Su fragancia era una verdadera adición. El aroma que recibían mis sentidos era impenetrable, estaba a punto de volcar mi cordura.
- Di lo que deseas. Grace - susurro, extasiado por el roce de nuestros cuerpos.
- A ti... - respondí a penas duras entre un quejido de placer, al sentir su mano acariciando uno de mis pechos. - Te necesito dentro de mí, YoungJae.
- Aun no, amor - respondió, con malicia, acomodándose sobre mí en el angosto sillón. - Antes, voy a lamer cada rincón de tu cuerpo.
Si esto era una venganza por haber besado a DaeHyun, nunca volvería a hacerlo.
Cumpliendo con sus palabras, bajo con sus labios desde mi mandíbula hasta mis piernas en acalorados besos, llenos de pasión y deseos. Podía sentir como su lengua interactuaba lentamente con mi piel, la cual se encontraba erizada gracias a su maravilloso toque. Por otro lado estaban sus manos, ¡dios! Sus perfectas manos estaban acariciando desde mis pechos hasta mi entrepierna, haciendo círculos y creando dibujos sobre mi piel.
Con mis dedos tome suavemente su nuca, buscando el contacto de mi yemas con sus finos cabellos. Lo acaricie y el sin más tomo mis manos de aquel lugar y con una sonrisa y desaprobación las subió por encima de mi cabeza.
- Estas bromeando... - emití con una tonada ronca gracias a la excitación.
- Ya te lo dije, voy a desquitarme y no puedes negarte. - murmuro, mientras continuaba perdiéndose en mi cuerpo.
Si pretendía que no lo tocase, estaba muy equivocado al pensar que acataría sus órdenes. Nuevamente lleve mis manos hacia él, pero esta vez las pose en su espalda, su suave y perfecta espalda, delineando cada rincón posible.
- Hazme caso, a menos que quieras que la tortura sea eterna. - susurro, sacando nuevamente mis manos de su cuerpo.
Este era el peor momento para prohibirme tocarlo, cuando lo único que quería era sentir su piel sobre mis manos.
- No me hagas esto, YoungJae...
- Luego de esto nadie te quitara la sonrisa de tus labios. - susurro, ignorándome.
Sus palabras emanaban sensualidad y a este paso iba a desmayarme de tanto placer. Tome una bocanada de aire antes de lanzar un grito de placer, al verlo bajar hasta mi entrepierna y sentir sus labios dentro de mí. Lleve mis manos por detrás de mi nuca y enterré las uñas en el suave y fino cojín tras mi cabello.
-¡Demonios!- Grite, al sentir como el primer orgasmo me invadía.
* * *
Estaba completamente fundida en el cansancio, cuando logre abrir los ojos en la oscuridad del lugar. Lo primero que divise fue la apacible figura de YoungJae.
Después de todo lo sucedido habíamos acabado sobre la cama en su habitación. Cuatro horas de sexo me estaban pasando la cuenta.
- ¿Qué hora es? - Pregunte entre un suspiro de cansancio.
- No lo sé, al menos las una de la madrugada.
- Llamare a Edwards, se supone que hoy llegaba a casa.
- ¿Te quedaras a dormir? - susurro entre un suspiro, mientras me abrasaba y recostaba su cabeza junto a mi hombro.
- Me encantaría, cariño. Pero debo ver a Edwards, necesito hablar de un tema pendiente con él.
Hace un tiempo estaba planeando hablarle a Edwards sobre Jae, estaba segura que no le agradaría el hecho de que fuera un Yoo, pero de todas formas no quería ocultarte lo que estaba sucediéndome. Estaba demás decir que me había vuelto un Grace más tranquila y responsable, y la mayor parte del crédito debía llevársela YoungJae.
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You're My Romeo
Hayran KurguCuando el amor se encarama en las ramas del destino no hay quién lo detenga... El se llama YoungJae de la aclamada familia Yoo, quienes son dueños de la gran empresa nacional Founs Study. Ella se llama Grace y es una Walker, hija del nuevo empresari...