You're My Romeo

Te quiero...

Desperté gracias al fuerte sonido del móvil a mi lado, aun no lograba abrir completamente los ojos cuando busque de dónde provenía el molesto ruido y lo tomé con desagrado. Era una llama de YongGuk, sin esperar más conteste.

- ¿Aun enfada? - pregunto, del otro lado del móvil.

Había olvidado completamente el papelón que había plantado la noche pasada. Me tome con la mano la cabeza recordando lo sucedido, realmente era una idiota, le había gritado a medio mundo y había bebido como pozo sin fondo, que más decir de lo ebria que estaba, seguro y toda la universidad lo había notado.

- Descuida, creo que ya he olvidado todo... - confesé, renegando por mi actitud. - Literalmente...

- Está bien, pasare por tu apartamento en una hora más - comento riendo.

- Ni lo piense, Bang YongGuk. Estoy derrotada y necesito descansar. - La verdadera razón era que tenía planeado pasar la tarde con YoungJae descansando pero no se lo diría por móvil, pediría miles de explicaciones y esas cosas.

- Con lo de anoche, me lo imagino - comento.

- No te lo imaginas... - confesé en un suspiro.

Y realmente no se lo imaginaba, era predecible que despertara cansada luego de la noche en Candynight, pero a eso había que agregarle el segundo raund con YoungJae. Habíamos estado teniendo sexo una y otra vez hasta no se qué hora del amanecer. Derrotada era poco para expresar lo cansada que estaba.

- ¿ah no? - pregunto curioso, sacándome de mis pensamientos... - ¿De qué me perdí?

- De nada - conteste, rápidamente a la defensiva. - De nada... - reitere.

- Grace te conozco...

- Ven por la noche, invita a los chicos si quieres a menos que me odien lo suficiente. - dije dudando, tratando de desviar el asunto.

- Vale, entonces por la noche hablaremos del tema, que no te salvas.

Al cortar la llamada desvié mi mirada a la hora, no podía creer que ya eran las tres de la tarde. Había dormido como piedra durante toda la mañana. Al acomodarme en la cama note a mi lado a un YoungJae desnudo entre las sábanas con expresión despreocupada e irresistiblemente imposible, observándome fascinado.

- Buenos días - susurre, girándome a su lado al notar que se había despertado.

- Buenos días - respondió, plantando un pequeño beso en mis labios - ¿Cómo te sientes? - suspiro, acomodándose en la cama. Al parecer no era la única cansada.

- Agotada... - confesé exagerando, mientras me envolvía en las mantas y recostaba mi cabeza en su pecho. - ¿Y tú?

- Estoy perfectamente... sobre todo porque estas a mi lado. - Susurro, mientras que con una de sus manos acariciaba mi cabello.

- Son las tres de la tarde - comente. - No puedo creer que hayamos dormido durante toda la mañana.

- Lo ameritaba - contesto, divertido. - De todas formas me siento como nuevo.

¿Cómo nuevo? Como era posible estar como nuevo, yo estaba exhausta con toda esa noche apasionada y qué decir, YoungJae era insaciable.

- Hay algo que quise preguntarte anoche, pero lo había olvidado... - comente, mientras acariciaba su torso desnudo. - ¿A dónde dejaste a tu loca enamorada, anoche? - ante mi pregunta dio un leve suspiro.

- ¿Por qué tienes que hablar de ella y echar a perderlo todo? - pregunto con normalidad - No sabes lo mal que se me hace no poder estar contigo libremente.