Mia casi se dormía encima de los libros. Después de clase, había decidido ir a la biblioteca municipal (esta vez, una normal y corriente) para estudiar un poco sus futuros exámenes. Sabía de otros años que si no empezaba a estudiar ya todas las asignaturas se le echarían encima y no tendría tiempo para nada.
Pero estaba tan cansada que apenas podía leer una página y media sin que se le cerraran los ojos. No era justo. Ella había tenido la fuerza de voluntad para ponerse a estudiar, ¿ por qué tenía que dormirse justo ahora ?
- Anda, cierra ese libro - dijo Rebekah parándose junto a ella - sabes que no te está sirviendo para nada.
Mia suspiró y hizo lo que le decía, tomándolo entre las manos.
- Si no vamos a por un café juro que me dormiré aquí mismo - comentó con un bostezo.
Rebekah sonrió y enganchó su brazo con el suyo.
- Pues vamos a por él.
Mia esbozó una pequeña sonrisa y asintió.
- Oye Mia, no me has explicado bien lo que pasó aquella noche - comentó de forma casual, tratando de asegurar sus sospechas.
- Ya sabes lo que pasó - frunció el ceño - ¿ qué más quieres saber ?
- ¿ Estabas dispuesta a enfrentar a esos dos vampiros tú sola ?
- Sí - respondió cortante.
- ¿ Y cómo llegaste tan rápido hasta tu hermano ? -insistió.
- Estaba cerca - dijo seca. Rebekah la miró alzando una ceja, y Mia se rindió y decidió decirle la verdad. Al fin y al cabo ella era una bruja, no le iba a tomar por loca - Está bien... soy cazadora.
- ¿ De qué ?
- De todo, aunque los vampiros son mis preferidos.
A Mia le llamó la atención que Rebekah no se sorprendiera. Y entonces ella se lo explicó.
- Ya lo suponía, solo quería saberlo con seguridad.
Mia asintió y caminó con la vista en el suelo durante un buen rato.
- ¿ Tú tienes hermanos, Rebekah ? - preguntó por curiosidad. En realidad, Mia no sabía mucho de la joven, aparte de que había aprendido a hacer hechizos desde hacía relativamente poco y que amaba ir de fiesta.
- Ajá - asintió ella - Al principio éramos siete. Por ahora quedamos cuatro.
- ¿ Por ahora ?
- Bueno, hay formas de traer a sobrenaturales al mundo de los vivos de vuelta.
- ¿ Es eso en lo que estás metida ahora ? ¿ Quieres traer a tus hermanos al mundo de los vivos ?
- Solo a uno... De los otros dos a uno le guardaré rencor eterno y el otro no tiene vuelta atrás. Pero ese uno, Kol... pienso conseguirlo, cueste lo que cueste.
Y lo dijo con tal convicción que Mia no dudó en que lo lograra.
