Próximo destino

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Después de la buena noticia sobre la audiencia con el rey todos le estuvieron haciendo preguntas a Squall sobre lo que había pasado. El grupo entero lo felicito por el logro que acababa de conseguir pues tratar con los enanos no es tarea fácil. Cuando les dijo que Doltan los acompañaría en lo que quedaba de viaje la mayoría tuvieron sentimientos encontrados pues era una buena noticia tener un guerrero tan diestro y bravo como él en su grupo pero la personalidad de los enanos era difícil de aguantar. Cuando estaban hablando sobre ello llego Doltan.

-ya me han dado la mala noticia- dijo el enano

-¿mala?será buena, el rey ha aceptado nuestra petición - dijo Squall

-¡como va ser buena! ¡tengo que ir con vosotros! Con lo bien que estaba yo aquí..- dijo el comandante mientras movía la cabeza

-no te lamentes tanto, miralo por el lado bueno, vas a conocer mundo- bromeó Alborei

-no veas la ilusión que me hace..- dijo sarcasticamente Doltan

Todos a excepción del enano se rieron.

-bueno vayamos al grano, el rey quiere saber que es lo que tenéis planeado, el punto de reunión y el día que empezará el ataque - dijo el enano

Alborei le explico lo que ya le había dicho al consejo elfico. Cuando terminó Doltan se lo fue a explicár a su rey pero no antes de quedar para la mañana siguiente continuar su viaje.

El grupo pensó en que podían hacer esa tarde. Pensaron en dar una vuelta por la ciudad pero seria desobedecer a Doltan, así que se quedaron en la posada a descansar.
Le pidieron a la posadera si podía ir a comprarles provisiones para el viaje y esta accedió después de protestar un poco, como haría cualquier enano.

Pasaron la tarde jugando a un juego de naipes que habían traído Taki y Dan que pese a no ser muy difícil de entender tuvieron que explicarlo un par de veces antes de que todos supieran jugar. Todos disfrutaron de esa tarde tranquila y relajada después del altercado que habían tenido en el viaje con el escuadrón del imperio.

Cuando llegó la noche cenaron y todos se fueron a sus habitaciones. Esa noche Squall y Shilena volvieron a tener un tórrido encuentro que disfrutaron tanto como el anterior.

La mañana siguiente llegó y todos se despertaron bastante temprano. Esta vez fue Squall el que llamo a la puerta de Alborei pero el final fue el mismo, todos acabaron en el comedor.

Habían quedado con Doltan en la posada así que hicieron tiempo desayunando pero el enano no se hizo esperar y llegó cuando aún no habían acabado.

-¿aun estáis así? ¿para eso madrugo? ¿Para tener que esperaros? - protestó Doltan

-no te lo tomes así, siéntate con nosotros y tomate algo. Seguro que no has desayunado- dijo Alborei

-pues no, no lo he hecho- dijo al tiempo que se sentaba mientras sus tripas rugían

Cuando todos habían terminado cogieron sus cosas y se encaminaron hacia la salida de la ciudad. Fueron buscar los caballos a la choza que hizo las funciones de establo pues los enanos no montaban caballos y no tenían recintos preparados para ellos.

Doltan no tenia montura propia pues los jabalíes que solían usar los enanos no estaban capacitados para aguantar las distancias y el ritmo de los caballos y eso propicio una discusión.

-yo no subo ahi... mi montura es Hermoso. - dijo el enano refiriéndose a su jabalí.

-no es posible, te quedarías atrás, tendrás que compartir montura con alguien- intentaba explicarle Alborei

-ni en sueños -insistía el enano

-puedo llevarte yo- intervino Aenor

-¿y deberle un favor a un centauro? Ni loco- Doltan era testarudo

-siempre puedes seguirnos corriendo- ironizó Dan a lo que el enano contesto con una mirada asesina

-tu rey te ha ordenado venir con nosotros y para eso tienes dos opciones o montar con alguien o ir a lomos de Aenor. Bueno tienes una tercera que es desobedecer a tu rey- dijo Alborei.

El enano movía la cabeza en señal de negacion pero tras un rato se resigno.

-iré a lomos de Aenor- termino por decir

Tuvo que ser ayudado por dan para subir al centauro cosa que tampoco le gusto nada al enano pero no le quedaba más opción que tragarse el orgullo.

Cuando por fin todos estuvieron listos emprendieron su viaje. La primera jornada del trayecto transcurrió tranquila todos se interesaron por la vida de Doltan que pese a protestar tras cada pregunta las respondía todas.

Cuando pararon a pernoctar Doltan le recordó a Taki que le debía algo.

-mi hacha aun no tiene sus runas- le dijo a la elfa

-no te preocupes la tallaré antes de dormir- le contesto ella

- eso espero, aunque no me fio mucho de la palabra de una elfa- dijo el enano

Taki hizo oídos sordos a la grosería del enano

-dame tu hacha, estará lista antes de que te duermas, ¿alguna preferencia?-dijo la elfa

-¿te crees que me conozco todas las runas? Tu pon alguna útil y ya está. - contesto el enano

Doltan le dio su arma a Taki y esta se puso manos a la obra.

El enano Se acercó esta vez a Alborei.

-¿cual es nuestro destino?- pregunto Doltan al dragón

-la tribu de los tiermann- le contesto

-animales con rasgos del hombre, son más bestias que otra cosa- dijo el enano

-son buenos guerreros y también sufren bajo el yugo del emperador. También debemos contar con ellos.- dijo Alborei

-Buenos guerreros.. habría que verlo- dijo el enano

-esperemos que lo veamos- dijo Alborei sonriendo

Esa noche la cena la preparo Dan con parte de las provisiones que les había traído la posadera enana. Cuando tubieron la barriga llena se fueron a dormir. Squall lamento no gozar de la intimidad de los dos días anteriores para poder disfrutar con Shilena pero cuando creía que nadie los miraba le dio las buenas noches a la dragona con un corto pero apasionado beso.

A la mañana siguiente continuaron su viaje y las siguientes jornadas de viaje fueron bastante monótonas.

Tras varios días de viaje llegaron a un río, tuvieron que seguir su cauce hacia abajo hasta que llegaron a un viejo y roído puente de madera que parecía que iba a venirse abajo con cada pisada de los caballos.

A las pocas millas divisaron un poblado a lo lejos. Habían llegado a su destino.

El Dragón Elegido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora