Rebekah cerró la puerta del piso de Mia con más fuerza de la que había querido.
Con la mandíbula tensa y los dientes apretados, se apresuró a alejarse de el edificio, sintiendo cómo estaba a punto de explotar.
- ¡ JODER ! - gritó exasperada. ¿ Es que nada podía salirle bien ?
FLASHBACK
Rebekah seguía estando confusa.
Mia la había llamado hacía una media hora, y se había dado prisa por llegar a su casa, ya que le había dicho que era urgente. Cuando llegó, tras saludarse, la había llevado a su habitación y le había enseñado una retaíla de fotos cronológicas.
- ¿ Y qué es ? - le había preguntado.
Ella respondió :
- Son fotogramas de una grabación de la muerte de mis padres.
- ¿ No me dijiste que fue un accidente ? - preguntó confundida.
- Ese es el caso. Que por lo que se ve no creo que haya sido un accidente - contestó Mia tan segura que Rebekah no tuvo más remedio que suspirar y echarle un vistazo a las fotografías.
Ojeándolas distraídamente, pensó en que a Mia le había dado un ataque raro y estaba intentando darle una explicación más fácil a lo que había pasado hacía ya años. Que era cosa suya, que no quería admitir la verdad. Y ésta era que sus padres habían muerto en un simple accidente automovilístico. Pero a medida que Mia le fue enseñando foto a foto, la cara de Rebekah fue empalideciendo y tensándose. Reconocía a ese hombre... reconocía esa postura agresiva y como un cable en tensión, como una fiera esperando atacar en cualquier parte. Era Nick. Oh, dios mío, era Niklaus.
FIN FLASHBACK
Rebekah alzó las manos al cielo, mirando hacia arriba, y preguntó << ¡¿ por qué, señor, por qué ?! >> No es que creyera en Dios ni nada parecido, había visto demasiadas cosas como para eso, pero usar ese tipo de expresiones se había convertido en parte de su costumbre. Eran cosas que todo el mundo decía, y como se dice, lo bueno y lo malo todo se pega.
La historia siempre volvía a repetirse, una y otra vez. Algo bueno pasaba en la vida de su familia, y casi enseguida, otro de ellos lo fastidiaba. Había encontrado una amiga, una de las de verdad con quien contar para cualquier cosa y a quien contar cualquier cosa... y ahora descubría esto.
Estaba más que claro que aquello no iba a acabar bien, para ninguno ; ni para ella, ni para Klaus, y mucho menos para Mia y Elijah. Estaba segura al cien por cien de que Mia no descansaría hasta averiguar quien era el desconocido del vídeo, y que acabaría descubriéndolo. También estaba segura de que Mia trataría de matar a Klaus, y de que éste no dudaría en defenderse ojo por ojo diente por diente. De igual forma, estaba segura de que Mia no tenía nada que hacer con Niklaus, y de que acabaría muerta. Y por último, estaba segura de que Elijah y ella estarían tan destrozados y resentidos que su hermano se sentiría más solo que nunca.
No, aquello no pintaba nada bien.