Separación

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Cuando llegaron al comedor todos se sentaron alrededor de una mesa y allí intercambiaron opiniones mientras esperaban a que el rey los hiciera llamar. Alborei fue el primero en felicitar a Squall por haber superado la prueba que le había puesto el rey Pero acto seguido todos hicieron lo mismo, incluido es áspero enano. Siguieron conversando y la llamada del rey llegó. Se presentaron de nuevo ante él.

Una vez allí le explicaron lo que tenían planeado y el lugar y la fecha en la que debían reunirse.

-¿que haréis en el tiempo que resta hasta día de reunirnos?-dijo el rey

-nos dirigiremos al valle de los dragones todos menos Aenor, que deberá volver al reino de los centauros para convencer a su rey de que debe unirse al resto, son los únicos que faltan- dijo Alborei

-esta bien, pues nos vemos al finalizar el siguiente ciclo lunar. Que os vaya bien en vuestro viaje- dijo Doku

-nosotros nos vamos ya. Gracias por su colaboración- dijo el anciano dragón

Salieron del salón y se dirigieron a los puestos comerciales a hacer acopio de provisiones. Cuando habían comprado suficientes se encaminaron a la salida.

Cogieron a los caballos y los guardias les devolvieron sus armas.

-definitivamente ha sido un placer compartir viaje contigo- le dijo Alborei a Aenor

-lo mismo digo, sois unos compañeros increíbles, todos sin excepción - contesto el centauro

-echaré de menos tus historias- dijo Squall apenado

-la próxima vez que nos veamos tal vez seáis vosotros los que me cuenten alguna, no cualquiera va al valle de los dragones- dijo Aenor

-confiamos en ti para que convenzas al rey Seplet para que se una a los demás. Sabemos que no nos fallaras- dijo Taki

-haré todo lo que este en mi mano, le contare lo que he visto y vivido y estoy seguro de que se unirá - dijo convencido el centauro

-esta bien, nuestros caminos se separan aquí temporalmente, pero volveremos a vernos- dijo Shilena

-hasta pronto- dijo Aenor

Todos se despidieron de él y separaron sus caminos.

El valle de los dragones estaba a siete días de camino. Al principio Squall pensaba mucho en Aenor, y se preguntaba si estaría bien en su viaje llendo solo pero todos lo tranquilizaban diciéndole que era un gran guerrero y que sabía cuidarse solo.

Squall también seguía con si entrenamiento cada vez que paraban a pernoctar. Ahora para acelerar el tiempo usaba frutas, como le había hecho hacer el rey, y cada vez tardaba menos en hacerlas pudrir. Para intentar detener el tiempo seguía usando los relojes de arena pero no conseguía que se detuviera de todo el flujo de arena.

Así poco a poco iban acercándose al valle. Cuando llevaban la mitad del trayecto recorrido se veía algún dragón en que iba en la otra dirección o alguno que se dirigía hacia el valle que volaban más alto que Falco. Al verlos a Squall le entraba la curiosidad.

- ¿y hay muchos dragones en el valle?- preguntó a Alborei y Shilena

-más de la mitad de la población de los dragones están allí- dijo Alborei

-varios cientos, quizás miles- contesto Shilena

Squall se imagino el valle por un momento con tantos dragones y se quedo impresionado.

Por fin llegó la última noche del viaje, y Alborei se acercó a los caballos y los dejo libres les dio un susto y estos echaron a correr despavoridos.

-¿por que haces eso?- Le preguntó Dan

-Ya no los necesitamos, mañana lo entenderas- dijo el veterano dragón

Se acercaron a la hoguera y cenaron como todos los días

A la mañana siguiente Alborei llamo a Squall y a Shilena

-el resto del viaje lo haremos en nuestra forma verdadera, así no tendremos problemas para entrar al valle- les dijo

Acto seguido se transformó en el dragón gris que era. Ya hacía mucho tiempo que Squall lo había visto por última vez y volvió a sorprenderse.

La siguiente que se transformó fue Shilena. A ella no la había visto nunca en su forma real, era una dragona de tamaño mediano, un poco más pequeña que el, pero más esbelta, era de color pardo con cuernos marron oscuros.

Squall hizo lo propio, e inicio su transformacion. A los pocos segundos era un dragón dorado de tamaño intermedio entre el de Alborei y el de Shilena.

Se acercaron a los demás.

-montar sobre nosotros haremos el resto del viaje por aire- les dijo Alborei

Dan ayudo a Doltan a subir a lomos de Alborei. Nomar fue su compañero de montura.

Los elfos montaron a lomos de Shilena y Falco quiso ir volando por si mismo pero pronto se dio cuenta de que no podía seguir el ritmo de los dragones y monto a lomos de Squall.

El viento rozaba la piel de todos pero el que más lo disfrutaba era Squall que a penas había podido disfrutar de volar y ahora se estaba desquitando. A veces sin previo aviso hacia un descenso en picado para después volver a subir o hacia una pirueta. Todos sonreían mientras lo veían disfrutar.

El sol estaba en su cenit cuando al fondo se empezaron a distinguir figuras en el aire. Al principio parecían pequeñas pero según se iban acercando eran cada vez más grandes.

-ya se ve el valle a lo lejos- dijo Alborei

Siguieron avanzando y ya estaban casi a la altura del valle. Otros dragones que los vieron llegar se acercaron a ellos y volaron a su alrededor. Unos eran rojos, otros azules, marrones y grises.

Cuando llegaron al valle aterrizaron en la parte baja de este. Allí estaba un dragón inmenso de color carmesí.

-llevamos días esperandoos- dijo el dragón

-nos hemos retrasado un poco pero por fin estamos aqui- dijo Alborei

-seguidme- le contesto el enorme dragón

Alborei asintió y todos lo siguieron.

El Dragón Elegido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora