LINEA 97 ( BTS - JEON JUNGKOOK )

CAPITULO 30

En ese momento empecé a escuchar disparos, me acerque hasta la ventana y moví un poco las cortinas para poder observar. Eran más de treinta hombres de negro y todos con armas

— ¡Zoe! Sal de allí inmediatamente antes de que te atrapen ¡No cuelgues el teléfono por ningún motivo!

— ¿Qué está pasando? ¿Cómo pudieron entrar? —corrí por los pasillos del segundo piso, al llegar casi a las escaleras comencé a escuchar unas súplicas; me agache silenciosamente por el barandal y mire hacia abajo.

—Váyanse por favor ¡Váyanse! —era mi nana.

— ¿Dónde está la chica? ¡Habla vieja decrepita! —ella noto que yo estaba allí observando todo, trago saliva mientras las lágrimas rozaban sus mejillas y ni por un segundo dejo de mirarme ¡Ni por un solo segundo! Deje de sentir su cálido amor.

—Ella no está en la ca... — ni siquiera le permitieron terminar la frase cuando un disparo atravesó su cabeza para silenciarla por siempre. Tape mi boca con mis propias manos para no gritar al verla caer.

— ¿Zoe? ¡Zoe! —Repetía Jimin por el teléfono. Retrocedí arrastrándome por el piso.

—Mi Nana está muerta...muerta

—Zoe escúchame muy bien. ¡Ya no hay opción a salir!. Necesito que sigas mis instrucciones ¿Ok?—no sabía que responder. —Enciérrate en tu cuarto y entra en tu clóset. Cuando fui a tu casa entre a tu habitación y note que en tu clóset hay abrigos y vestidos muy largos, escabúllete entre ellos. No hagas ningún ruido y lo más importante toma algo con que defenderte

—Encontré una navaja en uno de mis cajones

—Bien. Eso servirá

—Tengo miedo —Respondí en pleno sollozo; seguía al paso sus indicaciones. Me escondí en el lugar señalado.

— ¡Escúchame atentamente Zoe! Si es necesario utilizar esa navaja...hazlo ¡No lo dudes!

Estaba aterrada, solo quería despertar de esta pesadilla, de este mal sueño que parecía tan real.

—Debo colgar

— ¿Qué?¡No por favor!

—Zoe debes ser fuerte. La policía este en camino y yo también. Resiste solo cinco minutos más ¡Todo estará bien!

—Ok

Fue peor cuando él colgó la llamada, me di cuenta que estaba sola en esta situación, que mi vida estaba colgando en un hilo. Es en estos momentos es cuando ves la vida pasar frente a tus ojos, te das cuenta que cada segundo cuenta y que cada vez falta menos para enfrentar tus miedos.

Escuche el crujido de la puerta de mi habitación al ser empujada. Estaban cada vez más cerca de mí.

—Sé que estas aquí princesita. Sal de allí, no voy a lastimarte —la voz era de la misma persona que hace algunos minutos había acabado con la vida de mi Nana. Tome la navaja cada vez más fuerte al ir escuchar sus pasos más fuertes.

Vi sus zapatos, un arma en su mano y su ropa manchada de sangre. Era la sangre de mi Nana.

Me di cuenta que por más que haya evolucionado el hombre, hay algo de sus raíces dentro de él. Algo que lo hace ser un animal aún en estos tiempos.

Perdí la cabeza y me atreví a salir de aquel rincón. Tras un fuerte grito por parte de mí, vi mis manos manchadas de sangre y su rostro tan cerca del mío. Miro su pecho y yo hice lo mismo. El arma blanca había atravesado su corazón y mis manos seguían sosteniendo la navaja con impotencia.

Él cayo sin embargo yo seguí sin moverme, no podía hacerlo. No tenía fuerzas ni siquiera para pestañear.

En ese momento él apareció frente a mí y podía notar lo sorprendido que estaba. Miro la sangre en mis manos e inmediatamente saco un pañuelo de su bolsillo, se acercó y comenzó a limpiarlas.

No podía evitar que las lágrimas siguieran cayendo mientras lo veía hacer eso. Después de que estas quedaran limpias a la vista de cualquiera. Él me abrazo.

—Lo siento por llegar tarde —susurro; pasaba una y otra vez su mano por mi cabellera.

—S-ea-g-ull —no pude evitarlo. Había sacado a flote el animal que tenía adentro. —Seagull ¡Lo mate! ¡Lo mate! —Grite desconsolada, a la vez me acobijaba en su pecho.

—Tú no hiciste nada Zoe. Salgamos de aquí —se sacó el saco que traía puesto y lo acomodo en mi cabeza para que yo no pudiera ver nada. Me puso en su espalda y enseguida me llevo al invernadero.

Allí me mantuvo abrazada todo el tiempo, me permitió echarme en sus piernas y sin que yo se lo pidiera comenzó a cantar.

—♫Voy a estar a tu lado, abrazando tu mundo entero antes de que llegue el día final, no voy a dejarte volar en soledad...Voy a estar a tu lado, cuando la ciudad este oscura, iluminando el perfil de tu rostro, calmándote, apoyándote en mi hombro♫

Si intentaba calmarme, estaba fallando. Hacía que mi corazón se agite más y más. Involuntariamente seguía llorando.

En eso la puerta se abrió. Jimin miro hacia todos lados tratando de buscarnos, esta que por fin nos encontró con la mirada. Se acercó rápidamente y tras mirarme soltó un largo suspiro.

—Ahora puedo estar tranquilo. Ahora que puedo verte —Dijo él.

— ¿Cómo supiste que ella estaba en peligro?—Intervino Seagull.

— ¿Fue Jimin quien te avisó? —Pregunte levantándome de sus piernas.

—Si

—Entonces debes responder a nuestra pregunta ¿Cómo lo supiste Jimin? —yo también me sentía curiosa.

—Lo siento...

— ¿Por qué lo sientes? —de la nada sus ojos se cristalizaron. Parecía llevar una gran carga. — ¿Por qué lo sientes Jimin? —Replique al no encontrar respuesta.

—Porque mi papá fue quien hizo todo esto. Mi papá fue cómplice—no podía creerlo, mis enemigos estaban más cerca de lo que yo pensaba.

— ¿Y cómo lo supiste? —mi tono de voz se volvió más agudo, quizás porque estaba a punto de quebrarse

—Lo escuche. Escuche a papá dar la orden en su oficina, él lo hizo delante del presidente

— ¿De-del pre-pre-si-den-te? —tartamudee. — ¿De mi padre?

—Sí, exactamente fue presidente quien le dijo a mi padre que mandara a esos hombres, dijo que quería que te mataran

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3/3 Di por finalizado este pequeño maratón ¡Espero les guste! Gracias por tomarse el tiempo de leer