30

4.1K 230 52
                                    

EPÍLOGO

Era un lugar para escapar. Una pequeña isla rodeada de un mar tranquilo, lo suficientemente alejada del mundo como para olvidarse de todo, recuperar la calma y reencontrarse con ella misma.   
L

as palabras que Nick le había retransmitido de su padre se sintieron tan reales que se vió identificada de inmediato con ellas. Había sentido esa necesidad de cumplir lo que éstas decían ; tan solo un día tranquilo...

Se había tomado un baño en el mar Egeo, se había secado tomando el sol, sintiendo los rayos incidir sobre su piel clara. Había almorzado tranquilamente de cara al mar, viendo cómo las olas iban y venían bañando la costa. Había dado un paseo en bici, disfrutado de un café en un lugar típico y se había permitido la mejor siesta de su vida.

Mia se sentía como nueva. Como una nueva persona.

Y en cierto modo, lo era.

Había dejado atrás el odio, la ira, la venganza. Había incluso aprendido a controlar su instinto más de lo que antes hacía. Ya no era tan impulsiva, tan ansiosa... aunque aún quedaba en ella un poco de esa locura innata y esas ganas de hacerlo todo como saliera. Al fin y al cabo, eso siempre sería parte de su forma de ser.

Y lo mejor de todo, es que Mia estaba viviendo una auténtica historia de amor. No había princesas ni caballos, pero sí que había un príncipe azul... aunque inmortal y con colmillos.  Elijah y Mia se disfrutaron el uno al otro con toda la intensidad de saber a ciencia cierta que has encontrado a tu media naranja... y lo difícil que había sido reconocerla.

Una noche, mientras que ambos observaban juntos la puesta de sol sobre la mágica Santorini, Mia sintió un miedo irracional que la hizo estremecerse.

- ¿ Tienes frío ? - preguntó Elijah con voz suave, abrazándola por la espalda frente a la ventana.

Ella negó con la cabeza.

- Frío no, miedo - contestó con sinceridad. Tiempo atrás no le hubiera gustado admitir aquello, pero ahora eso no era un problema. Desde que sus manos no habían sido capaces de arrancarle el corazón y en su lugar le habían roto el cuello, sabía que estaba perdida...

- ¿ Miedo ? ¿ De qué ? 

- De perderte.

Elijah esbozó una pequeña, gran sonrisa y besó suavemente su hombro desnudo mientras ambos observaban recostados el uno en el otro cómo el día dejaba paso a las estrellas de la noche.

- No lo harás, Mia - susurró - No lo harás.

________________________________
___________THE END___________

ElijahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora