capítulo 7.

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—¿Entonces?

—Las siguientes cosas son... muy tontas —contesté sin mirarla a los ojos. Estaba embobada con la perfecta vista que tenía desde su balcón. Respiré profundo y dejé que mis pulmones se llenaran con el aire puro de Londres—. Lo demás no es tan necesario.

—Sólo dime qué es —pidió mirándome a los ojos.

—Después... ahora tenemos que ir a dar una vuelta —me levanté del piso y lr extendí una mano, ella la tomó y se levantó con mi ayuda.

Suspiré mientras salíamos del departamento en completo silencio. Llegamos a la recepción y seguíamos sin decir ni una palabra.

—Tendremos que tomar un taxi, ya que mi auto aún esta en Estados Unidos.

—Podemos caminar —opiné. Taeyeon se quedó pensando un rato—. Hay que hacer un poco de ejercicio, amiga, mira estos brazos aguados —me burlé pellizcando sus pequeños y suaves brazos que me encantaban, no estaban aguados, para nada.

—Eso no es cierto, estoy muy musculosa —levantó su brazo y me enseño sus "músculos". Yo reí.

—Por supuesto, pero iremos caminando.

—No quiero —murmuró—. Todo está muy lejos de aquí.

—De acuerdo, no vengas —empecé a caminar de frente, sabía que Taeyeon no me dejaría sola.

—Eres mala conmigo —se quejó mientras caminaba a mi lado. Sonreí y la abracé con un brazo por la cintura mientras seguíamos caminando.

—Siempre dices eso, pero sabes que no es cierto —ella rió suavemente y pasó una mano por mis hombros.

—Lo que pasa es que sabes que puedes hacer lo que quieras conmigo.

—No te queda de otra —reímos—. ¿Llueve mucho aquí?

—Sí, siempre llueve, ¿por qué? —preguntó. Yo estaba recordando el siguiente punto en la lista: " tener un baile romántico bajo la lluvia". Por supuesto no se lo iba a decir a ella, porque se sentiría incómodo. Somos amigas, no podemos tener bailes románticos.

Claro, eso es lo que ella piensa.

—Sólo preguntaba... por cierto, ¿adónde me llevas?

—No lo sé, ¿quieres ir a conocer el reloj grandote de cerca?

—¿Reloj grandote? —nos reímos. ¿Cómo podía ser tan tierna?

—Por supuesto que quiero, pero espera, ¿tienes una cámara?

—No, no tengo. ¿Quieres que compremos una? —le iba a decir que sí, hasta que recordé un pequeño detalle.. ¿de qué me serviría tomar fotos?

—No, olvida que pregunté eso, ni siquiera lo ocupo —Taeyeon pareció entender porque suspiró y me abrazó más fuerte.

¿Les conté lo segura y cómoda que me siento con su brazo al rededor de mí? No quiero que me suelte nunca. Y no es por ser loca psicópata, obsesionada o algo, pero cualquiera que nos viera pensaría que somos una pareja feliz. Y eso me gusta, porque parece que en Londres está alguna máquina de chicas bonitas y andan todas sueltas por las calles. La mayoría se le quedan mirando a Taeyeon, pero, ¿quién gana? ¡Yo! ¡Yo la tengo abrazada y ellas no! Bien dicen que la suerte de la fea la bonita la desea.

Caminamos por las calles de Londres abrazadas y en un silencio para nada incómodo. Todo era hermoso: las calles, los edificios, las cabinas telefónicas, los paisajes, los camiones rojos de esos que salen en Harry Potter, hasta el aire se sentía limpio. Y aunque desde el departamento de Taeyeon el Big Ben se veía cerca, tuvimos que caminar cerca de 15 minutos para acercarnos. Mi corazón empezó a palpitar fuerte en mi pecho. Estábamos a una calle del Big Ben, y yo me sentía en un sueño. Había gente tomando fotos por todos lados, es que era tan hermoso el lugar que querías capturarlo por siempre.

the perfect bucket list » taenyWhere stories live. Discover now