Desde que recuerdo, siempre estuve atado a esté lugar, bueno ahora es más acogedor. El hospital me daba realmente miedo, siempre estaba ahí y un niño llegaba pero otro se va.
Había estado tan acostumbrado a eso, pero cuando dejaron de ir mis padres por mí será que...¿Les cause mucho dolor? ¿Les daba asco ver a su hijo así? Era difícil para mí, mis dolores en el pecho jamás fueron normales, los doctores decían que debía estar tranquilo, no alterarme mucho; pero con el paso del tiempo mejore y ahora puedo estar mejor sobretodo porque cuando conocí a Jin él me animaba pero la mejor parte es qué él siempre me viene a dar comida, me paga el tratamiento, no podría vivir sin él.
»lo quiero tanto que me preocupa que un día desaparezca«
—¡Feliz cumpleaños!— gritó él entrando a mi cuarto con un gran pastel y todos los niños del orfanato vinieron a verme.
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Sé que sufro del corazón pero al menos tengo a alguien para ser fuerte cada día y eso me da alegría en mí vida tan deprimida, por eso agradezco a Jin por estar conmigo en días tan especiales.