18.- Dane, un huérfano mas

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Salón del trono (Death Valley)

-Pero miren que sorpresa, el gran Harry Potter. El niño que vivió, el elegido, el salvador del mundo mágico ante mí- Lucius malfoy de pie ante el otro que ocupaba día a día en Death Valley miraba de manera burlona a Harry quien era retenido por Marcus Flint y Rodolphus.

-Y la pequeña zorra de Daphne Greengrass, deja decirte que estos años te han sentado de maravillas querida... Pasaremos muy buenos momentos tú y yo- Daphne sintió un escalofrío recorrer su espalda, su voz era fría y tétrica con una pisca de maldad pura.

-Realmente me dieron una sorpresa cuando ataque su maldito escondrijo, y de la nada aparecieron con ese enorme dragón... Es decir ¡Un maldito dragón que acabo con la mitad de los hombres que me acompañaban! Pero aunque no lo crean yo soy un hombre piadoso y hoy me han encontrado de buen humor... Por lo tanto no los mataré, serán mis huéspedes.- Algo en la forma de hablar de Lucius hizo sentir a Harry que sería mejor la muerte a tener que pasar un día en aquel maldito lugar.

-Te arrepentirás por todo lo que has hecho Malfoy, yo mismo me encargaré que pagues todos tus delitos.

-Recuerda Potter que solo tienes una vida ahora... y con su ayuda atraparemos a cada uno de sus amigos y nada ni nadie podrá salvarlos. Llevenlos a sus habitaciones... y nuevamente bienvenidos a Death Valley- Dos jóvenes soldados los arrastraron fuera del salón del trono guiandolos a las escaleras que llevaban a las mazmorras.

<<Siempre existe un segundo antes de tomar cada decisión en el que piensas los pro y contras de una idea, que saldría mal o que consecuencias traería para el mundo entero...>>

-¡Corre Daphne!- Si Harry no hubiese gritado, no se hubiera dado ni cuenta que el soldado que la llevaba estaba inconsciente en el suelo y Harry forcejeaba con el otro.

-¡Vamos Harry, ven conmigo!.

-¡Vete tú, corre y no mires atrás!- Daphne le hizo caso y corrió. Corrió sin mirar atrás.

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-¡Unos idiotas... son unos malditos idiotas!.

-Su majestad... no fue nuestra intención dejarlos escapar... solo

-¡Ta cállate pedazo de basura inservible!..¡teníamos a dos, dos rehenes de Orión... saben lo que me costará la huida de esa maldita perra!... Flint envía a tus hombres a buscar por todo este maldito lugar, que revisen cada casa, cada burdel y cada maldito rincón del reino... Daphne Greengras no puede escapar, y pongan más cadenas en la celda de Potter... no quiero más sorpresas.- Lucius se levantó del trono y salió del salón dejando atrás a quienes el consideraba seres inferiores, seres inútiles que por incompetentes había perdido a aquella pequeña idiota, pero aún tenía a Potter y si por el fuera lo hubiese ejecutado inmediatamente y así por fin acabar con "el niño que vivio" pero no, aún le quedaba mucho por hacer y mucho que conquistar... y si sus planes salían como quería pronto tendría el control de todo.

El pulgero (sector bajo de Death Valley)

El aroma del pan caliente que salía de las tiendas era más dulce que ningún perfume que Daphne hubiera olido jamás, su estómago rugió de hambre pero decidió no hacerle caso. Había pasado la noche en un establo aunque no había dormido nada por miedo a que la guardia real de Lucius la encontraran y la llevarán al castillo nuevamente. Se había desecho de su vestido y robado de un tendedero unos pantalones, una camisa y un gorro pues así podría pasar desapercibida entre los poblanos hasta poder escapar de Death Valley. Camino por las callejuelas del lugar que según había escuchado eran llamadas el pulgerio pues en dicho sitio vivían las personas más pobres de todo el reino. Daphne miró hacia atrás con cautela. En la entrada de un callejón había dos guardias
de la ciudad. Las capas les llegaban casi hasta el suelo, eran gruesas, de lana teñida de color negro, al igual que las cotas de mallas, las botas y los guantes. Uno llevaba una espada larga colgada del cinturón, el otro una porra de hierro.Los capas negras no se habían fijado en ella, pero con sólo verlos se le ponía un nudo en el estómago. Se había mantenido lo más lejos posible del castillo, pero pese a la distancia las cabezas que se pudrían en la cima de los muros rojos se veían demasiado bien. Los cuervos revoloteaban ruidosos sobre ellas, ese era el destino de todo aquel que se atreviese a traicionar a Lucius Malfoy.

Juegos de guerra I: Kingdom Of WisdomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora