El último descanso

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Squall y su grupo siguieron al dragón que los habia recibido. El camino era un sendero del valle que se dirigía hacia la parte superior.

Alborei y el dragón estaban hablando entre ellos, pero Squall no escuchaba lo que decían.

Pronto llegaron a una zona en la que había algo parecido a una plaza, con columnas alrededor. Allí se detuvieron.

-Así que tu eres el joven Squall.. el dragón de la profecía.. ansiaba que llegará el día de conocerte. Yo soy Anif, líder de los dragones. Pero además de eso también somos parientes, soy tu bisabuelo- dijo el enorme dragón

Squall se quedo estupefacto, era la primera vez que estaba con alguien sangre de su sangre y no sabía que hacer.

-mi.. bisabuelo.. esto.. es un.. placer conocerte.. - dijo lo primero que se le vino a la mente, lo que se suele decir cuando conoces a alguien nuevo

Anif se río y se acercó a Squall y puso su garra derecha en el hombro de este.

-tranquilo, entiendo cómo te sientes. El placer es mio de ver que has crecido fuerte y sano. El humano que te crió hizo un buen trabajo, aunque nunca podre perdonarle que matara a Rubí... Mi hija era muy buena, no creo que hiciera nada para merecerlo- dijo el enorme dragón

-¿tu hija? Siempre pensé que la dragona a la que mató mi pad.. Garret era mi madre.. de todas maneras por lo que el me contó cuando descubrió el huevo del que nací se arrepintió de sus actos, y también me dijo que quien atacó primero fue ella.. no es por excusarlo.. pero Garret no es mala persona tampoco- dijo Squall

-Supongo que el haberte criado le excusa.. no tenia por que haberlo hecho..- dijo Anif

-yo pienso igual- dijo Alborei

-por otra parte.. si, Rubí, la dragona que custodiaba tu huevo era tu abuela, no tu madre- dijo el dragón carmesí

-entonces.. ¿quien es mi madre? ¿donde esta?- pregunto Squall

-tu madre era mi nieta, se llamaba Kelia, cuando ella y tu padre te engendraron y el huevo que puso era dorado los dragones entramos en jubilo. Sin saber cómo la noticia llego a oídos del emperador y el y su ejército vinieron al valle y estalló una guerra. Mientras todos hacíamos frente al emperador y sus hombres Rubí escapó de aquí portando tu huevo. Por desgracia tanto Kelia como tu padre perdieron sus vidas a manos del emperador- explicó Anif

Una furia interna recorrió el cuerpo de Squall por la noticia de que el Emperador matara a sus progenitores, a pesar de no haberlos conocido.

-¿puedes contarme algo más de mi padre?- dijo Squall

-por supuesto. Era un dragón de agua, fuerte y valiente, si no hubiera fallecido en la guerra contra el Emperador probablemente sería el próximo líder de los dragones. Su nombre era Azure. Te podría estar contando cosas sobre el y tu madre días pero ahora tenemos que tratar otros temas. En otro momento seguiremos hablando del tema- dijo Anif

-esta bien- dijo resignado Squall

-contadme, ¿como fue la misión de solicitar la ayuda de las demás razas?- pregunto el bisabuelo de Squall

-se podría decir que hemos cumplido la misión, todas las razas a excepción de los centauros aceptaron de mejor o peor gana. Los centauros por su parte no estaban convencidos y Aenor mano derecha del rey nos acompañó en nuestro viaje, ahora estará hablando con su rey y estamos seguros de que hará entrar en razón a Seplet y se unirán a nosotros- dijo Alborei

-esperemos que así sea por que necesitamos la ayuda de todos para poder tener esperanzas de ganar- dijo Anif

-confiemos en Aenor, si el no puede convencer al rey nadie lo hará- dijo Shilena

-esta bien, ahora tengo cosas que hablar con Alborei. Shilena sabe donde esta la zona de descanso, ella os guiará - dijo el viejo dragón

Todos menos Alborei y Anif se fueron siguiendo a Shilena. Una vez llegaron a la zona de descanso se acomodaron. Squall y Shilena volvieron a su forma humana a petición de Squall que se sentía más cómodo en esa forma.

El día paso rápido, Alborei ya había vuelto con ellos cuando cayó la noche.

Cuando todos se fueron a dormir Squall y Shilena hicieron una escapada del valle, en su forma de dragón volaron hasta un lugar solitario en el que poder dar rienda suelta a su pasión sin la mirada furtiva de nadie. Regresaban tan pronto como habían acabado para no levantar sospechas en ninguno de sus compañeros.

Al día siguiente fue Shilena la que hablo en privado con Anif. Y también se reunió con todos los compañeros de las demás razas.

Los días siguieron pasando y todas las noches la pareja de dragones se escapaban hasta su nidito de amor.

La tranquilidad de la que disfrutaban en el valle hizo que los días pasarán fugaces y así llego el día en que debían partir hacia el punto de reunión.

El grupo se reunió con Anif, junto a el estaba un regimientos de dragones. Anif se acercó a Shilena.

-tu te quedarás en el valle, otros cinco dragones se quedaran contigo, los demás iremos a la guerra- le dijo a la dragona

-¡no puede ser! Yo quiero ir con vosotros.. puedo ser útil..- dijo ella

-no es una petición,  es una orden de tu líder y debes acatarla- protestó Anif

Shilena agachó la cabeza y se retiró hasta donde estaba Squall

-no me dejan ir.. me gustaría estar contigo en la guerra.. ten cuidado..- le dijo ella triste

-no te preocupes, ¡lo tendré! - dijo Squall confiado

Shilena miro a los lados y pese a estar rodeada de gente le dio un beso en los labios a Squall.

Este se quedo impactado de que lo hiciera en público y se sonrojo.

-volvere- dijo Squall

Se dio la vuelta y se transformó en su forma de dragón. Los demás dragones ya estaban en el aire a excepción de Alborei. Doltan, Falco y Nomar montaron en el veterano dragón, Taki y Dan en Squall. Se alzaron en el aire y emprendieron su camino.

El Dragón Elegido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora