Negociación

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Squall y Shilena se acercaron a Alborei y sus otros compañeros de viaje que estaban hablando con Doltan.

-eso no puede ser, tenemos que hablar  con el, es un tema muy importante.- estaba diciendo Alborei.

-ha dicho que no y lo que el dice se cumple, dijiste que aceptarías la decisión,  pues la decisión esta tomada- contesto Doltan

-por favor volved solicitarle audiencia, pero decidle que el dragón de la profecía ya esta entre nosotros, que nos está acompañando en este viaje y que necesitamos su ayuda para que la profecía se cumpla- pidió Alborei

Doltan se quedo pensativo un momento.

-no quiero hacer enfadar a mi rey, si vuelvo a ir con la misma solicitud de audiencia tal vez me haga encerrar por molestarlo- dijo el enano

-no creo que eso pase, tu eres alguien de confianza para el, nunca te encerraría por algo asi- dijo el dragón

-se ve que no conocéis a nuestro rey, se enfada con facilidad- Doltan no daba su brazo a torcer

-como todos los enanos -bromeó Dan

-¿Así pretendéis que os ayude? ¿Insultando a mi raza?- dijo Doltan malhumorado

-disculpa, pretendía ser gracioso- se disculpo Dan mientras los demás aguantaban la risa

Doltan miro con desprecio a Dan pero acepto las disculpas.

-si vuelves a solicitar audiencia por nosotros te haré un regalo- dijo Taki

-¿un regalo?, ¿que clase de regalo?- pregunto el enano

- uno que te hará mejor guerrero- contesto la elfa intentando apoyarse en el espíritu guerrero de su raza

-¡ya soy un guerrero excepcional!- protestó Doltan

- pero sin lugar a dudas serias uno mejor si tu arma tuviera alguna runa tallada.. - dijo con picardia Taki

Tras una breve pausa Doltan contesto

-bueno.. quizás podría volver a intentarlo.. pero no os garantizo nada- dijo el enano encandilado por la propuesta de la elfa
-esperar en la posada. Volveré pronto.

Doltan salio de la posada dirección al palacio del rey. Mientras no volvía el grupo desayuno copiosamente.

Después de un rato Doltan volvió y se dirigió hacia donde estaban sentados.

- el rey acepta daros audiencia- dijo Doltan

-fantastico- dijo Alborei

-bueno.. en realidad solo le dará audiencia al elegido, ¿eres tú verdad?- pregunto mientras miraba a Squall

-eso me han dicho siempre- contesto

-pues ven conmigo, no es bueno hacer esperar al rey- dijo el enano

Squall miro a Alborei que le hizo una señal de asentimiento. El joven dragón se levantó de la silla.

-recuerda tratar con respeto al rey y ya sabes lo que tienes que solicitarle- le dijo Alborei

-lo haré lo mejor que pueda- dijo al tiempo que se marchaba

El camino a palacio no era demasiado largo, cuando llegaron a él Squall se sorprendió de la magestuosidad de la construcción, toda dorada con pequeños ventanales, de varias varas de alto.

Entraron por la puerta también dorada y Doltan abrió otra puerta que daba a la sala de audiencias del rey.

-el joven Squall, supuestamente el dragón elegido ya ha llegado mi magestad- anuncio Doltan

-que entre de una vez - dijo el rey Flinch que parecía malhumorado

Doltan dio un empujoncito a Squall y este entro en la sala. El enano cerró la puerta y espero fuera.

-es un honor conocerle- empezó diciendo Squall

-para ser un honor no te veo arrodillado- dijo el rey

-disculpadme, no estoy acostumbrado a tratar con reyes- dijo el dragón al tiempo que se arrodillaba con rapidez

-¿y a que estas acostumbrado? Ni me respondas, no me interesa- dijo el Flich con desprecio
-dicen que eres el dragón de la profecía,  ¿en que se basan para creerlo?

-pues hay varios motivos para creerlo magestad, el primero es que el huevo del que nací al igual que mis escamas son doradas y parece ser que no hay dragones de ese color, además de eso el segundo motivo es que la profecía dice que traeré la paz con el don del tiempo y resulta que ese es mi elemento, el tiempo - explico Squall mientras se levantaba

-mi ciudad también es dorada y no es elegida de nada y eso de que tu elemento es el tiempo.. habría que verlo..- dijo el rey enano

-os lo puedo demostrar si me dejáis ir a por mis relojes de arena- dijo el dragón

-¿y volver a esperar? ¿te crees que no tengo nada mejor que hacer? Si tan elegido eres me lo demuestras con lo que hay en esta sala- dijo el Flinch airado

Squall miro a su alrededor y se fijó en los objetos que le podrían ayudar a demostrar los efectos de su elemento, pero no veía nada hasta que en una esquina observo que habia una lanza y un escudo.

-si usted lo desea se lo puedo demostrár con esa lanza.- dijo al tiempo que se acercaba a donde estaba colgada

Squall cogio la lanza y se acercó al rey

-cojala y lancemela con toda su fuerza.-le dijo a Flinch

El rey cogio la lanza y Squall se fue al final de la sala.

-cuando usted deseé estoy preparado- dijo mientras se concentraba

El rey Flich se levantó de su trono y alzó la lanza y la lanzó con toda su fuerza contra el joven dragón. Cuando la lanza había recorrido la mitad de la distancia entre los dos empezó a frenarse pero sin caer al suelo avanzando despacio. Mientras, Squall se apartó de la trayectoria y empezó a acercarse al rey, anuló el poder de su elemento y la lanza volvió a coger velocidad para empotrarse contra la pared.

El rey estaba sorprendido por la demostración. Se sentó en su trono de nuevo.

-¿y cual es vuestra petición? -dijo dando por hecho que aceptaba que era el dragón de la profecía.

-solicitamos vuestra ayuda para enfrentarnos al emperador, necesitamos que vuestro ejército se una al de las demás razas y así poder hacerle frente a su inmenso poder militar. Sin su ayuda no seremos capaces de vencerlo. - explico Squall

-enanos luchando al lado de elfos, centauros, humanos, dragones y tiermanns.. eso no se ha visto nunca desde los albores de los tiempos. No se que decirte, no puedo negar que me has impresionado. Pero aliarme con todos esos impresentables..

-por favor, acceda a mi petición, sin su ejército no conseguiremos nada. - suplico Squall

-solo aceptaré con una condición,  los enanos seremos los líderes de los ejércitos,  solo aceptaré si las demás razas están a mis ordenes.- dijo el rey Flinch

Squall se quedo un momento en silencio, pensativo para finalmente hablar.

-seréis los líderes de los ejércitos pero la estrategia la decidirán los mejores estrategas de todas las razas. Si os parece bien.- dijo Squall

Esta vez fue el rey el que se quedo un momento callado

-tenemos un trato muchacho, espero que cumplas tu palabra - dijo el Flinch

-¿eso es que acepta ayudarnos?- pregunto Squall

-exactamente. He oído que te acompañan un centauro y dos elfos, quiero que también uno de los míos este en vuestro grupo. Doltan ira con vosotros es uno de mis mejores guerreros.

-no se como agradeceroslo, es un honor- dijo Squall

-Ahora sal de mi vista antes de que me arrepienta. Dile a Doltan que entre, le informaré de su nueva misión.

Squall salio de la estancia e hizo lo que le pidió el rey. Cuando llegó a la posada todos estaban expectantes de que había pasado. Squall lo resumió llevando su puño al frente y alzando su dedo pulgar.

El Dragón Elegido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora