Under the same Roof | Raura

XXI. Verdades

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Laura

Siete años atrás...

— ¡Papá, tenías que venir a buscarme! — exclamo enojada.

— Yo... Lo siento... Me olvidé... ¿Quieres que vaya? — me pregunta y parece realmente perdido.

Suelto un suspiro intentando calmarme. Comprendelo, Laura.

— No, descuida... Volveré en taxi. Ve a dormir, papá. Te quiero.

— Yo a ti, cariño. Realmente lo siento.

Sonrío levemente y corto la llamada. Genial, está lloviendo. Este día no podía ser peor.

Me sigue gustando mi profesor.

Mi mejor amiga lo sabe.

Desaprobé su maldita evaluación por quedarme despierta hasta tarde intentando ayudar a Lydia con mi padre.

Y ahora llueve.

¡Qué día!

— Marano, ¿qué hace aún aquí? — pregunta una voz profunda y yo me giro para encontrarme con esos ojos azules que me encantaban.

— Yo... Yo... Mi padre... — balbuceo nerviosa y él me mira intensamente. Mierda, profesor. ¿Por qué es tan atractivo?

— ¿Tu padre...?

Suelto un suspiro y decido calmarme para no seguir haciendo el ridículo.

— Mi padre se olvidó de mi y no puede venir a buscarme, estoy esperando un taxi.

— Te llevo. — dice simplemente para después dirigirse hacia su auto.

¿Él y yo en un auto? Eso terminaría mal. No por él, es un hombre decente. Sino por mi... Estoy enamorada de mi profesor. ¿Quién hace eso?

— No es necesario... — grito bajo la lluvia.

— ¡Sube, Laura! Nos estamos mojando en vano. Yo te alcanzo.

Mmm... Laura... Suena increíblemente sexy.

Niego con la cabeza intentando calmar mis hormonas y subo al auto cuando me abre la puerta.

— Gracias... — murmuro luego de que se suba.

— Es un placer para mi.

Me sonrojo como una idiota y bajo la mirada, intentando disimularlo pero al parecer no lo logro ya que cuando vuelvo a mirarlo él me está sonriendo divertido. Cuando se cerca a mi, hago un gran esfuerzo para no perder los estribos.

— Eres hermosa, Laura... — susurra cerca de mis labios y mirándome intensamente.

Sonrío tímidamente y completamente roja. — Yo... — comienzo a decir pero él me interrumpe juntando sus labios con los mios.

¿Es esto verdad? ¿Gabriel me está besando en su coche?

Tardo en reaccionar, pero por supuesto que le correspondo el beso. De hecho... tengo ganas de impresionarlo. Me siento en su regazo y presiono mi cuerpo contra el suyo provocando un gemido en él mientras profundizo el beso. Sus manos comienzan a descender y me encuentro deseando más... Quiero más.

— Joder... Laura... — gime en el beso. — Jamás creí que te sentirías tan bien... He querido tanto esto. A ti.

Sonrío ampliamente. Él también me quería.