You're My Romeo

Te vas a arrepentir de jugar con fuego

Necesitaba tener fuerza de voluntad, decidí cambiar el tema antes de lanzarme sobre él.

- ¿Por qué siempre me buscas... si estás con SeYun? - pregunte, hiendo al grano. Necesitaba salir de las dudas, entender lo que había en su cabeza - ¿Qué sientes por ella?

- Nada... - susurro apresurado, mientras sus brazos me apretaban por la espalda con seguridad. - Los padres de SeYun son dueños de la mitad de las acciones de Founs Study, todo esto es un acuerdo del demonio.

- Por lo que veo, para ella no es sólo un acuerdo - respondí, desanimada.

- Sabes muy bien que no me importa, Grace.

- No, YoungJae. No lo se... Podrías dejármelo claro de una vez por todas. - y era cierto, realmente no sabía lo que quería el de mi.

Por un momento el silencio se posesiono en la habitación. La luna brillaba traspasando su luz por la ventana, dándome un irresistible imagen de YoungJae semidesnudo, su piel bronceada brillaba a la perfección y yo sólo podía sentir deseo.

Las ansias por escuchar nuevamente su voz sobre mi rostro me invadían, quería escuchar una respuesta pero también quería lanzarme a sus labios y derretirme en ellos.

- Lo único que quiero... Es estar contigo, nadie más importa - respondió, alejando el silencio. Era la respuesta que había esperado desde que lo había conocido.

Me giro suavemente dejándome hipnotizada por su mirada, sus ojos gritaban de deseo. Lentamente acerco su rostro al mío, besándome dulcemente, juntando nuestras bocas, sintiendo el sabor de cada parte de su lengua, estaba muriendo de deseo, extasiada por su sabor.

Decidí separarme lentamente, antes de perder la cordura.

- ¿Seguirás actuando como un cretino conmigo frente a ella? Por qué eso me duele, YoungJae. - susurre, lentamente.

- Lo siento, no volveré a hacerlo. Es sólo que cada vez que hago algo mal con ella, va y se lo cuenta a SeokYoung.

- ¿Quién es SeokYoung? - pregunte, curiosa.

- Mi padre - susurro. Decidí no decir nada, alguna razón obvia debía haber para que él no lo llamara papá.

- ¿Recuerdas la vez que compre un vestido para ella? - pregunto.

Comencé a reír al recordarlo.

- Como podría olvidarlo era asquerosamente rosa, era horrible. Definitivamente tú la odias - respondí, divertida.

- Lo sé, era horrible - comento riendo - Bueno esa vez se lo contó a él, a pesar de que ella estaba alucinada con el regalo, SeokYoung me dio el discurso del año. "Que debí haberle comprado una joya y no sé qué".

- Por dios es una niñita - susurre molesta. El silencio invadió nuevamente la habitación por unos segundo - ¿Y qué harás?

- No lo sé, cuando decidan casarnos me escapare contigo, tu podrás mantenerme con Jewils.

- No juegues conmigo, YoungJae. - lo evite molesta.

- Dilo de nuevo - susurro.

- ¿Decir qué?

- Mi nombre... Me encanta la manera en que sale de tus labios, es excitante.

Sin prestarle atención gire sobre la cama para quedar a espaldas, nuevamente.

- No es algo que yo controle. - respondió, refiriéndose a su futuro matrimonio. - Pero cuando llegue el momento buscare alguna salida, no lo se... No es bueno pensar en eso ahora... Sólo sé que quiero estar contigo.