Juegos de guerra I: Kingdom Of Wisdom

5.3.- la marca de la sangre.

《Sangre sucia o sangre impura es un término despectivo que usan los magos al referirse a los magos que provienen de padres muggles. Los de total origen mago los llaman así porque se refieren a sí mismos como sangre pura o sangre limpia. Llamar "sangre sucia" a un mago es un término muy despectivo y ofensivo para los nacidos de muggles ya que se considera un insulto muy grave hacia ellos》

Draco estaba estoico. Las palabras que acababa de pronunciar parecían flotar en el aire. La atmósfera que se había creado entre ambos era tan densa que se podía palpar con los dedos, todo el aire se desviaba hacia un cataclismo que estaba por arremeter.

—Creo que sería mejor que te alojes en otro lugar Draco, le diré a Harry que te envié aurores para tu protección—

-Hermione... lo siento-  decía Draco.

-sabes que Malfoy, yo soy quien lo siente. Jamás debí de haber pensado que tu cambiarias y serias diferente. Siento el haber confiado en ti Malfoy. Vete, solo te pido que te vayas- dijo la castaña.

-Hermione no quise decirte eso...-

-Espera un poco Malfoy, acaso no querías decirme "sangre sucia" tal vez encontraste un nuevo calificativo para referirte a mi- la voz de Hermione aunque tranquila sonaba con un dejo de rabia.

-No, no digas eso Hermione... fue un error. Discutíamos y esas palabras escaparon de mi boca sin pensarlas.

-Vete, vete de mi casa, no vaya a ser que el vivir con una sangre sucia te contamine tu pura y perfecta sangre.

Hermione dio media vuelta dejando a Draco solo en la cocina, con lo silencioso que estaba todo el lugar él rubio escucho como subía Hermione las escalera y cerraba la puerta de su cuarto.

Draco se sentía ... culpable.
No era su sentimiento favorito. Su sentimiento favorito era la ausencia de sentimiento; cualquier otra cosa llevaba a
la confusión. Ahora mismo, por ejemplo, estaba enojado por lo que había hecho, y, aunque consciente de que se trataba
de una respuesta emocional inadecuada, él no parecía poder ser indiferente a eso. Estaba enfadado con sigo mismo, Hermione había resultado ser la persona mas maravillosa con la que había podido toparse, las ultimas semanas viviendo en la misma casa había resultado ser algo maravilloso, las risas y juegos siempre estaban presentes, las tardes sentados frente al televisor disfrutando de alguna película, o paseando de la mano por el barrio donde Vivian, empezar a cocinar y que todo terminara en un caos y terminar pidiendo una pizza. Esas ultimas semanas de "aminovios" habían sido fantásticas y el en solo un segundo había destruido todo eso. Como una simple discusión sobre el trabajo había terminado con el llamando a Hermione "sangre sucia".

Subió a su recamara y vio que la puerta de la habitación de Hermione estaba cerrada, acerco la mano para girar el pomo de la puerta pero una barrera invisible se lo impidió 《claro que iba a hechizarla para que yo no entrara》se dijo así mismo, siguió el breve trecho hasta su habitación y con un solo hechizo guardo todas sus cosas en una maleta, aunque no quería se iría para darle tiempo a Hermione, claro que intentaría disculparse con ella pero le daría su espacio para que se calmara, durante todos sus años en Hogwarts se daba cuenta que cada vez que la castaña se peleaba con Potter y Weasley, se alejaba por un tiempo hasta que ellos se disculpaban y volvían las cosas a ser como antes y él solo quería su perdón.

☆☆☆

-¡Una bomba... como es posible que un aparato muggle causo la destrucción casi por completo del ministerio!- gritaba Harry enojado a un grupo de aurores.

-Eso fue lo que encontramos señor, la enviamos al departamento de uso indebido de artefactos muggle y ellos tras analizarla revelaron que era una bomba tipo racimo, que se divide en varias partes para que caiga en un lugar especifico. La diferencia de esta bomba es que fue hechizada para que explotara toda de una vez- dijo uno de los aurores.