En casa de los Mikaelson todo era tranquilidad, por una vez.
Jackson y Hayley se habían marchado por unos días con Hope, dándole espacio a Elijah para pensar con claridad, y Niklaus estaba más calmado ahora que ningún cazador desconocido andaba matando a su pequeño ejército.
Ahora que tenía más tiempo, Elijah no podía evitar gastarlo pensando en Mia. Aquella chica tenía algo que hacía que se colase en su cabeza incluso cuando no quería pensar en ella. El original se pasó las manos por el pelo y suspiró. No le gustaba el rumbo que estaba tomando aquello, porque sabía lo que venía a continuación, y no se veía capaz de recomponer su corazón una vez más. Por dios, había estado a punto de besarla...
- Hola Elijah - la voz de su hermana interrumpió las imágenes que su mente proyectaba sobre los labios de la cazadora.
El original volvió a su cara de indiferencia y seriedad habitual y devolvió el saludo.
- Buenos días, Rebekah. ¿ No deberías de estar en clase ?
- Nick me pidió amablemente - dijo con sorna, recalcando la última palabra - que acompañara a Hayley y Jackson al refugio. Todo ha ido bien, sin incidentes - informó. Elijah asintió distraído, y eso llamó la atención de Rebekah - 'Lijah, ¿ me estás escuchando ?
El vampiro salió de su ensimismamiento y volvió a asentir, esta vez más centrado.
- Sí, Rebekah, me he enterado. Disculpa si parecía abstraído, estaba pensando.
- ¿ En qué ? ¿ O en quién ?- añadió.
Elijah se tensó de una forma casi imperceptible, pero que su hermana había comenzado a distinguir con el paso del tiempo. Sonrió, porque supo que había dado en el clavo.
- No hace falta que me contestes... total, ya tengo mi propia teoría.
El original frunció el ceño.
- ¿ Qué teoría ?
- Una teoría que implica amor, cierta joven cazadora, y un vampiro muuuy muy viejo - respondió con una amplia sonrisa - Tiene pinta de una buena historia, ¿ verdad ? Un vampiro y una cazadora, quién lo iba a decir.
Elijah continuó con su ensayada cara de pócker, pero sus labios se movían solos para formar una pequeña sonrisa.
- Sí, es verdad - dijo apoyando una mano en el hombro de su hermana - Pero como tú has dicho, solo es una historia.
Y se escabulló escaleras arriba, antes de que Rebekah pudiera leer la palabra "mentiroso" escrita en su cara.
En la otra punta de la ciudad...
Mia vagaba por el instituto como un perro sin dueño.
Cualquier que la mirara pensaría que era una chica normal, que estaba centrada y atenta a lo que sucedía a su alrededor, pero lo cierto es que no lo estaba en absoluto. Su mente estaba muy muy lejos de allí, lejos del edificio escolar, lejos de su cuerpo... en unos intensos ojos de color café que pertenecían a un hombre con traje.
Elijah... Mia saboreó la palabra. Todo en él era elegantemente atractivo ; su voz grave y profunda, su forma de moverse, su aspecto e incluso su nombre. Se imaginó a sí misma susurrando aquel nombre en su oído, y después como ... No. Mia sacudió la cabeza casi con asco. Mia Hunter no podía pensar en aquellas cosas. Él era un vampiro, ella una cazadora. En el caso de que ambos quisieran tener algo, cosa que existía seguramente solo en su imaginación, sería sencillamente insostenible. Un cazador no se enamora de sus presa, y las presas no se encariñan con los cazadores que tienen el dedo puesto en el gatillo.
Echaba de menos a Rebekah. Tenía la cabeza - y el corazón - hechos un completo lío, y necesitaba la ayuda de su amiga más que nunca. No es que la bruja fuera la mejor aconsejando, pero simplemente le sentaría bien hablarlo con alguien que supiera del tema. Para su mala suerte, Rebekah había escogido justo aquel día para ausentarse, y ni siquiera había decidido avisarle.
Algo mosqueada por aquel detalle - y por todo lo demás - sacó su móvil y tecleó un mensaje para ella a toda velocidad.
Where are u ? Need to talk.
Mine at 5?
Donde estás? Necesitamos hablar.
En mi casa a las 5 ?
Mientras se dirigía al edificio de enfrente para recoger a su hermano, su móvil vibró en el bolsillo, señal de que había recibido un nuevo mensaje.
Just arrived home. Wanna come?
Grab lunch 4 2.
Acabo de llegar a casa. Quieres venir?
Coge comida para dos.
Mia miró a Liam, que acababa de llegar a su lado, y sonrió.
I'm with my brother, taking him home.
Be there in 30.
Estoy con mi hermano, le llevo a casa.
Estaré ahí en 30.
