El Dragón Elegido

La última petición

Cuando el grupo entro en el salon vieron al rey sentado en un trono al fondo. A ambos lados había una hilera de soldados que formaban un pasillo en el medio.

Se acercaron al trono y cuando estuvieron lo suficientemente cerca se arrodillaron ante el rey, este hizo un ademán con la cabeza y el grupo se levantó.

-es un placer saludarle su magestad, soy Alborei, dragón de aire, y acompañó a estos buenos hombres en nuestro viaje por todos los reinos, nuestro peregrinaje termina aquí . Tenemos una petición que hacerle- dijo con calma

-el placer es mio, se que no es la primera vez que venís a Seira y siempre habéis ayudado en lo que habéis podido, ¿quienes son los que te acompañan? -dijo el rey

-esta joven es Shilena, dragona de tierra y visionaria, nuestro amigo centauro es Aenor, gran guerrero, seguro que habéis oído alguna de sus muchas proezas. Los elfos son los hermanos Dan y Taki, hijos de Ytan uno de los 7 miembros del consejo de ancianos. Doltan es el nombre del enano, comandante del ejército de la ciudad Áurea. Los fenomenales tiermann son Falco y Nomar ágiles y sabios y este joven es el motivo por el que he nos emprendido nuestro viaje, es el dragón prometido, y el que traerá la paz a nuestras tierras.- Alborei los identificó a todos

-el dragón prometido.. cuantas veces habré oído esa historia.. pero nunca se ha cumplido.. ¿que os hace creer que ahora es distinto?- preguntó Doku

-es sencillo, nació de un huevo dorado, cosa que no es habitual entre los dragones, además su elemento es único,  controla el tiempo- explicó Alborei

-pamplinas, no creo que sea el único que haya nacido de un huevo dorado.. y eso de que controla el tiempo.. seguro que es alguna clase de truco barato- protestó el rey

-puedo mostraroslo si es vuestro deseo - dijo Squall

-mostrármelo pues- dijo Doku

Squall de acercó a uno de los guardias que estaba sosteniendo una lanza, pretendía repetir la exibición que le había hecho al rey enano.

-yo me pondré al fondo de la sala tu tírame la lanza con toda tu fuerza.- le dijo al guardia

Se posicionó delante de una pared y le hizo una señal al guardia para hacerle ver que estaba listo, el guardia alzó la mano sobre su hombro cogió impulso y dejo ir la lanza con todas sus fuerzas. Squall se concentró e hizo que su elemento actuase, como ya había pasado en el palacio enano la lanza empezó a frenarse pero sin descender de altura y Squall se hizo a un lado, el joven dragón anuló su poder y la lanza volvió a coger velocidad para clavarse en la pared.

Squall se acercó al trono de nuevo.

-magnífico, ¿cual es el truco?- pregunto el rey

-no hay truco, es su elemento- dijo Shilena

El rey Doku hizo una mueca.

-no me convence, por mi palacio han pasado muchos magos que han echo cosas más asombrosas. Esta vez decidiré yo lo que vas hacer. ¡Que traigan una manzana!- le ordenó a uno de sus guardias

El guardia salio del salón, al poco rato volvió con la manzana. Se la dio a su rey.

- si de verdad controlas el tiempo haz que esta manzana se pudra. No te debería ser difícil,  solo tienes que acelerar el tiempo. - dijo el rey

Squall se sobresalto, era cierto que podía acelerar el tiempo pero para que una manzana se pudra tenia que hacer pasar varios días y eso era mucho más de lo que había conseguido hasta ahora.

- puedo intentarlo, pero no se si podre, puedo acelerar el tiempo pero nunca lo he acelerado tanto- confesó

-si no lo haces nuestra conversación habrá acabado por farsantes- replicó el rey

Squall se concentró en la manzana y aplicó su poder, pero no parecía que pasara nada. El tiempo pasaba y la manzana seguía igual, no parecía que el elemento de Squall estuviera haciendo efecto. Squall tenia las venas de su sien derecga hinchada y estaba algo colorado. Se enfocó más en la manzana olvidándose de todo lo que le rodeaba.

- veo que no eres capaz de lograrlo. Estoy pensando en haceros apresar por intentar engañarme- dijo el rey

Pero de repente se fijó de nuevo en la manzana y empezó a ver como se arrugaba,  poco a poco el color de la manzana fue cambiando hasta que por fin estaba completamente podrida.

Squall se relajo y dejo salir un suspiro, estaba algo agotado mentalmente de tanta concentración.

El rey estaba perplejo, no podía creérselo.

-imposible, como lo has hecho- dijo sobresaltado

-ya se lo hemos dicho, su elemento es el tiempo- dijo Alborei

-esta bien, yo puse la prueba está vez y la ha pasado. ¿En que queréis que os ayude?- dijo Doku

-necesitamos que una sus ejércitos al de las demás razas para atacar la sede del imperio, queremos enfrentarnos al Emperador y traer la paz a todas las razas que sufren bajo su tiranía - dijo Alborei sin andarse con rodeos

El rey se quedo un momento en silencio, pensativo.

-es una apuesta arriesgada, ya sabéis lo que hace el Emperador con todos aquellos que osan hacerle frente. No le tiembla la mano al exterminar a toda una familia, incluidos niños y mujeres- dijo el rey Doku

-por ese motivo hay que acabar con el, si nos unimos todas las razas su ejército no será muy superior al nuestro, y nosotros tendremos a los dragones de nuestro lado, eso nos dará ventaja. Cada raza aportará lo mejor que tenga, la unión hace la fuerza- dijo el veterano dragón

-nuestra gente proveerá a los ejércitos de las demás razas de equipamiento runado, no hay armas ni armaduras mejores- dijo Taki

-al consejo de ancianos también les costó tomar la decisión, pero al final aprobaron la solicitud de esta gente cuando no contaban con el apoyo de ninguna raza, ahora todas menos los centauros han aceptado, su decisión debería ser mucho más fácil. - dijo Dan

-mi rey aceptará apoyarlos cuando le cuente lo que he visto. No lo dudéis. Es un buen momento para que centauros y humanos solucionen sus diferencias- dijo Aenor

El rey volvió a quedarse en silencio mientras le daba vueltas al asunto. Tras un instante se levantó del trono.

-esta bien. Os apoyaremos. Nos uniremos al resto de razas. Pero si algo va mal mi propia gente os entregará al Emperador. Más tarde cuando termine de atender a mi gente volveré a quedar con vosotros, tenéis que explicarme vuestro plan y estrategias.- dijo el rey

-hacednos llamar y acudiremos raudos- dijo Alborei

-podéis retiraros- dijo Doku

El grupo salio del salón y en todos los integrantes de él se esbozaba una sonrisa. Todos se dirigieron al comedor.