Capítulo 5

869 51 4
                                    

Ella le contestó la llamada.

- ¿Aló? – dijo por la otra línea. Max soltó un suspiro.

- Hola - murmuró él. De alguna u otra manera su voz le hacía tranquilizarse. Se hizo para atrás acomodando su espalda en el asiento piloto de su auto.

- ¿Estás bien? – le preguntó Kendall. – Pensé que vendrías mi amor - le dijo ella sin hacer mayor problema del asunto, pues lo estaba esperando desde hace más de una hora.

- No, no estoy bien. – admitió él. – Te juro que iba ir a verte. . .

- ¿Entonces?

- No sé- murmuró. Hizo su cabeza para atrás cerrando los ojos y agarrando el celular con fuerza. - ¿Podría hacerte una pregunta?

- Si

- ¿Crees que debería viajar a las Vegas? – le preguntó él. Kendall se quedó callada, conocía a Max desde hace menos de un año y sabía cada historia suya, lo que había vivido, con quién. Así que tragó saliva y el color de su piel cambió por completo.

- ¿Para verla? – le preguntó sin rodeos.

- Ella va a casarse

Kendall cerró los ojos, no podía creerse que después de tanto tiempo aún siguiera pensando en ella, que todavía le preocupara lo que hiciera.

- ¿Y quieres ir a observar cómo es que se casa? 

- Ella no quiere casarse. – Max volvió a abrir los ojos. – Emma dice que me necesita, ni siquiera yo mismo me lo puedo creer

- ¿Y tú cómo sabes eso?

- Es lo que quiero comprobar.

- Ah. – Kendall se quedó callada. Entonces reaccionó.

- Oye. . .- murmuró él. – Yo. . . bueno esto. . . no cambia las cosas, sabes? - le dijo, aunque no sabía si estaba diciendo la verdad. – Yo voy a volver, te lo prometo.

- Pero con ella. – sentenció Kendall. Entonces Max entendió que si estaba celosa, justo como lo había pensado.

- Tal vez, pero no creo que ella sienta lo mismo por mí después de tanto tiempo.

- ¿Y tú? - le preguntó. Max bajó la mirada, no lo sabía, solo sabía que le importaba mucho que era capaz de viajar ahora mismo y por toda la noche hasta poder verla y escuchar que lo necesitaba. Solo sabía que era capaz de hacerlo todo por que ella estuviera bien, lo único que no sabía y aún no tenía claro era cómo reaccionaría al verla.

- Yo ya no siento nada por ella.

SEDÚCEMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora