Max abrió la puerta de su casa y atrás Kendall, lo abrazó por la cintura entrando también a la casa.
- ¡Te dije que los Lakers ganarían! – le dijo ella colocando su mentón sobre el hombro de Max, éste cerró la puerta con una mano y siguió caminando con Kendall detrás suyo hasta su pequeña cocina.- Vale, está bien,me has ganado la apuesta
- ¿Solo eso? Me debes treinta dólares, guapo.
- ¡Dijimos que serían diez! – le dijo él y soltó una risa. Kendall lo soltó y se colocó en frente de él.
–En serio - susurró él con una bonita sonrisa en los labios.
–Ajá, yo en vez de darte los treinta dólares te iba dar otra cosa, preciosa. – abrió la nevera y sacó un RedBull helado, con otra sonrisa pícara en los labios. Kendall abrió los labios. Sus finos y pequeños labios. – Te pago mañana, ¿si?
-Como quieras. – aceptó ella. Max tomó de su lata de RedBull, sintió el frío de la bebida dentro de su garganta. Ese frío que pronto se convirtió en lo contrario cuando sintió la mano de Kendall tocar la suya y quitarle la lata. – Al menos deberías regalármela. – y tomó de su lata.
- Es mía. – se la quitó él.
- ¡Max!
- ¿Qué? – le preguntó él lo más inocente posible, entonces ella fingió estar molesta. Le gustaba hacer eso y sentir que a Max en verdad le importaba mucho lo que ella sintiera, de alguna manera la hacía sentir especial. Intentó irse, pero Max la cogió del brazo. – Ven. . . - la acercó él.-No te molestes.
- Me debes trein. . .
- YA SÉ. . . - Max puso los ojos en blanco y una pequeña oleada de deseo se pasó por su cuerpo, pero un deseo limpio, uno que no sentía hace mucho tiempo. Miró sus labios y sintió la mirada de Kendall en los suyos, era bonita. La había conocido poco después de. . . bueno, de aquello que no quería recordar, en una cafetería. Él se sentó en la misma mesa que ella porque no habían más y así había empezado todo. Entonces deseó besarla y hasta más que eso, hace mucho que no se sentía de esa forma.
Y fue aún peor cuando sintió las tibias manos de Kendall sobre su pecho, lo hicieron estremecerse tanto que hasta empezaría a temblar.
- Bésame. – le pidió ella.
Él la miró de nuevo a los ojos, sus labios se comieron los de ella, ella se separó soltando un respiro y pronto, volvió a besarlo de nuevo.
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SEDÚCEME
Teen Fiction~3er y último libro de la trilogía "El secuestro de Julie" Está cerca y apunto de seducirte de nuevo.