Sacrificio

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Squall y su gente ya casi habian llegado a la Fortaleza Negra, un enorme castillos construido en piedra negra que tenia torres increiblemente altas.

Sobrepasaron los muros y se posaron en el patio de entrada, era raro pero no habia ningun soldado allí. Esto los sorprendio bastante.

Los dragones tomaron forma humana.

-avancemos, tenemos que encontrar al emperador- dijo Alborei - por aquí.

El grupo lo siguió.

La fortaleza tenia muchos pasillos y nunca habian estado en ella, por eso varias veces dudaron de que camino escoger. Avanzaron por el castillo abriendo las puertas que se encontraban por el camino pero en ninguna encontaron a l Emperador.

Al final del camino que habían elegido en la ultima encrucijada encontraron un enorme portón custodiado por 2 guardias.

Sin mediar palabra Anif solto una bocanada de fuego que abraso a los soldados y dejo negro el portón.

-no tenemos tiempo de entretenernos con soldados- argumentó

Abrieron el porton y cruzaron el umbral.

Era la camara de los tesoros, llena de arcones de oro, plata y gemas preciosas. También había algún libro y armas variadas muy ornamentadas.

El grupo ni cruzo al otro lado, no venian a saquear.

"Lo lamento por los dos soldados que la vigilaban, sus muertes han sido en balde" penso Squall.

Volvieron sobre sus pasos hasta el ultimo cruce y cogieron el otro camino.

Siguieron avanzando y en la siguiente puerta encontraron las mazmorras de la fortaleza, alli si entraron.

Un carcelero que custodiaba el lugar levanto  las manos y se arrodillo nada mas verlos.

-por favor, no me hagais nada - exclamo antes de que Anif lo atacara con su aliento ardiente

-si no quieres morir abre todas las celdas y dinos donde podemos encontrar al Emperador- dijo Aenor

-ahora mismo las abro pero el Emperador no se en que estancia del castillo estara.. seguramente en sus aposentos o en el patio de audiencias- dijo el asustado humano

-muy bien pues mientras vas liberando a los presos dinos en que zona del castillo estan esas dos estancias- exigió Alborei

-los aposentos estan en el ala este, es la primera habitacion de la izquierda, la mas grande, el patio de audiencias es la zona central del castillo, esta al aire libre- dijo el carcelero mientras abria una de las celdas y los que estaban dentros salían raudos agradeciendo a sus libertadores lo que habían hecho

El grupo se encamino hacia el ala este cuando todos los presos fueron liberados.

No tardaron en llegar pues estaban cerca.

Entraron en la habitación que les había dicho el carcelero pero alli no habia rastro del emperador. Pusieron rumbo al patio.

De camino se encontraron con una patrulla de soldados, esta vez fue Alborei el que alzando los brazos hacia delante provoco una rafaga de viento que empotro a los soldados contra la pared dejandolos inconscientes.

-la mayoria de ellos solo son fieles al Emperador por temor o por que tienen a algun familiar querido prisionero, aunque los hayamos liberado ellos no lo saben. No merecen morir- dijo el dragon de viento

-estoy de acuerdo- dijo Squall

Todos asintieron.

Continuaron avanzando hasta llegar a la entrada del patio de audiencias.

-ya hemos recirrido gran parte del castillo es muy probable que el Emperador este aquí- dijo Dan

-estar alerta y no hagais locuras- dijo Taki

-como si no fuera una locura lo que estamos haciendo..- murmulló Doltan provocando una sonrisa en mas de uno

-listos?? - pregunto Anif

-Listos- dijeron todos juntos sin alzar demasiado la voz

Abrieron la puerta y entraron en el patio.

El patio era enorme, y allí en el medio habia un gran trono en el que se encontraba sentado una persona, de apariencia humana, con el pelo largo negro azabache, musculado, de edad aparentemente avanzada pero no anciano. Una tunica violeta oscuro cubria su cuerpo desde el cuello a los pies. Era el Emperador.

A un lado del trono habia una espada y un escudo. Al otro un hombre arrodillado con la cabeza tapada. La silueta le recordaba a alguien a Squall.

-os estaba esperando- dijo Xangar con una voz grave y fuerte

-nosotros tambien esperabamos este momento - contestó Anif

-esperabais el momento de vuestra muerte? Esta bien, no os hare esperar- dijo burlonamente el Emperador

-no seremos nosotros los que moriremos hoy aquí- replicó Alborei

-eso habra que verlo- dijo Xangar

Se levanto del trono y agarro la espada acto seguido se acerco al hombre arrodillado.

-chico! Entregate o este humano al que llamas padre morira ante tus ojos!- dijo el Emperador al tiempo que retiraba el saco que cubria la cabeza del humano dejando a la vista que no era otro que Garret, en un estado pésimo.

Squall no daba credito a lo que veían sus ojos, la persona que lo habia criado se encontraba delante de el despues de tanto tiempo pero su vida estaba amenazada.

-pa.. papa! - dijo squall con lagrimas en los ojos

-hijo... Ojala no tuvieramos que reencontrarnos asi- dijo Garret con la espada  del Emperador cerca del pecho

-si no quieres ver como le atravieso el corazón entregate ahora mismo- volvio a advertir Xangar

Antes de que Squall tomara la unica opcion valida para él Garret cogio la espada con las  dos manos y la dirigio hacia su pecho al mismo tiempo que gritaba "cumple tu destino!"

Squall echo la mano hacia delante y echo a correr en la direccion en la que estaba Garret mientras usaba su poder para ralentizar el tiempo pero eso solo hizo que se le hiciera mas largo el momento de ver morir a la persona que lo habia criado.

Todos echaron a correr hacia Squall y lo sugetaron entre todos como pudieron.

-vas a pagar por esto- gritaba el joven dragón cegado por la rabia

-no te gusta ver morir a tus seres queridos?? Pues preparate por que matare a los ocho que te acompañan antes de matarte a ti- amenazo el Xangar- Lux, Noctis!! Ha llegado el momento venir a mi.

Tras la llamada, de las sombras del trono emergieron 2 cuerpos.

El Dragón Elegido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora