SEDÚCEME

Capítulo 4

- ¿Ah? –  Max abrió los brazos. La sangre se le había subido a la cabeza, ardía en él. En sus propios pensamientos. - ¿Y entonces qué? No me digas que está triste porque va a casarse.

- Max. . .

- ¡Basta! – gritó. Emma tomó aire. Sabía que todo esto iba a pasar en algún momento, que Max reaccionaría después de haber evitado mencionar el nombre de Julie por tan largo tiempo, que en algún momento tendría que hablar sobre ella, que en algún momento tendría que enfrentar que aún no la olvidaba.

- ¿Me dejarías hablar? – Max respiró hondo. Se volteó, dándole la espalda, cruzó sus brazos. – Julie te necesita.

- Ella está de puta madre sin mí. – dijo completamente resentido.

- Max. . . - susurró Emma. – ella no quiere casarse - Max bajó la mirada mientras ella seguía hablando. – Me ha llamado la otra noche llorando, está tan mal. Me ha jurado que no quiere casarse.

- Estás mintiéndome.

- Piensa lo que quieras. – dijo ella, completamente fatigada. - Nunca pensé que podría importarte tan poco.

- No es así.

- No jodas Max , te he dicho que está muy mal, que te necesita y es cierto, te necesita más que nunca. No tienes idea en el infierno que está viviendo.

Max se volteó, su corazón empezó a latir de nuevo al escuchar las palabras de Emma. Julie lo necesitaba ."Me necesita"

- Su padre la está obligando a hacer algo que no quiere. – le explicó Emma.

- ¿Por qué?

- Por ti.

Él que quedó callado.

- ¿Le ha hecho algo? – preguntó esta vez sin poder esconder más su preocupación. Emma se sintió aliviada, quiso sonreír. Sentía que después de mucho tiempo estaba viendo al Max de siempre, al verdadero, todavía sentía algo por Julie,  algo fuerte, muy fuerte. . .

- No me ha contado nada.

- ¿Cuándo es la boda? – preguntó.

- Mañana.

Entonces se quedó callado y muchos recuerdos se le vinieron a la cabeza, entre ellos una promesa. Una promesa que había marcado el resto de su vida, una promesa que había hecho por ella, por lo enamorado que lo tenía, que lo tiene más bien. Aquella que le había hecho a Ryan el último día que había visto a Julie. Max abrió la puerta de su auto, se metió dentro de él. 

- Gracias. – le dijo a Emma. – Necesito que ella misma me diga que no quiere casarse - Emma sonrió ligeramente. – Que me necesita - volvió a decirle – Si es así, la sacaré de ahí, te lo prometo.