Capítulo 4: Dolores

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El día pasó mas tranquilo de lo que esperaba. Hannah no volvió hablarme, de seguro la asusté demasiado. Lucas me mandó un mensaje diciendo que dormiría en casa de Chase y Alaska, aprovechando que no están.
No tenia demasiado trabajo ya que Chase se encargo de hacer lo mas que podía para no dejarme más peso encima, cosa que agradezco. Alaska también me dejo muchos de sus apuntes y pendientes para facilitarme todo. No era un trabajo fácil el que tenia que hacer, presidenta y vicepresidenta, todo al mismo tiempo. También tenia que ser mi asistente personal...de locos.

Mande muchos mensajes a varias empresas de maquillaje, ropa, fragancias, etc. Necesitábamos hacer que un 70% de nuestras chicas, firmen contratos con empresas importantes.

Aun tenia esa espina en mi corazón por no haber sido modelo como siempre había querido pero cuando Alaska quedo embarazada de Greggy, no podía ayudar a Chase, asique me resigne a seguir mis sueños y me convertí en su asistente para ayudarles en todo. Hasta había sido niñera de Greggy, solo dure una semana. Ese niño es un demonio en miniatura, pero lo amamos. Demi era la mas tranquila pero volvía loco a Chase. Siempre andaba detrás de ella y eso que solo cumplirá un año, no quiero ni imaginarme como será cuando sea adolescente.

Fui a cenar a un restaurante que estaba de camino a casa. No me apetecía mucho cocinar, como siempre. No hay nada mas molesto que tener que trabajar tanto en hacer una gran comida para una sola persona.

Una de las razones por las que extrañaba a Henrie. Siempre me hacia compañía, me mimaba, cuidaba de mí como nadie nunca lo había hecho.

Tenia que aceptar que ya no estamos juntos...

En el camino a casa, sentí una breve molestia en mi vientre pero se esfumo a los minutos. No quería tener que ir a una farmacia por calmantes, estaba agotada. Por eso al llegar a casa, prepare un té caliente de manzanilla, relajándome para acostarme a dormir.

Lo mas doloroso de ser una chica estaba aquí: Andrés.
Fue culpa mía por haberle dicho a Lucas que andaba en mis días. Puto Karma.

Mis dolores no eran normales, ni siquiera me dejaban moverme. Para mi suerte, anoche olvide ponerme toallita sanitaria asique había manchado la cama. Con mucho cuidado, me levante de la cama y fui al baño.

Estaba por salir del baño, ya protegida, cuando unas ganas de vomitar me invadieron.
Toda la comida de ayer, salió rápidamente dejándome completamente débil y algo mareada.

No estaba preparada para este día, se supone que me vendría en dos semanas! Me levante tambaleándome, camine hacia la cama, tumbándome al lado que no estaba sucio. Tenia que cambiar la ropa de cama pero ya no soportaba el dolor. Poco a poco fui cerrando los ojos hasta quedar dormida.

Cuando me desperté ya era pasadas las 4. Tanto había dormido? Sentía que mi estomago me pedía comida pero mi boca no soportaría comer algo. No quiero volver a vomitar.

Alcance mi teléfono. Tenia 10 llamadas perdidas de Lucas. Como es que no lo escuche? Estaba dormida o inconsciente?

Iba a ver las llamadas cuando otra llamada callo.

-Hola -respondí apenas audible-

-Lucy, donde mierdas estas? -dijo Lucas al otro lado de la línea claramente molesto- Llevo llamándote desde la mañana! Hoy tenias una reunión con los de Gucci. Que estas haciendo? -un gemido de dolor salió de mi boca- Lucy que pasa?

Todo me daba vueltas. Sentía que me estaban dando una golpiza en todo el estomago y en la espalda.

-Lucas...-lloriquee- Me duele demasiado.

-Estas en casa? -lo escuche cansado como si estuviera corriendo-

-Si -respondí antes de soltar un pequeño grito de dolor- Maldita seas.

-Voy en camino.

Colgó la llamada. Rodé en la cama, haciéndome bolita. Esto era horrible! Normalmente siempre tengo medicina para calmar los dolores pero justo hoy no tengo ni una! Esto me pasa por irresponsable.

No habían pasado ni 10 minutos cuando Lucas ya estaba en mi habitación.

-Llame a Alaska y me dijo que medicina tenia que comprarte. -me levanto en brazos llevándome al baño- También dijo que una ducha caliente te relajaría.

-No -me queje- Solo quiero la medicina.

-Esta bien -me sentó en la tapa del inodoro- Espera un segundo.

Salió como un rayo de la habitación. Sube las rodillas a mi pecho y me quede en esa posición hasta que volvió con un vaso de agua, una bolsa y una pijama limpia.

-Ten -me dio el vaso. Saco una cajita de la bolsa, las pastillas para el dolor. Me dio una y me la tome de golpe- Te ayudare a cambiarte.

Le di el vaso vacío y me levante con cuidado.

-No, yo sola puedo.

-Lucy, por favor.

Normalmente hubiera discutido pero no creía poder moverme para cambiarme.

Asentí a regañadientes.

Se acerco lentamente como si fuera una presa y él el cazador. Me levanto la camisa y levante los brazos para que pudiera quitármela por completo. Luego agarro el elástico de mi pantalón, me miro a los ojos, evitando mirarme el busto pues no tenia sujetador. Bajo el pantalón y me agarre de sus hombros para sacarlo por mis pies.

Solo faltaban las bragas pero sentía que me iba a desmayar.
Esta vez hizo algo que no me esperaba para nada. Beso mi estomago, bajando hasta mi vientre. Un escalofrió recorrió todo mi cuerpo cuando acaricio mis piernas. Algo como un gemido salió de mi boca, aunque pareció mas un suspiro.

-Relájate, tigresa. -beso mi cintura- Solo quiero quitarte el dolor.

Quería decirle que no funcionaria, que se alejara pero mi boca no me obedecía. Lo único que salió fue otro gemido cuando paso su lengua por mi estomago hacia el centro de mis pechos y seguía subiendo.

-Eh domado a la bestia -susurro en mi cuello-

El domador de bestia? Nada mal...

Hamilton Pleasures |Serie Hamilton| [TERMINADA] #0.5 <SIN EDITAR>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora