{narrador omnisciente}
Stephanie se había despertado ese día con los brazos de Taeyeon abrazándola con ternura y apretándola con su cuerpo, podía sentir su respiración calmada en el cuello y en su espalda el pecho de ella subiendo y bajando a medida que respiraba, y en ese momento, más que nunca, deseó poder dar la vuelta y besarla sin miedo, despertarla con un "te amo", que ella sonriera y la besara más y más.
Nunca pensó cuando la conoció que terminarían siendo tan amigas, y la verdad aunque la apreciaba muchísimo como amiga no quería que su "relación" fuera simplemente eso, dos amigas que se quieren mucho y al poco tiempo una muere. Por lo menos, quería llegar a ser su novia o... algo por el estilo. La amaba tanto, que realmente le asustaba. Quería despertarse todos los días entre sus brazos, quería ser su mujer y que ella fuera su única persona, quería pasar toda una vida con ella, poder casarse y tener hijos, pero por más que quisiera nada de eso pasaría. Y no debería estar pensando en matrimonio y en hijos a sus diecisiete años, pero estando con Taeyeon lo único coherente que podía procesar su mente era que quería amarla y que ella la amara por el resto de su vida.
Suspiró y trató de quitar el fuerte brazo de Taeyeon que aprisionaba su cintura, pero en el momento que lo levantó, la chica gruñó y la abrazó más fuerte haciendo que en su estómago hubiera una revolución de mariposas. Ella movió de nuevo su brazo y logró salir de la cama para levantar la persiana y dejar el cuarto completamente iluminado. Taeyeon no sintió nada, dormía como tronco. Ella se acercó y observó su cara. En ocasiones, Taeyeon era dulce y otras veces era infantil aunque no lo quisiera aceptar, era como una niña pequeña y al mismo tiempo como una mujer madura. Ella era una combinación perfecta, ni mucho ni poco.
Su rostro era tan hermoso que no pudo evitar levantar una mano y acariciar ese lunar tan cerca de sus labios entre abiertos, que parecían una invitación... y miró sus pestañas castañas, largas y rizadas, acarició el cabello que le caía en la frente y bajó la mirada a su cuerpo. Lo único que tenía tapado era una pierna, todo su cuerpo estaba al descubierto. Stephanie miró a todos lados sintiéndose una pervertida y devolvió su mirada al cuerpo de Taeyeon. Su marcado brazo estirado que hacía tan solo unos minutos la sostenía con fuerza, su espalda delicada y perfecta. Debía decirle que ya no durmiera con esos pequeños pantalones y menos con esos tan transparentes, nunca había visto el trasero de alguna chica como estaba viendo el de Taeyeon, pero era tan redondo y bien marcado que no podía dejar de verlo, y no quería aceptar que desearía que se viera "algo más" de su cuerpo, pero ese algo estaba escondido entre el colchón. La deseaba y mucho. Pero ella obviamente no la miraba de la misma manera.
—Taeyeon, despierta, floja —le dijo mientras la movía de un lado a otro. Ella gruñó de nuevo y se removió en la cama—. Recuerda que tenemos que ir temprano a que me enseñes a andar en patineta y tenemos que desayunar y después te contaré qué sigue en mi lista porque es algo loco y quizás no me quieras ayudar pero te lo diré de todos modos.
—Diablos, Stephanie —murmuró con voz ronca—. No entendí ni una sola palabra de lo que dijiste, déjame dormir un poco más.
—No, ya es tarde, si te despiertas ahora, en la noche te hago un masaje.
—Anoche no quisiste —se quejó con los ojos aún cerrados—. Pues ahora yo no quiero ningún masaje.
—No estoy jugando Tae, despierta ya —ordenó con voz dura haciendo que Taeyeon abriera los ojos y soltara una carcajada.
—De acuerdo, enojona —se sentó en la cama y frotó su cara mientras bostezaba—. Nunca me dejas dormir a gusto, en la noche me pateas y en la mañana me gritas.
—Yo no te pateo en la noche, mentirosa.
—Claro que sí —Taeyeon rió y se levantó de la cama—. ¿Adónde iremos a desayunar?
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the perfect bucket list » taeny
FanfictionQuizás no te traté tan bien como debí hacerlo. Quizás no te amé tan seguido como pude hacerlo. Nunca tomé el tiempo para esas pequeñas cosas que debí haber dicho y hecho. Quizás no te tuve en esos momentos solos y solitarios. Y supongo que jamás te...