Under the same Roof | Raura

XVII. Pérdida

Ross

Cuando vuelvo a casa, Laura no estaba igual que antes y creo que hasta había llorado. Algo me ocultaba, pero no sabía que.

Ahora estábamos viendo una película junto a Jade, aunque ella ya se había quedado dormida apoyada en el regazo de Laura. Mi novia estaba muy distante y la verdad es que me preocupaba. ¿Qué había hecho? Hace dos horas todo estaba perfecto entre nosotros y ahora ni siquiera quiere apoyarse contra mi pecho.

— Me iré a casa... — murmura, queriendo levantarse, pero la detengo.

Estoy cansado de esto.

— ¿A casa? ¿Cuándo has ido a tu casa a dormir desde que estás aquí? ¿Qué ocurre, Laura? Dímelo. — le pregunto.

— Nada, en serio. Solo quería ir porque Mason está solo con su hermana y quería saber si todo estaba bien entre ellos.

— Llámalo.

Laura suelta un bufido y asiente. — De acuerdo... ¿Puedes llevar a Jade? Mientras hablaré con él.

Asiento, satisfecho de al menos haber logrado que se quedara. Agarro a Jade en brazos para después llevarla a su cama mientras que Laura habla por telefono con Mason.

Luego de acostar a Jade, bajo a la sala para encontrarme a Laura acostada en el sillón con los ojos cerrados. Me siento en el piso al lado de ella y le acaricio el cabello suavemente.

— ¿Qué ocurre? — susurro.

Laura no responde, en cambio se incorpora sentándose en el sillón para después colocar sus manos en mi cuello y besarme apasionadamente.

Joder... Habíamos tenido nuestros besos calientes, pero este...

Me levanto, sin dejar de besarla, y la recuesto mientras profundizo el beso. Cuando me separo, ella me mira sonriendo. Una hermosa sonrisa, única y especial... Ella quería entregarme algo.

— Laura... Podemos esperar hasta el matrimonio. — digo acariciando su mejilla.

— Me propuse eso porque no confiaba en los hombres, porque tenía miedo de acostarme con alguien y me utilizara o me dejara. Confío en ti, Ross, y quiero esto contigo... — murmura tímidamente.

— ¿Estás segura?

Laura me deja debajo de ella y comienza a besar mi cuello mientras desabrocha mi camisa lentamente, con una sensualidad que te mataría.

— ¿Esto responde tu pregunta? — susurra en mi oído.

Joder... Sí que lo hacía. Me levanto para luego alzarla en brazos, ella rodea mi cintura con sus piernas y me besa. Podría volverme adicto a sus besos, si es que ya no lo era.

Cuando la recuesto en la cama y ella me obsequia una sonrisa seductora, no puedo evitar sentirme el hombre más afortunado del mundo. Ella es mia. Laura Marie Marano, la mujer codiciada por muchos hombres y una de las chicas más hermosas y calientes que había conocido, me amaba tanto como yo a ella.

Al despertarme al día siguiente, espero encontrarme a Laura acostada a mi lado pero estoy solo. ¿Dónde está? Mi pregunta se responde cuando escucho sonidos en la cocina. Suspiro aliviado. Seguía aquí.

Luego de ir al baño y bañarme, finalmente bajo pero vaya sorpresa me llevo...

— ¿Courtney? — pregunto confundido.

— ¡Amor! — exclama para después abrazarme con fuerza y besarme.

Por supuesto, no le correspondo y la alejo lentamente de mi. Amo a Laura y tenía que terminar con ella. ¿No se hizo la idea? ¡Ni siquiera la he llamado!

— Te he extrañado tanto... Estás más... — continúa diciendo pero la interrumpo.

— ¿Dónde está Laura?

— ¿Laura? ¿Por qué lo preguntas? Oh, no lo sabías...

— ¿Saber qué?

— Se fue. Se llevó sus cosas, justo yo había llegado así que me abrió ella y decidí preparar el desayuno para los dos.

— ¿Se...?

Subo rápidamente a mi habitación y definitivamente no había nada de ella allí. ¿Se había ido? ¿A dónde? ¿Y Jade? ¿La había abandonado otra vez? ¿Nos había abandonado?

Miro mi mesa de luz, donde había una carta. De inmediato la agarro, aunque desearía no haberlo hecho.

"Ross:

              Ross... Ni siquiera sé por donde empezar. Realmente lo siento, pero no puedo hacer esto. Ayer, cuando me entregaba a ti, me di cuenta de que sigo amando a Gabriel y que le pertenezco.  Quiere intentar construir una relación sólida conmigo, y he aceptado. Quise acostarme contigo para comprobar si lo había superado y que no cometía un error si me iba con él. Lo amo, Ross, como jamás llegaré a amarte a ti. No importa cuanto lo intente, no importa cuanto te esfuerzes... No te amo. Fue un error entrar a tu vida y a la de Jade, no quiero esto... No quiero ser una madre y mucho menos quiero tenerte a ti como pareja.

Lo siento mucho, realmente lo hago. Gracias por la entretenida noche, supongo.

                                           Laura"

Nuevamente lo hacían... Nuevamente me dejaban y me destrozaban.

Me siento en el piso apoyando mi espalda en la cama y escondo mi cabeza en mis brazos. Dolía... Saber que la perdí, saber que fue una mentira y que en realidad todo este tiempo había preferido a otro.

¿Cuál era la diferencia esta vez?

Laura significaba más para mi de lo que Taylor llegó a significar.

Había llegado a amar a Laura en un corto plazo.

¿Y cómo no hacerlo? Con su encanto, su sonrisa y su sensualidad era imposible no enamorarse profundamente de ella.

Me había enamorado de ella y ella me había dejado, no solo a mi sino que también a Jade.

Me sentía... perdido. ¿Qué fue lo que pasó? Sinceramente, no lo entendía.