Rebekah escuchó el crujido desagradable desde dónde estaba.
Dejó de discutir con su hermano menor, y se asomó lo más rápido que pudo a la ventana.
Desde ella, pudo ver cómo su hermano mayor estaba tirado en el césped, pudo ver cómo Mia sacaba la mano de su pecho y le daba un último beso de despedida.
Con un grito de terror, bajó las escaleras a toda prisa y corrió hacia allí, mientras que la cazadora aprovechaba para subir a la habitación dónde su hermano se encontraba.
Niklaus había estado escuchando todo lo que decía Rebekah, había visto parte de las escenas que habían vivido en su mente. Sabía cuan importante era aquella chica para sus hermanos.
- ¿ Por qué ? - le preguntó Mia, con la voz rota y sin molestarse en limpiarse las lágrimas que corrían mejillas abajo.
El híbrido miró por la ventana al escuchar a Rebekah gritar desesperada y sintió que su propio corazón se estrujaba de tanto dolor. De nuevo, como tanto tiempo había estado haciendo, se odió a sí mismo. Odió ser tan impulsivo, tan rencoroso y vengativo, tan obsesivo porque todo saliera justo como él quería.
Pero no lo demostró.
Devolvió su atención a la chica y la miró con su expresión sádica habitual, una de sus sonrisas favoritas.
- Ni siquiera me acuerdo, amor.
Mia gritó y se abalanzó sobre él, tomando uno de sus brazos y partiéndolo con fuerza en dos. Niklaus soltó un alarido de dolor, pero no tardó en responder tomándola por el cuello. Ambos se enzarzaron en una pelea acalorada que sólo se vió interrumpida cuando, al cabo de un tiempo, uno de los Mikaelson entró en la habitación.
- ¡ Basta ! - gritó Freya, quien tenía pinta de acabar de llegar, ya que venía con el bolso aún a cuestas - Dejad de comportaros como imbéciles y escuchadme. ¿ Cuál es el problema ?
Mia lo señaló fuera de quicio y chilló.
- ¡¡¡ Solo quiero saber por qué hizo que mis padres se estrellaran contra un puto camión de gasolina !!!
Niklaus gritó enseguida su respuesta :
- ¡ He dicho que ni siquiera me acuerdo joder ! ¡ Tus padres no eran nada para mi, n-a-d-a ! - dijo recalcando la palabra - He matado a cientos y miles de seres a lo largo de mi vida, ¡¿ por qué crees que me iba a acordar de los tuyos ?!
Antes de que Mia se lanzara de nuevo sobre él, Freya lo vió venir y se aproximó a Klaus de una zancada, colocándose a escasos centímetros de su rostro.
- Deja de escudarte con esa actitud fría y estúpida - espetó - y dile la verdad.
El híbrido aguantó su mirada furioso, pero finalmente observó a la joven y suspiró, esforzándose por relajarse y mantener la calma mientras se preparaba para contar lo que realmente había pasado.
- Tus padres eran buenos cazadores. Como tú, supongo. Habían crecido escuchando leyendas de sobrenaturales, ellos mismos formaban parte de ese mundo. En cuanto aprendieron a manejar armas y a cazar, sus vidas se destinaron a un solo objetivo ; acabar con la criatura más sanguinaria de todas. El híbrido original. Pero por el camino, aparecisteis vosotros. Tu padre quiso dejarlo, pero tu madre estaba obsesionada y no tenía control alguno sobre su instinto. La sed de sangre le cegaba, apenas dormía o hacía otra cosa. Me persiguió por varias ciudades, hasta que al final me harté de ella. Le advertí lo que pasaría si no desistía, pero fue incapaz de dejarlo. Se había convertido en una adicta. Ya sabes lo que pasó a continuación- en aquel punto, Niklaus hizo una pausa antes de continuar - lo viste en la grabación. Compulsioné a tu madre para que estrellara su coche... y tu padre, viendo que no podía hacer nada para detenerla, prefirió vivir con ella su próxima aventura que quedarse en el mundo de los vivos. Así que se montó en aquel coche... y el coche se estrelló.
A este punto, las lágrimas habían aflorado ya en el rostro de la joven cazadora y se transformaban en ríos que bañaban sus mejillas. Nunca había sabido mucho de sus padres, nunca había sabido lo que realmente ocurrió aquel día... y al fin tenía todas las respuestas a sus incesantes preguntas.
- Te diría que lo sentí - prosiguió Niklaus - pero no estaría siendo sincero. La plena verdad es que me dió igual provocar sus muertes, no me sentí mal ni arrepentido. Sus recuerdos no me torturaron - Freya estaba preparada para cerrarle la boca de un guantazo cuando le escuchó continuar - pero ahora sí que lo hago. Si pudiera volver en el tiempo y corregir lo que hice lo haría, pero el tiempo es el que es. Ahora sé que eres alguien importante para esta familia, y siento haberte causado tanto dolor.
Mia sintió como con aquella disculpa se le caía un gran peso de encima. Sintió como sus piernas flaqueaban, y se dejó caer hasta quedarse sentada en el suelo. Entonces toda la furia, la venganza y el odio que tenía dentro se transformaron en tristeza y un profundo dolor. Sollozó, mientras que Freya se arrodillaba junto a ella y acariciaba su espalda como lo haría una hermana mayor.
Niklaus observó la escena y decidió contarle un último recuerdo :
- Una vez escuché a tu padre decir algo que jamás se me irá de la cabeza, por la manera en que lo dijo - comenzó ganándose la atención de Mia por unos segundos antes de volver a hablar - << estoy cansado, ¿sabes? Cansado de muchas vidas. Te das cuenta que en unos 100 años en este planeta, no he tenido ni un día libre. Solo quiero un día sin vampiros. Un día libre donde pueda... sentir el sol en mi cara, comerme una hamburguesa con queso, mirar el océano. Disfrutar de placeres simples, por una vez. Y luego, ir a dormir >>.
FIN
