capítulo 6.

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  Me levanté de la cama con mucho cuidado de no despertar a Taeyeon y busqué mi maleta a tientas en la oscuridad. La tomé y salí de ahí sin hacer nada de ruido. Me encantaba su departamento y la ayudaría un poco a limpiar, tampoco me iba a quedar en su casa sin hacer nada.

Recogí toda la basura del piso y los muebles, sacudí y barrí el piso. La cocina estaba atrás de una pequeña barda, era muy grande, paredes blancas y muebles de madera blanca. Habían platos sucios por todas partes. Siempre odié lavar los platos pero lo haría por Taeyeon. Tardé casi dos horas limpiando todo el apartamento, quedó reluciente, hasta yo misma me sorprendí. Ahora que estaba limpio se veía mas elegante, más grande y más acogedor. Solo me faltaba limpiar la habitación, pero eso no lo haría hasta que Taeyeon decidiera levantarse. Tomé mi mochila y saqué mi viejo diario para ver la página de "la chica de mis sueños", porque Taeyeon cumplía todas mis expectativas y hasta las superaba.

Busqué un bolígrafo para tachar "comprar un boleto de avión al primer destino que tengan", "escaparme de mi casa" y "vivir en Londres" de la otra lista. Estaba sonriendo como tonta y no podía creer que todo lo que ya había cumplido de esa lista había sido con Taeyeon y todo gracias a ella. Creía en el destino y que todo sucedía por una razón, y estaba más que segura de que conocer a Taeyeon no había sido alguna coincidencia, la había conocido por una razón, no lo sé, quizás Dios quería que me enamorara antes de morir o lo de enamorarme había sido por mi cuenta y Dios sólo me la había mandado para que me ayudara a hacer lo de la lista. Quién sabe.

Le di la vuelta a la página y encontré lo que estaba buscando: la lista de requisitos que debía tener una chica para que pudiera enamorarme. Sonreí inconscientemente al empezar a leerla, parecía que la había escrito pensando en Taeyeon.

Empecé a tachar lo primero "bonitos ojos (de preferencia color celeste)", hasta con el maldito color de ojos había acertado, eso ya no era normal, porque los ojos de Taeyeon eran los más bonitos que había visto en toda mi vida. "Una linda risa, que me haga reír"; amaba su risa tonta, la manera en que entrecerraba sus ojos, los hoyuelos que se le hacían en las mejillas y en general, me encantaba escucharla reír. "Que sea tierna con los niños" la manera en la que era con su hermanita, era el chica más linda y tierna con ella, la hacía reír a cada rato y no podía quedarse enojada con ella más de un minuto. Estaba segura de que la amaba más que a nadie y eso era estupendo. "Que me trate bien, como a una princesa", cuando estábamos juntas me sentía la chica mas afortunada del mundo. Jamás una chica había sido tan respetuosa conmigo. Taeyeon me trataba como una princesa aunque ni siquiera me lo mereciera. "Que me haga sonreír cuando estoy triste": cada vez que me veía triste hacía lo imposible para hacerme sonreír, me daba palabras de aliento y no me dejaba sola nunca. Taché también "de piel suave" porque Taeyeon tenía una piel hermosa, tan blanca y tan lisa, parecía una muñeca de porcelana.

Amaba lo protegida que me sentía cuando me abrazaba y lo bien que quedaba mi cintura entre sus brazos. Amaba la forma en que me besaba la frente. La amaba a ella.

Sabía de lejos que una chica como ella sería muy, muy difícil de tener y más para alguien como yo, lo único malo de esas chicas era que eran imposibles para cualquiera, sólo estaban con chicas perfectas y yo no lo era, ni de lejos.

Empecé a garabatear corazones y el nombre de Taeyeon por toda la hoja mientras pensaba en esas cosas que me deprimían, pero era imposible no deprimirme por eso, porque sabía perfectamente que todo era verdad, sabía que algún día de estos Taeyeon saldría con esa Jessica, sabía que me contaría de ella y de lo bien que se la había pasado en sus brazos, sabía que ella estaba enamorada de ella o que se iba a enamorar, lo sabía aunque no la conociera porque la manera en la que hablaba de ella era la forma en la que me encantaría que hablara de mí, con los ojos brillantes, las mejillas rosadas y una sonrisa de satisfacción que no se le iba de la cara. Si no me sintiera de esa manera con Taeyeon hasta me sentiría contenta por la chica, me sentiría feliz por ella, pero no podía sentir otra cosa que no fueran celos, envidia y tristeza. Esa chica seguramente no sabía lo afortunada que era por tener a alguien como Taeyeon enamorada de ella, no lo sabía porque apostaba lo que fuera a que tenía otros miles de chicos y chicas enamorados de la misma manera. Y saber eso dolía, dolía mucho, porque ella ni siquiera la amaría como ella se merecía ser amada, y yo sí.

the perfect bucket list » taenyWhere stories live. Discover now