Hamilton Pleasures |Serie Hamilton| [TERMINADA] #0.5 <SIN EDITAR>

Capitulo 31: Dinero...

Las noticias corren rápido en este pueblo. Solo tardamos 30 minutos mas en el despacho del banco cuando ya todo el mundo sabia que lo había comprado. Todas las personas se detenían para mirarnos y señalarnos cuando pasábamos a la par de ellos. Me esta poniendo de los nervios! Pero todo empeoro cuando Saraí se acerco molesta seguida de su mamá.

-Quien te crees que eres para robarle el banco a mi esposo? -grito enfurecida-

-Hija, por favor cálmate -dijo Sarah agarrándola del brazo- Empeoraras todo.

-Te crees muy perfecta porque ahora vives en Paris y tienes esa agencia de modelaje? -rio sarcásticamente- Ni que fueras tan especial.

Me estoy enfureciendo y eso no es nada bueno.

-Mi esposo trabajo demasiado para que ese banco no quebrara y darle algo a la familia Roosevelt! Y viene tu -miro a Lucas con asco o lo aparento porque el sonrojo en sus mejillas la delato- ni siquiera te creo que sea algo tuyo.

Listo, estoy enfurecida.

-Quieres saber quien soy, Saraí? -la mire con una sonrisa falsa- Por hoy, solo Lucia Laurenti, la prometida de Lucas Hamilton. En unos días seré Lucia Hamilton.

Su rostro palideció y empezó a tartamudear.

-Tu esposo solo le daba migajas a la familia Roosevelt, en cambio yo, les daré todas las ganancias del banco. -Lucas apretó mi mano- Seguiré ayudándole a las familias mas necesitas, algo que nunca debió cambiar.

Hale a Lucas y empecé a caminar rumbo a la casa de los Roosevelt. Estaba a tan solo unos minutos, asique cuando llegamos a la entrada, mire a Lucas a quien no me había atrevido a ver en todo el camino. Para mi sorpresa, estaba sonriendo.

-Es tuyo, linda. -me dijo sin dejarme hablar- Haz todo lo que quieras con él.

Asentí sonriendo. Iba a tocar la puerta cuando Lucas me abrazo por la espalda.

-Estoy orgulloso de ti, Lucy Hamilton.

Joder, escucharlo salir de su boca es tan magnifico. Me di la vuelta y sonreí, algo nerviosa.

-Creo que mañana podemos venir hablar con ellos. Ahora, solo quiero mimar a mi prometido.

Lucas me miro sorprendido. No soy muy de ser romántica, pero este hombre se lo acaba de ganar. Es hora de que deje de ser una miedosa y solo me entregue a él. Que podría salir mal si dejo salir mi lado romántico que oculte a los 16 años? Nada. Porque hablamos de Lucas, el hombre que amo y que me ama.

Al llegar a casa, no había nadie en la sala ni en la cocina, asique subimos corriendo hacia la habitación. Cerramos la puerta con seguro, nos quitamos los zapatos y nos tiramos a la cama riéndonos.

Me recosté en el cabezal de la cama y Lucas recostó su cabeza en mis piernas. Acaricie su cabello, sedoso, bien cuidado para ser de un hombre. Posiblemente hasta este mas cuidado que el mío...

-Tengo que admitir que me puse caliente cuando despediste a ese imbécil. -dijo con voz ronca- Lo único que pude pensar en ese momento fue en lo orgulloso que estaba de mi fiera y en lo buena que te miras furiosa.

-Tu siempre andas caliente. -dije riendo-

-Solo por ti, sexy.

Sonreí. Se supone que el sexy solo es mi apodo hacia él. Se lo dejare pasar...

-Retomando la conversación...-suspire- Multibillonario?

-Multibillonario, amor. -respondió burlón-

-Me dejarías todo ese dinero cuando nos casemos?

Se levanto, puso su brazos a cada lado mío, con su rostro a un centímetro del mío-

-Te daré mas que eso, Lucy. Te daré hasta mi alma...

-Le estas dando tu alma a una aprendiz del diablo, cielo?

Sonrió con picardía y asintió.

-Si eso me permite estar toda la vida contigo, si.

Perfección? Lucas Hamilton, queridas.

Pasamos lo que quedaba de la tarde besándonos. Si, solo besándonos. Con algunas caricias pero no pasamos de ahí. Y dirán, ¿porque?, pues...

-Niños! Bajen a cenar! -grito mamá-

Mamá es siempre puntual con la cena.

-Entonces, lo despediste? -asentí y mamá sonrió- Al fin esa Parker dejara de presumir.

-Les daré toda la ganancia a los Roosevelt. -le dije a mi mamá y para sorpresa mía estuvo de acuerdo-

-Escuche que Frank quiere ir a la Universidad de Boston pero sus padres no pueden pagarla. Ese chico es muy inteligente -dijo papá- Me lleva la contaduría de la granja hasta tengo mas dinero del que creía tener.

-Pero la universidad de Boston es realmente cara. -explico mi mamá a papá- Lo del banco no les bastara para todos los gastos.

-Creen que quisiera trabajar? -les pregunto Lucas-

Papá asintió

-Ese muchacho estaría encantado.

Y al día siguiente, cuando vimos a Frank, un muchacho realmente guapo, caballeroso y con buen corazón, rompió a llorar.

-Mi hijo tendrá una beca? -repitió la pregunta Nancy, la mamá de Frank- Pero como?

-Hable con sus maestros y todos me aseguraron que es un chico responsable y muy inteligente. Me dieron sus calificaciones y las mande a un amigo de la universidad de Boston. -les dijo Lucas sonriendo- Accedieron a la beca completa.

No, no lo hicieron. Accedieron a darle una media beca pero Lucas les dijo que el daría la otra mitad. Accedieron y con un solo clic, Lucas les mando la mitad exacta. A los segundos, llego la carta de aceptación con la palabra "Beca completa" en negritas.

-Y tengo una empresa en Boston, es de contadores. Se encargan de llevarles la cuenta a muchos bancos de todo Estados Unidos. Louis me dijo que le llevas la contaduría de la granja asique podrías hacer como una pasantía. -Frank lo miro sorprendido- Por supuesto, te pagare.

Frank me miro

-Te ganaste la lotería con este hombre.

Todos reímos.

-No, yo soy el mas afortunado. -respondió Lucas- Entonces, hacemos un trato?

Asintió. Nancy se levanto del sofá y abrazo a Lucas, luego a mi. La pobre se miraba muy cansada pero aun así tenia una gran sonrisa en su rostro. Y eso que aun no le hemos dicho lo del banco...

-Eres mi lotería, Lucas Hamilton -le dije cuando Frank fue a la cocina ayudar a su mamá con el almuerzo-

-Yo? -pregunto haciéndose el mal entendido- No es mi dinero?

Lo golpee en el hombro.

-Insinúa que estoy contigo por tu dinero una vez más y...

Me beso. Un beso corto pero muy tierno.

-Soy tu lotería, linda.

Me guiño el ojo y sonreí.

-Eres mi todo -dije- No se que haría sin ti...

-No se pero no quiero que lo averigüemos.

Lo volví a besar, esta vez mas apasionado.

-Esta noche te daré un gran premio, sexy.