Acercamiento

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Squall y Shilena fueron los últimos en entrar en su habitación pues era la que estaba más alejada. Era una habitación pequeña con una sola cama, grande para los enanos un poco justa para ellos dos.

-duerme tu en la cama, yo dormiré en el suelo- dijo Squall

-no seas tonto, entramos los dos- le contesto Shilena

-si no te molesta.. muchas gracias - dijo él

-¿por que me habría de molestar?- pregunto ella

-no lo se..- contesto Squall sonrojado

Los dos se metieron en la cama después de quitarse algo de ropa para no pasar calor. Shilena, de espaldas a Squall parecía tranquila, sin embargo Squall estaba nervioso, nunca había compartido cama con nadie, menos aún con una chica tan atractiva como Shilena.

El no encontraba una postura en la que estuviera cómodo y finalmente se puso mirando para ella, y puso su mano en la cintura de Shilena. Ella le acarició la mano con la que la abrazaba y después se dio la vuelta para mirarlo a los ojos. Squall retiro la mano.

-no la quites.. me gusta que me abraces- dijo ella cariñosamente

-como te diste la vuelta pensé que te había molestado.. - explico el al tiempo que volvía a abrazarla

-es que quería mirarte a los ojos para hacerte esta pregunta. ¿que sientes por mi?- le pregunto la dragona

Squall se sonrojo, era innegable que se había encariñado de ella, pero nunca se había hecho esa pregunta.. estuvo un momento callado pero finalmente contesto.

-creo.. que te quiero- dijo más sonrojado que nunca

-¿solo lo crees?- dijo ella con picardia

Squall volvió a quedarse en silencio un instante. No respondió pero le hizo una pregunta.

-¿y tu.. sientes algo por mi?

-claro que si.. no te lo voy a negar.. este tiempo que hemos estado viajando juntos me ha hecho darme cuenta de que quiero ser tuya, pero no me has respondido.. ¿solo lo crees?- volvió a preguntar ella

Squall no respondió con palabras pero lo hizo con sus acciones. Cerró los ojos y le dio un beso en los labios.

-¿esa es tu forma de decirme que estas seguro?- pregunto ella

-Así es- contesto el

Esta vez fue ella la que lo beso a el, pero este beso fue más apasionado que el primero. Esta vez sus lenguas se entrecruzaron y fue más largo. Mientras se besaban Shilena acarició la cara de Squall y el puso su mano en el cuello de ella, rozando su pelo. El beso terminó y se miraron a los ojos.

-cierra un momento los ojos- dijo ella y él obedeció.

Tardo un instante pero a Squall le parecía una eternidad.

-ya puedes abrirlos- le dijo Shilena

Lo hizo y lo que vio hizo que se pusiera más colorado aun que en ocasiones anteriores, ante el estaba Shilena desnuda completamente, mostrando todo su cuerpo, sus pechos parecían aun más grandes que cuando estaba vestida y en su ingle una fina mata de pelo adornaba sus partes más íntimas. Squall noto como algo se empezaba a hinchar entre sus piernas.

Ella se acercó a el y empezó a quitarle la ropa, primero la camisa y después siguió por el calzón dejando al aire su virilidad en pleno explendor.

Squall estaba nerviosísimo, inmóvil, paralizado pero ella se desenvolvía bien. Lo recostó en la cama y se puso encima de él agarrandole el miembro e introduciendoselo ella misma despacio, con suavidad. Poco a poco subía y bajaba al tiempo que gemía suave, él también gemía de placer. Poco a poco fue acelerando el ritmo mientras la humedad afloraba de sus partes.

Squall estaba disfrutando como nunca lo había hecho y ella también. De pronto él decidió tomar la iniciativa la agarro por la cintura y se giró quedándose encima pero sin dejar de estar dentro de ella. Empezó a mover su cadera al principio despacio, pero como había hecho ella fue aumentando el velocidad de las embestidas. El joven estaba en buena forma y no se cansaba. Pero cuando llegó al éxtasis sus músculos se contrajeron y no tuvo más opción que detenerse.

Salio de ella y se tumbó en la cama. Ella se incorporó y lo volvió a besar.

El estaba sofocado, sudado y con el corazón acelerado. Se sentía un poco sucio. Ambos estaban empapados de los fluidos sexuales de ambos.

La habitación tenía un cuarto con una tinaja con agua limpia para asearse.

-voy a lavarme un poco- dijo shilena

-cuando acabes iré yo, pero necesito tomar aire- dijo el

Cuando los dos estuvieron limpios se tumbaron de nuevo en la cama. En la postura en la que empezó todo y Squall nuevamente la abrazo. No tardaron mucho en quedarse dormidos.

Mientras dormían Squall rememoró lo que había pasado en sueños y lo disfruto casi tanto como el momento real.

El sol no tardó en salir por el horizonte. Pero Squall y Shilena continuaron durmiendo mientras su piel se rozaba.

Alborei llamo a la puerta y ambos se despertaron.

-nos acabamos de despertar, ahora nos vemos en el comedor- dijo squall nervioso, pero no tanto como la noche anterior

-esta bien, no tardeis- dijo el dragón veterano

La pareja de dragones se vistieron con rapidez y se prepararon para bajar al comedor pero antes Shilena hizo una pregunta.

-¿te gustó lo de anoche?

-nunca había disfrutado tanto- contesto el

-yo había visto ese momento- dijo ella

-¿te lo mostró tu elemento?- pregunto Squall

-no, me lo mostraron mis sueños- confesó ella

Abrieron la puerta y bajaron al comedor, allí estaban todos incluido Doltan.

El Dragón Elegido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora