Vera Lodge¿Porqué papa no había venido aún?
¿Estarán buscándome?
¿Porqué sigo aquí?Miles de preguntas más se cruzaban por mi mente. El día anterior el chico de ojos verdes había dicho que yo merecía estar aquí.
¿Yo?
No he hecho nada malo, estoy segura de eso.La puerta estaba abierta. Le pedí algo de luz y el tan sólo dejo la puerta abierta. Claro, no sin antes amenazarme si intentaba algo que no debía, escapar.
Y si, se me pasó por la mente. Pero al escuchar que lastimaría a mi familia si movía un sólo dedo, hizo que esas ganas de salir de aquí desaparecieran.Mis ojos luchaban contra quedarse abiertos. Mi cuerpo necesitaba descansar más yo no quería. Necesitaba estar despierta, no sabía que podía pasar.
Miraba la puerta con cierto destelló de esperanza a que alguien más volviera a aparecer. No podía dejar de pensar en Zabdiel. ¿Qué pasó con el?
Se escucharon unos pasos cerca de la habitación. Un chico adormilado estaba frente a la puerta. Cargaba un pantalón azul marino con pequeñas anclas. También llevaba una blusa de tirante masculino, color blanca. Se talló los ojos y me miro bien mientras se acercaba.
Este tipo me caía mejor que el ojiverde.
–¿Qué haces despierta? –movió sus brazos de forma extraña. No respondí.
–¿Ahora eres muda? –río, pero al ver que no me causo ni pizca de gracia, guardo silencio.
Soltó un suspiro y se sentó en la silla frente a mi.
–¿No piensas hablarme? –negué.
–¿Hice algo malo?–asentí–. ¿El que?
No respondí de nuevo.
–Habla, por favor –pidió.
–No me quieres ayudar a salir de aquí –susurré.
–¿Es eso? –río–. Mira, quiero ayudarte, de verdad. Y lo intente con la chica anterior, pero no pude.
Su voz se cortó notablemente.
–Y hice mal. Hice mal al encariñarme con ella, ahí están las consecuencias, está muerta. No quiero que pase lo mismo contigo, así que es mejor mantenernos alejados.
Lo miraba sin siquiera creérmelo. ¿Se había encariñado de mi? En estas situaciones y a lo largo de la semana.
–¿Estas loco?
El negó.
–Estar sólo aquí te hace querer más a la personas con las que convives.
–Yo no convivo contigo –gruñí.
–No. Pero estas aquí, es casi lo mismo.
Sin duda, ambos chicos estaban locos y ahora podía comprobarlo.
–Mira... –soltó un suspiro.
Me miro a los ojos soltando una pequeña risita.
–Haré lo que pueda. ¿Si?
Asentí y volvió a hablar.
–Te ayudare a salir...
[...]
Erick Colón
El chico cayó a mis pies.
–Levanta la cabeza –pedí.
Lo hizo como pudo, estaba tan débil por la paliza que recientemente le había dado.
Cada uno de los de la lista estaba en habitaciones diferentes. Los fui capturando, uno a uno.
–Sólo mátame de una vez –se levanto del suelo y se acercó a mi peligrosamente–. ¡Mátame como mataste a mi novia!
–¿Tu novia?
Y ahí caí en cuenta, hablaba de la pelinegra. Lucía.
–Oh, lo siento. Pero ella más que nadie se lo merecía –sonreí satisfecho.
–¿Porque haces esto? –soltó sin aire. Estaba cansado, lograba verlo.
–Por el simple hecho de que me satisface hacerlo –respondí con modestia.
–¿Te satisface? Te satisface matar a gente inocente.
–Gente mala –corregí.
–Te equivocas, no somos esas personas –reí al escucharlo querer justificarse.
–Si estas aquí es por algo. ¿No lo crees?
El sólo asintió.
–Si. Porque a un estúpido enfermo mental se le ocurrió hacernos esto –soltó enojado.
No me lo pensé más y le di un golpe en la cara haciéndolo caer, inconsciente.
Aún estaba vivo, no morirá.
No hasta que yo lo decida.
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Enamorada de un asesino |Erick Colón| #PromiseAwards17
FanfictionNo todo en esta vida era color de rosa Y eso Erick lo tenía bastante claro. Aunque luchara contra sus instintos siempre terminaría donde mismo, metido en el mismo problema, del que nadie podría salvarlo. 🌸Portada hecha por mi hermosa lectora Dulce...