Capitulo 20: Hablemos de la muerte

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¿A dónde iría mi alma?

Todo ser vivo, cual camino tome, cual capacidad tenga o que tan precavido sea, atraviesa el mismo rumbo que los demás, llegando a un único final que es la muerte.

El ser humano, bicho social, se plantea desde tiempos antiguos datando los orígenes de las religiones o hasta incluso antes, una duda muy clara y concisa la cual es ¿Qué ocurre al morir?. A lo cual podríamos brindar una respuesta vaga limitándonos a decir "Se produce muerte como efecto directo a la ausencia de vida". Sin embargo, la pregunta es mucho mas profunda que ello. La pregunta sugiere dudas tales como ¿Qué ocurrirá con mi alma?, ¿A dónde ira mi consciencia?, ¿Reencarnare?, ¿Iré al cielo?. La verdad es que ninguna de estas interrogantes cuenta con una respuesta científicamente comprobable debido a que nadie que haya emprendido el camino de muerte ha dado marcha atrás y narrado su historia.

Durante nuestro paso por la tierra, demasiados seres humanos, perdemos tanto tiempo buscando respuestas al mañana, que el hoy, nos atraviesa sin que podamos hacer algo al respecto. Las personas, todas y cada uno de nosotras, tenemos algo en común, y es que en cierto punto y nivel todos le tenemos miedo a lo desconocido.

Imagina durante algunos minutos, que una persona a la cual llamaremos Morgan dedica su vida entera a prestar servicios a una religión que promete a base de especulaciones un paraíso utópico para quienes realicen actos de bien en vida. Llegada su muerte, Morgan se encuentra con que al morir el alma desaparece, la consciencia se apaga y nada ocurre realmente, lo que muere no transciende sino que lo que muere, simplemente muere. ¿Es una historia horrible verdad?, cambiemos el final. Al morir, Morgan llega a las puertas de un paraíso, donde descubre que los actos de bien que el realizo, para el criterio del cielo no eran buenos sino malos debido a que un acto para salvar tu alma, encubierto como "un acto bondadoso y desinteresado" se convierte en la peor de las acciones. Morgan esta condenado al exilio o a un abismo de tormentos, pobre Morgan.

Le dimos una historia a Morgan, dos finales y aun así, ninguno fue mejor que el otro. ¿Qué tal si damos un giro a la historia?.

Morgan es un ser humano y comprende que todos a su alrededor, son igual de mortales que el y ninguno posee un conocimiento absoluto acompañado de un entendimiento inamovible sobre el mas allá. Teniendo esto en mente, Morgan recorre su paso por la tierra bajo la creencia de que como nadie puede asegurarte lo que ocurrirá después lo importante es vivir el hoy. Los actos de bondad de Morgan no se fundamentan en la búsqueda de salvación sino en que como la vida es única todos deberíamos ser capaces de vivir en felicidad. Al morir, el alma de Morgan muere y su consciencia se apaga, mas sin embargo el, se ira contento y no decepcionado pues su única vida, realmente la vivió. ¿Cambiamos nuevamente el final?. Al morir, Morgan conoce las puertas abiertas de un cielo, que con alegría lo recibe debido a que en vida, Morgan, respeto a su entorno y vivió dejando vivir.

El ser humano aposto incontables vidas a cuestionar la existencia o no de un paraíso. Descuidando así la única vida asegurada que realmente tenemos. La tecnología avanza, nuestros cuerpos evolucionan, mas las mentes todavía no comprenden, que lo importante no es el final, sino como llegamos a este. Realmente no importa que ocurrirá con nuestra alma al morir, sino que ocurre con nosotros cuando vivimos. 

Respuestas a preguntas, Que nunca nadie hizo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora