26. Mi último deseo

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Los fuertes truenos resonaban en todo el lugar, producto de las fuertes lluvias. Ni siquiera podía abrazarme a mi misma para darme un poco de calor, mi pierna seguía sangrando. La herida de bala que había pasado por mi pierna el día anterior seguía abierta, la sangre seguía brotando y ellos no se habían preocupado en esto, después de todo no lo harían, me querían muerta.

Un fuerte golpe en la puerta me hizo dar un pequeño brinco, provocando que las cuerdas se aferrarán más a mi piel causando un gran dolor.
Podía escuchar los gritos, los insultos y los golpes. Algo estaba pasando fuera de la habitación.
De un momento a otro y sin esperármelo, la puerta se abrió mostrándome a un hombre más que enojado.

–¡Párate estúpida!

No conteste a aquello, era obvio que no podía pararme. Comenzó a mirar desesperado la puerta y después volvió su vista a mi, se acercó comenzando a desatar las cuerdas.

–Más te vale no hacer ruido –me tomo del brazo sacándome de la habitación. Sentía una cosa dura cerca de mi cabeza, en cada pasó que daba la acercaba más a mi; una pistola.

–No me hagas daño –susurré temerosa. Los días aquí habían sido un completo infierno, tenía muchísimo miedo.

–Pues si sigues hablando probablemente lo haga –gruño apretando sus dientes.

Sólo seguía el camino que me indicaba, no quería que esa bala terminara en mi cabeza, mucho menos quería morir.

–¿A dónde crees que vas? –oí una voz detrás de nosotros. Sabía exactamente a quien le pertenecía.

–¡Hablas y te mato! –dijo el hombre que me tenía sujetada dándome un fuerte golpe con la pistola.
Erick dio dos pasos al frente y apunto al hombre.

–¡Suéltala! –el tono de su voz sonaba grave. Podía ver como la vena del cuello se le saltaba.

–¿Y tu eres...?

–Tu peor pesadilla –soltó Erick antes de disparar en dirección a su pierna.
El hombre se quejó rápidamente pero seguía sin soltarme, un disparo más se escucho en el pasillo. Pronto sentí como el hombre sujetaba más su agarre y caminaba conmigo alejándome de ahí.

–¡Erick! –chillé. No podía ver hacia atrás, tan sólo veía el camino que tenía por delante y los arbustos parecían multiplicarse rápidamente–. ¡Suéltame!

Grite en dirección al hombre pero parece que sólo lo hice enfadar más. Mi cabeza choco con el frío suelo al soltar su agarré de mi.

–¡Esto se termina aquí!

Apunto hacia mi, sus manos temblaban y un rastro de sudor escurría por su frente.

–No lo hagas –pedí, las lágrimas salían con desesperación. Este era mi momento, moriría.

El hombre seguía en la misma posición, podía ver en sus ojos lo mucho que dudaba. No sabía lo que estaba haciendo pero seguramente lo habían mandado a matarme, eso era lo que todos querían, al parecer.

Mis labios temblaban y lo único que pude hacer en ese momento fue cerrar los ojos. Cerrar los ojos y esperar a que todo esto acabara de una vez por todas. No quería seguir sufriendo de esta forma y la única opción que tenía era dejarme matar, morir. Eso curaría el dolor y estaría en en sueño eterno, estaría en un lugar mejor como todos dicen y no en esta porquería de mundo, está vida que me toco vivir.

Y sólo lo hice, pedí lo que más deseaba en esos momentos.

–Mátame.

**********

Tal vez se pregunten porque subí el capítulo un día antes y la verdad es que lo que es el día de hoy y de mañana, estaré demasiado ocupada y pues no podría subirles el capítulo del viernes, entonces lo subí hoy para que no se quedarán sin capítulo.

Así que imaginen que es viernes jajajaja
PD: Se que las deje con la intriga de que pasará después😆

Buenas noches✌️❤️

Enamorada de un asesino |Erick Colón| #PromiseAwards17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora