Capitulo 22.

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En ese momento no sabia que hacer, tenia delante de mi al hombre mas sexy del mundo, el hombre al que amo con una sonrisa picara en sus hermosos labios, y antes de que pudiera darme cuenta el me había agarrado por la cintura y me había acercado a el sacándome, literalmente, del armario para luego coger y besarme en los labios.

No fue un beso beso, mas bien fue un roce entre nuestro labios, yo todavía no podía procesar lo que estaba ocurriendo, por lo tanto no respondí como debería de haberlo echo, y al verlo se separo.

- vaya, vaya, vaya, a tu edad y todavía no sabes dar un beso en condiciones - me dijo Tikky con un tono divertido - tranquilo yo te enseñare la manera correcta de besar a alguien - me susurro en el oído y después fue repartiendo besos desde mi cuello hasta mi barbilla deteniéndose antes de que llegara a mis labios. - entonces Lavi que es lo que quieres?

A pesar de que estaba prácticamente fuera de mi, no pude evitar irritarme por esa pregunta, lo único  que quería era que me siguiera besando, que me lamiera entero de arriba a bajo, y me hiciera suyo en cada rincón de mi cuarto, no, de esta casa, para que nunca olvidara que el es mio y yo de el. Pero......... me daba mucha vergüenza decirlo en ese momento, solo hacia cuanto? cinco minutos? tal vez menos? mi mente no terminaba de procesar el que le gustara a este dios griego que invadía mis pensamientos toda las noches.

- y bien? - me saco de mis pensamientos - que es lo que quieres?

- yo.... yo quiero...... - joder tan difícil era coordinar mi mente con mi boca? - yo quiero ser tuyo. - cuando finalmente lo dije en mi interior empece a saltar de alegría. 

- como deses - fue lo que dijo antes de besar apasionadamente mi cuello sacándome varios gemidos, lamidas, mordiscos, besos e incluso succiono algunas zonas, mis gemidos no paraban de salir, era normal nunca nadie me había echo eso y estaba mas caliente que de costumbre.

De un momento a otro Tikky me dio la vuelta y me obligo a verme al espejo que habia detras de mi en el armario, en el pude verme ya sin la toalla, como vine al mundo, y con un gran problema en la entrepierna, y entonces repare en que en mi cuello habia tres chupetones, que sin duda alguna permanecerian en mi cuello como minimo unos cuantas semanas, pro no me importaba.

- puedes verte Lavi? o el deseo te ha dejado totalmente ciego - me pregunto llevando una de sus manos a uno de mis pezones - quiero escucharte mas - susurro en mi oído y  me lo mordio suavemente para después lamerlo.

- ti--Tikky! - gemi su nombre cuando llevo su otra mano a donde estaba mi miembro.

Él solo sonrio, y al ver que agachaba mi rostro, lo volvió a alzar para que viera la imagen enfrente de mi, el verme reflejado en el espejo, el ver como su mano acariciaba mi miembro era mucho para mi y mis piernas fallaron, pero Tikky no dejo que yo tocara el suelo, me cogio a tiempo, me obligo a girar e hizo que mis piernas se enrollarán en su cintura.  Al mirarlo a los ojos, más el roce se nuestros miembros, me hicieron perder la razón y soltar un sonoro gemido.

- aaa Ti-ti-kky - le llamé entre gemidos - estás mu-muy du-ro - ni yo mismo creía lo que dije.

- pues claro que lo estoy - me dijo acercándose a mis labios, parando a unos centímetros de estos - cada vez que te miro me pongo cachondo - me dio una lamida en los labios - saca tu lengua - más que pedírmelo me lo ordenó.

Pero yo no le hice caso y hundí mi cabeza en su cuello, y sin esperar a que dijera nada empecé a hacerle lo mismo que el me había echo a mi. Le lamia el cuello, se lo mordía, succionaba, y no pare hasta hacerle un chupetón, al alejarme lo vi con satisfacción, no eran tantos como los que el me había echo, ni se notaba tanto, pero aún así se lo había echo. Cuando repare en mirar a Tikky a la cara, me asusto un poco, no escuché que soltara gemidos muy audibles, pero sus ojos se habían oscurecido, y cuando me miro sentí como si un escalofrío recorriera por todo mi cuerpo.

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