Capítulo 25

1.1K 76 4
                                    

Elijah me miró con seriedad, podía ver que examinaba la situación, pensaba en las alternativas, todo lo que podía pasar y entonces sonrió.

-Creo que la muerte es la salida más fácil para ti, después de todo lo que hiciste estos años, creo que sería mejor llevarte con Niklaus y que el decida lo que pasará contigo.-Lo miré asustada.

-Eso no Elijah, todo menos eso por favor.-Le rogué.

-Bien, estarás conmigo mínimo la mitad del tiempo que huiste, y tal vez se me ocurra algo mejor mientras tanto, y también me llevaré a la Doppelgänger, pero tu eres más importante, ¿hace cuánto tomastes verbena?

-Ya casi se cumple el día.-Respondí y el sonrió, me tomó del brazo y aparecimos en una camioneta a las afueras de la casa.

-Entra.-Entré a regañadientes a la camioneta, me tomó de la barbilla e hizo que lo mirara a los ojos.-No te podrás ir de aquí, no llamarás a nadie, te quedaras dentro de la camioneta y no gritaras.-Dijo mirándome a los ojos y pude ver que la hipnosis había funcionado.-Volveré en unos minutos.-Se alejó y desapareció, rodé los ojos y me recosté, tomé mi celular y me puse a jugar, no podía mandar mensajes ni llamar a nadie pero por lo menos podía jugar, a lo lejos vi a Damon y Stefan llegar, al poco rato salir con Elena y pude apreciar como me buscaban sin éxito, finalmente se fueron y me quedé ahí preguntándome en donde estaba Elijah, cayó la noche y entonces por fin entró a la camioneta, me senté en el asiento de co-piloto y pude ver un hueco en su playera, justo a la altura de su corazón, puso el coche en marcha y entonces hablé.

-¿Te mataron?-Sonó más como una afirmación, y lo era porque estaba segura, el solo asintió.

-¿Crees que Katerina está realmente muerta?-Reí sin gracia.

-No lo creo, estoy segura, los Salvatore la odian, la querían matar, y la que se supone que era mi amiga bruja la desmayó frente a ellos, creo que son lo sufientemente listos como para no dejar pasar esa oportunidad, es una Petrova, una sobreviviente como le gusta decirlo, si por alguna razón se les ocurrió dejarla viva saldrá de donde sea que este tarde o temprano, así que no Elijah no lo creo, lo se.-Afirmé y entonces detuvo el auto.

-Supongo que tienes razón, por cierto, ¿te importaría si vivo en tu casa?-Señaló detrás de mí y me giré encontrandome con mi casa.

-Ya estamos aquí, creo que no puedo decir que no.-El sonrió y entonces me quitó la hipnosis, bajé y entré a la casa, solté un gran suspiro y miré a Elijah que aún estaba en la entrada, reí por mi mala memoria.-Claro, lo siento, ¿quiére pasar señor Mikaelson?

-Si, eso quiero.-Respondió y entró a la casa, fui a la cocina y tomé una manzana.

-¿Sabes? Creo que no es buena idea dejar a una humana sin poder salir de tu auto durante toda la tarde, creo que le podría dar hambre.-Un tono irónico se hizo presente en mi voz.

-Lo tomaré en cuenta para la próxima vez que se me ocurra hacer eso.-Bromeó Elijah y reí, le dí un beso en la mejilla y subí a mi habitación, me cambié y caí profundamente dormida.

Sangrienta obsesión. *EDITANDO*  (Los Mikaelson, Los Salvatore y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora