Tapé mi boca con ambas manos, no podía creer lo que acaba de ver.Escuche la puerta de entrada ser abierta y ahí supe que ya todo estaba bien. Mis padres habían vuelto.
–¡Vera! –el gritó de mi madre logro hacer eco por toda la casa. Abrí la puerta y corrí escalera abajo hasta llegar a su lado. Me lance a sus brazos y me atrapo en ellos.
–¿Está Ian bien? ¿Qué hay de lucía? –preguntaba a mamá. Mis dos únicos primos estudiaban en esa secundaria y pensar que algo malo les pasó logro romper mi corazón por completo.
–Están bien cariño –sobó mi hombro–. No fueron afectados.
Asentí sintiéndome tranquila aunque no del todo, había un maldito asesino suelto en el pueblo.
Decidí ocultarles la parte de que posiblemente alguien había entrado en la casa. No quería preocuparlos más de lo que estaban.
–Hola Molly –salude a mi hermana pequeña. Ella estiró sus brazos queriendo que la cargara y así lo hice, aunque pesaba. Ya no era lo mismo, ya no era una bebe, ahora era una chiquilina de ocho años.
Di por hecho que habían cenado fuera, pues cada uno subió a sus habitaciones. Solté un suspiro antes de dirigirme hacia arriba.
Estaba por hacerlo pero un ruido o más bien un grito por parte de mi madre hizo que diera un brinco.
–¡Vera! Que significa esto –grito enfadada. Corrí hacia arriba, ella estaba fuera de mi habitación señalando la puerta de madera.
En ella venían escritas las iniciales;
»EBC«
Mire confundida mi puerta, claramente no había sido yo. Tal ves fue...
¡Cómo no me di cuenta antes!
Pero como lo había hecho, y cuando que no escuche que tocará mi puerta.–Mama... –quise explicarle pero ella se negó.
–Tu y tus rebeldías, es porque no te dejamos ir a la fiesta de Lucas ¿verdad? Pues te has ganado otro castigo –se fue de ahí dejándome con la palabra en la boca.
[...]
Cerré mi mochila y la acomode en mi hombro dirigiéndome hacia la preparatoria. La gente caminaba despreocupada, parecía que no les importaba el hecho de que algo malo, algo extremadamente malo había pasado.
–Vera –susurró Paula a mis espaldas, no tenía la necesidad de voltear. Lo único que salía de su boca eran palabras venenosas.
–¿Qué quieres ahora? –solté de mala gana.
–Cuando dejarás de ser tan infantil y aceptar los problemas, enfrentarte a ellos.
–Cuando tu dejes de ser una puta –hablé fuerte para que me escuchara–. Ósea, nunca.
La deje sola en medio del pasillo.
Paula Jones, hija de grandes empresarios. Una de las chicas más bonitas de aquí é de decir, pero también es una de las más huecas que hay, sin decir de el récord mundial que tenía por acostarse con cuán chico se le pasará por delante.
Seguí caminando, esperando a llegar pronto a mi salón. La gente me miraba como bicho raro, más no entendía el porque.
Los ignore y tan sólo me dedique a seguir caminando.
Por fin había llegado al salón de clases, el maestro aún no llegaba, era buena señal. Empezaríamos bien el día.
La puerta se abrió y entro Chad, el chico más tímido de toda la escuela. Le di una cálida sonrisa a lo que el me la devolvió pero al instante la borro de su rostro.
–¿Pasa algo chad? –pregunté, el negó pero luego al darle mi mejor sonrisa término a mi lado tendiéndome su celular.
–Tal vez sólo es una broma, una de muy mal gusto –dijo el.
Mis manos comenzaron a temblar.
Era la misma página del periódico del pueblo. Ahora había otra columna más y está trataba por la lista que había dejado "El gran E" el mismo asesino de los chicos de secundaria.
Era una lista, una donde prometía matar a cada uno de los integrantes.
»Nadia Palacios»
»Zabdiel De Jesús«
»Lucía Zamarripa«
»Andrew Proa«
»Jaime Cárdenas«
»Belinda Valderrama«
»Luis Fonseca«
»Mario Castillo«
»Carlos Sánchez«
»Richard Camacho«
»Vera Lodge«
Trague saliva con el último nombre, mi nombre en específico.
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Enamorada de un asesino |Erick Colón| #PromiseAwards17
FanfictionNo todo en esta vida era color de rosa Y eso Erick lo tenía bastante claro. Aunque luchara contra sus instintos siempre terminaría donde mismo, metido en el mismo problema, del que nadie podría salvarlo. 🌸Portada hecha por mi hermosa lectora Dulce...