LINEA 97 ( BTS - JEON JUNGKOOK )

CAPITULO 12

[Narra Zoe]

Era mi segundo día en la universidad y no podía dejar de mirar a todos lados, temía a que se repitiera lo del día anterior.

Ni siquiera podía estar atenta a clases, solo me la pasaba mirando mi reloj. Por más que trataba de olvidar, hasta el más mínimo movimiento que hacían los de mi alrededor hacia que dudara de mi seguridad.

No tuve otra opción que enviarle un mensaje a Seagull pidiéndole que entrara al salón de clases. A los minutos lo ví parado en la puerta, mantenía el ceño fruncido y los brazos cruzados.

Con tal frialdad entro y se sentó a mi lado sin decir palabra alguna, su presencia atrajo la mirada de muchas ,quienes no despegaban sus vistas de él.

Al tenerlo cerca pude sentirme Segura, tanto así que sonreí tímidamente mientras tomaba los apuntes.

Al tocar el timbre se levantó de inmediato.

—¿Ya podemos irnos?—Hablo furioso. Todos nos quedaron mirando inclusive hasta el profesor.

Estaba tan avergonzada que me puse roja como un tomate, hice seguidas reverencias disculpándome y salí del salón.

—¡OYE!—Grito él siguiéndome.

Camine sin hacerle caso hasta que llegamos al coche pero antes de poder abrir la puerta él puso su mano para que no pudiera hacerlo.

—Te estoy hablando ¿Acaso eres sorda?

—¡¿Y acaso tú eres un patán?. Aunque creo que la pregunta está demás porque si lo eres!—exclame impotente.

—Tonta

—Tonta y todo lo que quieras pero se comportarme como gente—saque su mano de la puerta y entre al auto—llévame al hospital a dónde me llevaste la última vez

—Tu papá a dado órdenes de que después de la universidad te lleve directo a casa

—¡He dicho que me lleves al hospital!, por si lo olvidas o has mal interpretado mi consideración contigo sigues trabajando para mi

Subió al auto y empezó a conducir, sabía que se estaba mordiendo la lengua para no decirme nada.

Al llegar antes que él pudiera pronunciar palabra baje de inmediato.

Pregunte a una de las enfermeras donde se encontraba el doctor Jimin y ella muy amablemente me llevo hasta él.

Detrás de los cristales él noto mi presencia y me hizo señas que esperara un momento; se veía tan tierno jugando con una de sus pequeñas pacientes.

—¿Me extrañaste verdad?—Dijo él quitándose la mascarilla que tenía puesta.

—¿Por qué está aquí esa niña?—pregunte curiosa.

—Está recibiendo quimioterapia, tiene cáncer—al escuchar su respuesta no pude evitar conmoverme.

—¿Se va a salvar verdad?

—Por supuesto es muy valiente y tiene muchos motivos por el cual vivir

—Eso me tranquiliza un poco—extendí mi brazo—toma

—¿Qué es esto?—respondió tomando la bolsa.

—Es tú casaca, muchas gracias

—Pensé que la ibas a tomar como un recuerdo— sonrió, no pude evitar hacer lo mismo y correspondí a su sonrisa—tienes una hermosa sonrisa—añadió haciendo que me sonrojara.