El Internado

Capítulo 20.

Capítulo por petición de natsumidragonil .Espero que os guste a todos.

Kanda Yuu.

La primera vez que lo vi me enamoré perdidamente de él.

Si bien nunca había creído en el amor a primera vista, esa vez con tan solo cinco años mis ojos no pudieron dejar de mirar la cálida sonrisa que su hermoso rostro me regalaba, aquel chico, que era menor que yo, con sus hermosos ojos de un color que no pude definir y cabello blanco como los viejos, pero que en el se veía perfecto, supe que era el hijo del mejor amigo de mi difunto padre y de mi abuelo, Allen

Al ignore lo que me decía, tanto mi corazón como mi mente, y pensaba que simplemente me había llamado la atención aquel chico por su singular color de ojos y cabellos, idéntico a su madre.

Pero con el tiempo entendí que me había enamorado, si bien recuerdo fue en ese momento, cuando fui a su casa y el estaba llorando, fue en ese momento que me di cuenta que quería verle sonreír pasará lo que pasará.

- estas bien?? - le pregunté cuando me acerque a él, al levantar la mirada, me observo con detenimiento y cuando vio que venia solo empezó a llorar más fuerte.

- no lo hago bien - dijo entre el llanto, por un momento pensé que le habían pegado o le habían regañado por algo. - no toco bien el piano como papá.

Se me hizo super tierno, tal vez fue por que yo era dos años mayor que el, pero yo supe que decirle para animarlo, algo que naturalmente hubiera sabido cualquiera con más edad.

- tu papá toca bien el piano por qué ha practicado desde que era pequeño, es normal que un principiante como tú no toque como el - le dije mientras le acariciaba la cabeza como si fuera un perrito, un hermoso y adorable perrito. - cuando crezcas tocaras como el, y quién sabe, puede que llegues a superarle.

Fue en ese momento, cuando levanto la cabeza con una sonrisa en sus labios que me di cuenta que lo amaba con locura a pesar de mi corta edad. Y por supuesto no dude en anunciarlo, después de que mi familia se reunieran como unas tres o cuatro veces más con la familia de Allen les comunique mis planes, claro está que ellos viendome como un niño pequeño creyeron que era una broma.

- mamá, abuelo, señor Nea, señora Mira - les llame con voz firme - cuando sea mayor quiero casarme con Allen - al terminar de hablar hubieron en la sala diferentes reacciones, mientras que mi madre y mi abuelo me miraban sorprendidos, el señor Nea se empezó a reír, pero la que menos me gustó fue la reacción de la madre de Allen, que me miro con algo de asco.

- muy bien - dijo el padre de Allen - si cuando cumplas veinte años piensas igual, no dudaré en darte la mano de mi hijo - dijo sin quitar la sonrisa de su cara.

- Nea!! - grito con tono enfadado su mujer.

- o vamos no te lo habrás tomado enserio verdad? - le dijo mi abuelo a la mujer de Nea.

- yo lo prometo señor Nea, jamás le haré daño, siempre lo protegeré de todo mal, y le daré un hogar cuando crezcamos - dije agarrando la mano de Allen, él seguramente no tenia ni idea de lo que estábamos hablando, pero al ver a su padre sonreír le dio igual y sonrió también - A-chan, te haré super feliz - fue lo que le dije cuando dirigí mi mirada hacia el y vi su sonrisa.

Durante unos tres o cuatro años más la felicidad que nos rodeaba era de un intenso color de rosa, como muchas veces decía Lavi, la madre de A-chan nunca dejo de mirarme de forma extraña a pesar de que era un niño pequeño, pero cada vez que le recordaba que quería casarme con su hijo, un aura de odio intenso era lo que percibía de ella.