Hamilton Pleasures |Serie Hamilton| [TERMINADA] #0.5 <SIN EDITAR>

Capitulo 10: Adios Andres, Hola Lucas!

Este día está cada vez mas interesante!

-Pero porque amenazaste a Marcus para despedir a Alaska? -pregunte agarrándolo por sorpresa- Que? Era los oídos de ese lugar. -dije orgullosa-

-Ese hombre tenia un record de acoso sexual. No quería que Alaska tuviera problemas con él -hizo una mueca- lastimosamente, no pude evitar que lo intentara.

Es cierto, Marcus acosaba a todas pero nadie se atrevió a decir algo. Paso días acosándome, pero no me molesto ya que era sexy y para ese entonces me daba igual quien fuera Contal de que estuviera "comestible". Pero cuando acepte a acostarme con él, le desinterese.

-Así que siempre has cuidado a tus hermanos...

Sonrió juguetón. El mesero llego con la tarjeta de Lucas y los postres. Este se levanto, agarro las cosas y me ofreció la mano para ayudarme a levantarme.
Salimos del restaurante y nos subimos al auto.

-Por cierto, el visitante indeseable se fue -dije sonriendo- Podrás pagarme todas las veces que te ayude.

Se mordió el labio y aparco ala orilla de la calle. Lo mire con una sonrisa picara, empezó a acariciar mi pierna y se acerco a mi cuello.

-Quieres que empiece aquí? -pregunto besando mi cuello- O aguantamos hasta llegar a casa?

Mire el gran bulto que tenia en su pantalón y se me ocurrió una idea.

-Veamos que tan buen conductor eres.

Me miro confundido pero cuando puse mi mano en su bulto, entendió todo. Arranco el auto mientras le bajaba el zipper y lo sacaba de sus bóxer. Teníamos 30 minutos para llegar a casa, talvez un poco mas porque había mucho trafico.
Empezó con mi plan haciéndolo gemir de placer. Me separe un poco pero el me agarro de la cabeza haciéndome bajar de nuevo, me encendió por completo. Seguí con mi trabajo mientras Lucas acariciaba mi trasero, estaba muy concentrada hasta que golpeo mi trasero haciéndome gritar del susto y de placer.

Definitivamente no aguantaríamos hasta llegar a la casa.

Me quite el pantalón y la bragas de seda. Me senté ahorcadas de él y empezamos a darnos el placer que hace días queríamos.
Oh, cuanto agradecía que los vidrios fueran completamente polarizados.

Termine exhausta ya que la posición en la que estábamos era muy incomoda. Aunque alcanzamos un increíble orgasmo.

Me recosté en su pecho, escondiendo mi rostro en su cuello. Ni siquiera podía moverme asique Lucas manejo conmigo en sus piernas hasta que llegamos a casa. No quería bajarme del auto asique para molestarlo un poco moví mi cadera haciéndonos gemir ya que seguíamos unidos.

-Mierda, Lucy -me beso el hombro- Quieres hacerme polvo?

Sonreí divertida

-Solo quiero disfrutar de ti todo este mes -confesé-

Me aparto un poco de él y se quito la camisa. Admire sus músculos por unos segundos, esos músculos no estaban nada mal para un hombre de 35 años.

Me puso su camisa para que me tapara un poco ya que me quedaba grande. Me empujo un poco para poder separarnos haciéndonos gemir. Esto solo me estaba calentando más!

Abrió la puerta del auto y bajo conmigo en brazos. Rodio su cadera con mis piernas pegándome a él para que ningún vecino pudiera ver algo de mas, aunque ya era de noche, no se sabe quien podría estar espiando por la ventana.

Abrió la puerta de la casa, entramos y me dejo en el suelo admirando sus pantalones. Bueno, no exactamente los pantalones. Cerro la puerta con llave, volteo a ver y se apoyo en la puerta cruzándose de brazos.

-Eres insaciable, eh?

No se porque ese comentario me lastimo un poco.

-Lucy? -pregunto cuando empecé a caminar a la cocina- Linda, que pasa?

Me corazón dolía, dolía cuando me llamaba Linda como si me amara. Quien podría amarme si para lo único que soy buena es para darle a un hombre un buen polvo? No soy la mujer que quieren...Solo soy la mujer con la que quieren acostarse.

-Lucy -me agarro en brazos tomándome por sorpresa y me sentó en la encimera de la cocina- Que te pasa? Porque lloras?

No había sentido las lagrimas, no sentía nada solo dolor en mi corazón. Algo que tenia que ignorar como todos estos años.

-Las medicinas, recuerdas? -sonreí- Hormonas locas y todo eso.

Me miro a los ojos unos segundos para después asentir no muy convencido.

-Seguimos con lo nuestro? -me saque su camisa y la mía quedando solo con el sostén- Tenemos mucho que hacer.

Me acaricio las piernas para luego separarlas y colocarse en medio. Me atraco mas a su cuerpo y de la nada me beso. Un beso lento, suave y tierno. Un beso que te derrite hasta el alma...me desarmo por completo y empecé a llorar. Se separo de mí para luego abrazarme, ocultando mi rostro en su cuello mientras las lagrimas caían.

-Hoy no, linda. -susurro- Hoy solo quiero abrazarte toda la noche.

Y así lo hizo. Dejo que llorara mientras él solo me abraza, sin decir nada, sin preguntar porque lo hacia. Simplemente me dejo ser yo misma, me dejo desahogarme.

Oh, Lucas no vuelvas a enamorarme para luego irte. No soportaría dejarte ir luego de todo lo que has estado haciendo por mí.
Si ya empiezas a volver sensible, no se como me volverás en todos estos días que faltan.
Harás que vuelva a amar, pero no se si quiero eso.
Estas siendo muy egoísta, sabes? Sacaras mucho provecho de este mes, muchas noches de pasión, cuando te vayas, yo solo tendré una cama vacía y un corazón destrozado.
Quería ser yo la que te volviera loca, no al revés.
Deja de volverme tan jodiamente necesitada de ti.
Deja de provocarme con tu mirar, tu voz y tu tacto.
Deja que te enamore...
Deja que podamos ser felices juntos.
Deja que me quede contigo para siempre.

Mas no pude decirle nada de eso. Solo provoco que llorara más porque me estaba matando, su caricias me estaban matando. Lo peor era que no me iba alejar, iba a cometer suicido.
Cuando él se vaya, me habré suicidado.

Mataría mi amor y la posibilidad de amar a alguien mas en un futuro.