LINEA 97 ( BTS - JEON JUNGKOOK )

CAPITULO 44

Mi corazón la seguía llamando, era como si mi instinto de supervivencia hacia que la siguiera recordando, quizás para no atreverme, ni siquiera a tratar de olvidarle. El dolor se seguía acumulando y la falta de tranquilidad, hacía que los remordimientos se estremezcan de sí mismos, en pocas palabras, era una lucha conmigo mismo.

Es tan extraño, repentinamente extraño, que la viera justo al frente de mí, con una sonrisa en el rostro, que era tan perturbadora, como encantadora a la vez, cuando en realidad el único que podía estar en estas cuatro paredes que me apartaban de lo que estaba afuera, era yo.

Todo estaba funcionando como una balanza; las sonrisas fueron desapareciendo, mientras que las lágrimas jugaban su propio juego; el nivel de cordura iba disminuyendo con el paso del tiempo, mientras que las alucinaciones eran más frecuentes, como mis gritos. Vivía mi propio infierno, vivía mi propio castigo.

—¡Ayúdenme!¡Sáquenme de aquí por favor! —Grite con la misma intensidad con la que golpeaba la puerta.

—Sabes que nadie aparte de mi puede escucharte ¿Verdad? ¿Por qué continuas con lo mismo? — Respondió él desde el otro lado.

—Tae Hyung, por favor ¡Sácame de aquí!

—Lo he intentado, pero en todas esas ocasiones has intentado escapar

—Llevo seis meses encerrado en este maldito lugar

—Y seguirás encerrado por muchos meses más, si no desistes en la idea de regresar a Seúl

—Solo deja que me vaya una vez—recosté mi cabeza en la pared.

—No puedo. Seok Jin me dio instrucciones muy claras

—Seok Jin ya no está aquí. Seok Jin ya no podrá gritarte nunca más

—Lo sé—su voz se quebró. —pero es una promesa que le hice

—Al igual que tú, yo también debo cumplir una promesa—apreté los puños. —¿Alguna vez has intentado proteger a alguien?

—¡Sí! eso es lo que estoy haciendo en estos momentos. Eres como mi hermano, debo protegerte

—Con la misma intensidad en que tratas de protegerme, yo quiero protegerla a ella. No me importa si después se va con otro, no me importa si llega a odiarme, realmente no me importa. Solo quiero pararme frente a ella y asegurarme que he cumplido con mi promesa, quiero que ella sea feliz, aunque eso implique una separación entre los dos

—No, no puedo

—Si sigo aquí voy a volverme loco, la culpa esta justo detrás de mi y no permite que viva en paz. Estoy muriendo Tae Hyung, estoy muriendo lentamente y de la peor manera ¿No es lo mismo que estas tratando de evitar?

Él se quedó callado, pero estaba seguro que seguía allí pensando en que hacer o que decir.

—Hay algo que no te he dicho—susurro después de algunos minutos.

—Solo dilo ahora

—A las dos semanas que te trajimos aquí, mande a un grupo a que saquen a Zoe del hospital, pero...

—Pero qué...—Replique inquieto.

—Ella no quiso salir, ella dijo que permanecía allí por su propia voluntad

—¿Qué? —me acerque un poco más a la puerta para escuchar claramente lo que Tae tenía que decir. —¡Eso es imposible!

—Hay algo más que debes saber

—¡Habla! —Vocifere impaciente.

—Dijeron que tenía la mirada perdida, que era como si estuviera drogada. Su comportamiento no era normal