Las sirenas de la patrulla se hacían sonar con más fuerza a medida que avanzaban.–Mierda –murmuré.
Subí rápidamente a mi auto, las llaves se me resbalaron por el nerviosismo. Cada vez estaban más cerca, me agache sobre el asiento rebuscando en el suelo del auto.–¡Si! –grité al tener en mis manos las llaves. No tarde mucho en encender el auto y salir a toda velocidad.
Podía ver por el retrovisor del auto, lo cerca que estaban. Literalmente estaban pisándome los talones.
–¡No! –lancé un grito, golpe el volante y pise con fuerza el acelerador.
Me habían dado un golpe en la parte trasera del auto.Di la vuelta en uno de los callejones perdiéndome por completo. No había rastro de ellos, estaba completamente libre.
Solté un suspiro de alivio antes de volver a casa.
No podía ir al hospital, por más que quisiera, maldita vida de mierda.[...]
Joel Pimentel
¿Quien mierda había creado los hospitales?
Se demoraban demasiado, ni contar todas las personas que esperaban por ser atendidas.Porque simplemente no crearon doctores personales para cada uno. Bueno, si que los hay, pero no había tiempo para conseguir uno.
Saqué el celular de mi bolsillo, alguien estaba llamado, no hizo falta ver la pantalla para saber que se trataba del idiota de Erick.
-Aún no han dicho nada-
-¿Preguntaste?-
-Claro que si, más de diez veces, pero parece que está lleno de imbéciles aquí-
-Si. Me lo suponía-
-¿Para que llamabas?-
-Por ella. ¿No es obvio?-
-Bien, pues ya te dije lo que sabía-
-¡Espera! Hay algo más...-
-¿Si?-
-Casi me atrapan Joel. Lodge llamo a la policía, sabía que iría por el-
-¡¿Qué?! ¿Dónde estas?-
-Ya estoy en casa, logre salir antes de que la policía me encontrara-
-¿Crees estar bien?-
-No. Apenas la den de alta en el hospital, nos iremos-
-¿Hablas enserio?
-Más que eso. Estoy seguro-
-A donde piensas ir-
-Se inteligente Joel. No preguntes la ubicación por llamada telefónica, inclusive podrían estar escuchándonos ahora mismo-
-Y-yo...-Trague saliva y colgué.
Tenía razón, mire hacia ambos lados asegurándome de que no hubiera rastro de los hombre de Lodge.–Familiares de Vera Lodge –apenas escuche y me levanté de golpe.
El doctor estaba cruzado de brazos, dio dos pasos hacia mi.
–Fuera de peligro –susurró con una sonrisa en el rostro.
Solté un suspiro de alivio.
Ella estaba bien y al parecer tenía más vidas que un mismísimo gato.–¿Puedo pasar a verla? –pregunté a lo que se negó.
–Si viene mañana, con gusto podría pasar. Pero me temo que ahora mismo no puedo hacer mucho, no se permiten las visitas a estas horas –asentí sin muchas ganas.
Tenía que quedarme aquí, no podía arriesgarme a dejarla sola y que algo le pasará.
Me encamine a la máquina de comida que estaba en el pasillo. No había comido nada y mi estómago rugía.
Metí un billete de veinte pesos y me dispuse a mirar los productos que había.–No está aquí... –escuche un murmullo. Alce la mirada encontrándome con un grandulón, uno de los hombres de Lodge, para ser exactos.
Mierda, nos estaban buscando.
Me arrodille frente a la máquina metiendo uno de mis brazos como si estuviera sacando el producto.
¿Qué se suponía que iba a hacer?Escuche unas pisadas, eran constantes y se escuchaban con fuerza.
Cerré los ojos y apreté mis labios.
–¿Te falta mucho, niño? –dijeron a mis espaldas.
Oh, no.
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Enamorada de un asesino |Erick Colón| #PromiseAwards17
FanfictionNo todo en esta vida era color de rosa Y eso Erick lo tenía bastante claro. Aunque luchara contra sus instintos siempre terminaría donde mismo, metido en el mismo problema, del que nadie podría salvarlo. 🌸Portada hecha por mi hermosa lectora Dulce...