Llevaba en el orfanato una semana, y aún tenía la esperanza de que su padre apareciera por la puerta para irse los dos juntos ha casa.

Volvió ha abrir el cuento y leyó la parte donde la chica encendía cerillas y pedía los deseos.

Tras leer esa escena unas 6 veces, se fue a la cocina del orfanato y busco cerillas por todos lados, no se rindió hasta encontrarlas una media hora después.

Con una sonrisa de oreja a oreja, se llevó las cerilla, y se dirigió a la entrada del orfanato. Una vez llegó se sentó e intento encender la primera tal y como lo hacía la niña en el cuento.

La primera no llego a encenderla, se rompió la cerilla, la segundo hizo chispa pero ahí se quedó, y ya la tercera logro encenderla con éxito, al ver que el fuego se mantenía sonrió y empezó a pedir su deseo.

- quiero que papá venga como vino la abuelita de la niña - le dijo a la cerilla encendida.

Pero cuando se dio cuenta la cerilla ya se estaba acabando y su padre no aparecía, cuando se acabó se quemó y dio un grito que despertó a Mana.

Pero mientras esté venía o no, Allen encendió otra con éxito.

- que estás haciendo Allen?? - pregunto el hombre sin alterarse aún viendo lo que estaba pasando - que haces con esas cerillas - y vio el cuento.

- en el cuento la abuelita recogía a la niña de la nieve al encender las cerillas, - dijo Allen al borde de las lágrimas - yo quería que papá viniera.

Mana abrazo a Allen cuando esté empezó a llorar.

- Allen debes olvidarte de ellos - le dijo al rato - es por tu bien, tus padres no van ha volver a por ti - le empezó a acariciar la cabeza - pero puede que te adopte otra familia.

Mana consoló a Allen hasta que se durmió.

- aunque no entiendo quien querría abandonar a un niño tan lindo como tú.

A pesar de lo que le dijo Mana, Allen no se apartó de la puerta por un mes entero, esperando día y noche hasta el cansancio por su padre.

Y a los dos meses cambio tras ver la tele, no salía de su cuarto, le tenían que llevar la comida hasta allí, y cuando por fin salió destrozo el piano de juguete que había en el orfanato, entre lágrimas.

UNOS AÑOS DESPUÉS.

Allen 12 años.

- Cross, crees que esto es necesario? - pregunto Mana al ver la cantidad de libros que el pelirrojo había colocado en la mesa enfrente de Allen.

- si - le contesto - escúchame bien Allen, tu curso intensivo empieza ahora, más te vale no fallar.

- de acuerdo - le contesto motivado.

- bien - dijo Cross cogiendo el primer libro - que empiece la tortura.

Mama se alejó de la mesa donde estaban los otros dos y se dispuso a limpiar el cuarto de Allen, allí debajo de la cama, se encontraba una caja grande, dentro estaba la ropa con la que apareció Allen aquella noche, el cuento, y el piano de juguete que destrozo.

- ¡¡No quiero dar música, ni loco!! - se escucho gritar a Allen.

- pues te jodes es lo que hay. - le contesto Cross

( Vaya dos )




Fin del extra.

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