the perfect bucket list » taeny

capítulo 15.

Soltó mis manos y cerré mis ojos con fuerza. No podía levantarme y había varias razones:
1. La verdad, no quería hacerlo.
2. Taeyeon era pesada.
3. Mis piernas no respondían.
4. Una parte muy sensible de mi cuerpo me pedía a gritos que me quedara.

Y antes de que pudiera reaccionar, sentí algo húmedo que me hizo estremecer. Abrí mis ojos de golpe y bajé la vista para ver que Taeyeon me estaba besando... un pezón. Y antes de volver a pestañear, le dio un mordisco. ¡Dios santo!

—¡Ya! ¡Por favor, para! —ordené con la voz más firme que me pudo salir en ese momento. Taeyeon levantó su cabeza y me miró fijamente a los ojos, completamente confundida, claro, yo soy la única idiota que no sabe qué hacer en un momento así—. Lo siento, es que de verdad yo no puedo... en verdad lo siento.

—¿Qué sientes? ¿Qué pasó? —preguntó ahora preocupada por mi cara.

—¡Esto! Yo no puedo hacerlo, aún no estoy lista y no tengo idea de qué se hace, soy una tonta, en serio perdón... —tapé mi cara con mis manos de la vergüenza, no quería que me viera así.

Ese era el momento perfecto para que se levantara, se saliera de la habitación y me dejara sola con mi miserable, inútil y patética vida. Pero no se fue, se quedó en la misma posición unos segundos, respirando con dificultad, después se levantó un poco, me besó las manos y las apartó de mi cara, haciendo que nuestros ojos conectaran.

—No, tú no debes de pedirme perdón por nada —me dijo con la mirada más dulce que me había dedicado alguna vez—. Yo lo siento, se supone que iba ser solo un beso... inocente y me dejé llevar, no quise presionarte ni nada por el estilo, esto llegó muy lejos y yo...

—No hubiera pasado si yo no hubiera querido, no me presionaste en ningún momento... bueno, al final sí lo hiciste pero solo un poquito —admití. Taeyeon sonrió incómoda y se alejó de mi avergonzada.

Se sentó en el borde de la cama con su cabeza entre sus manos, yo agarré mi blusa y me la coloqué rápidamente mientras me daba la espalda. La entiendo, había leído que aveces las personas no se pueden controlar mucho cuando están excitadas y... ¡demonios! No me agradaba pensar mucho en eso, pero si para mi se sintió fantástico, raro y un poco incómodo, ella quizás había sentido algo más o... ¡no lo sé, maldición! Hay niños de doce años que ya saben más del tema y todas esas cosas que yo.

Mi celular comenzó a vibrar en el escritorio, el se levantó y lo agarró.

—Es Irene —anunció mirando la pantalla. Me paré rápidamente y sentí mis piernas aun temblorosas, le dediqué una mirada tímida y tomé mi celular.

—Hola, Irene —contesté, Taeyeon salió del cuarto.

—¡Hola! Estoy aburrida ¿quieres salir? —preguntó con su típico tono entusiasta.

—Por supuesto, sólo me tengo que arreglar.

—De acuerdo, yo paso por ti en quince minutos, ¿está bien?

—Sí, nos vemos —colgué y suspiré.

Seguramente cuando le contara a Irene lo que había pasado pensaría que yo era una idiota y era completamente cierto, ahora Taeyeon estaba ahí afuera seguramente enojada conmigo. Y sólo porque se me hizo muy difícil hacer el amor. Bueno, para mí contaría como hacer el amor aunque para ella no. Quizás era por eso, siempre había querido perder mi virginidad con alguien que me amara. Nunca consideré la posibilidad de poder hacerlo con alguien a quien yo amaba, pero ella mí no.

Salí de la habitación y caminé hasta la sala, donde Taeyeon estaba sentada con la televisión prendida, apostaba cualquier cosa a que no le estaba poniendo nada de atención.