31. Midazolam letal

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Dispare justo al centro de su frente. El tipo se tambaleo y término en el piso, pronto un charco de sangre se había hecho presente en el lugar.

Lodge se había ido de casa, se llevo a su familia. Había perdido el rastro de el y ahora me encontraba sin nada, mi cabeza daba vueltas, sentía que si daba un pasó en falso, todo terminaría aquí.
Sacudí mi chaqueta é intente limpiarla, la sangre había salpicado de forma brusca, lástima que había echado a perder la chaqueta de cuero.

Acomode mi cabello, con mi mano derecha, pasando hacia atrás. Resople y me subí al auto de nuevo.

Estaba por volver al hospital, cuando mi celular vibro. Lo saque de mi bolsillo y abrí la bandeja de entrada, era Joel.

Joel P:
Hey, tienes que venir ahora mismo. Descubrí que fue lo que le pasó a Vera.

No hizo falta pensármelo dos veces, cuando ya me encontraba conduciendo hacia el hospital.

Te encontrare Lodge, y no será nada bonito.

Aparque el coche cerca del estacionamiento, pues estaba lleno. Me asegure de que no hubiese otro de los hombres de Lodge, por aquí. Al comprobar que no había nadie, me encamine hacia la habitación donde estaba ella.

Vi a Joel parado justo frente a la puerta, se movía de un lado a otro mientras mordía sus uñas.

–¿Qué pasó? –pregunté. Llegué corriendo a su lado, pase mi cabello para atrás é intente recuperar la respiración por lo ocurrido.

–Lo siento tanto –se acercó y me dio un abrazo. Me aleje rápidamente de el y lo mire confundido.

–Joel... ¿Qué pasa? –dije desesperado.

–Es Vera, lo que le pasó...

–¡Dímelo! –grite mientras lo movía de los hombros con desesperación.

–Fue causa de una dosis de Midazolam.

Sentí como si mi corazón se hubiese parado por un momento. Me recargue en la pared llevando ambas manos a mi rostro. Me deslice hasta terminar por completo en el suelo.

El Midazolam, era un fuerte sedante. Vía intravenosa. Hacia falta una fuerte cantidad y un par de minutos para que hiciera efecto y poco a poco adormeciera todo en ti, incluido el corazón, causando un ataque rápidamente.

Y ahora temía, temía por su vida. Ni siquiera estando aquí, a unos metros de ella, pude evitar daño alguno.

–¡Es mi culpa joder! –grité enfadado. Golpe la pared con fuerza.

–No lo fue, nadie sabía que pasaría esto  –posó su mano en mi espalda y dio pequeños toques. Nada de lo que digiera me haría cambiar de opinión

–Ya lleva demasiado tiempo ahí, porque no salen –dije desesperado.

Rogaba que sólo haya sido una dosis mínima.

–Tienes que explicarme que está pasando Erick, porque el afán de quererla muerta –murmuró Joel en voz baja para evitar que nos escucharan.

Me aleje de la pared lentamente, Joel tenía su mirada fija en mi esperando una respuesta.

–No es momento Joel –susurré.

–¡Dímelo! –exigió.

–Basta... –pedí, sentía mi cabeza explotar en cualquier comento.

–¡No! Tienes que decirme aho... –no deje que terminara cuando lance mi puño en dirección a su rostro.

–¡TE DIJE QUE PARARAS! –lance furioso y le di otro golpe.

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Aunque hoy no tocaba actualizar, quise subir un capítulo, gracias a que hubo un total de casi 300 votos en dos días.

¡MUCHÍSIMAS GRACIAS!
Hasta el viernes❤️❤️

Enamorada de un asesino |Erick Colón| #PromiseAwards17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora